Los Óscar serán presenciales, pero desde varios escenarios debido a la pandemia

La crisis por el coronavirus obligó a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood a cambiar la fecha de la entrega de sus codiciados trofeos del 28 de febrero al 25 de abril. Pero esa no será la única variación que sufra el programa a causa de la pandemia.

A diferencia de los organizadores de otros premios, que recurrieron a las ceremonias virtuales, los del Óscar resolvieron no defraudar la ilusión de los millones que esperan cada año ver al Dolby Theatre “lleno de estrellas como el cielo”.

“En este año único y tan exigente, la Academia está decidida a presentar una entrega del Óscar como ninguna otra, aunque dándole prioridad a la salud pública y a la seguridad de quienes participarán. Para crear el show “en persona” que nuestra audiencia global espera, habida cuenta de que es preciso adaptarse a los requerimientos de la pandemia, la ceremonia se transmitirá en directo desde múltiples locaciones, incluido el emblemático Dolby Theatre (casa del premio desde 2001)”, anunció la entidad en un comunicado.

En otras palabras, como no se podrá agolpar en el Dolby la cantidad de asistentes y público habitual, dado que ello implicaría romper con la distancia social para prevenir el contagio, la Academia resolvió establecer otros escenarios, sobre los cuales no dio detalles.

Medios como Variety y Town & Country especularon que se trataría de sitios en diversos lugares de Estados Unidos y el planeta.

Por su parte, el Chicago Tribune consideró que si se tienen en cuenta “las implementaciones que han hecho organizaciones deportivas como la NBA, es probable que se recurra a una “burbuja del Óscar”. Podemos esperar cualquier cosa, como los nominados sentados en la sala o parte de la gala al aire libre, tal vez en el Hollywood Bowl”.

De igual modo, y acorde con las condiciones actuales, no se descarta que el show cuente con algunos elementos virtuales.

En septiembre pasado, recordó también el Chicago Tribune, los premios Emmy mezclaron la ceremonia presencial, con Jimmy Kimmel como anfitrión, con otra por Internet, en la que la mayoría de los nominados veían el programa desde sus casas a través de Zoom.

En todo caso, no cabe duda de que el espectáculo, tanto en el Dolby como en los demás sets, lucirá muy diferente esta vez.

La entrega de la popular estatuilla dorada de la Academia, que llega este año a su nonagésima tercera versión, es, de lejos, el evento más visto de la televisión estadounidense, por encima de los Globos de Oro, los Emmy o los Grammy.

Si bien el año pasado tuvo un mínimo histórico de 23 millones de telespectadores, es el espacio más sintonizado en su género, después del Super Bowl.

La crónica del séptimo arte destaca que este año será recordado como el que más inscripciones de películas recibió, debido a que la fecha para el trámite también se extendió.

Solo en la categoría de documentales, las obras participantes subieron de 170 a 238, según datos de la Academia.

Un total de 93 países quisieron tener sus obras en la competencia, en las diversas categorías, de los cuales solo quince lograron su cometido. Entre las preseleccionadas figuran tres de Asia, tres de América Latina y dos de África, continentes que, sumadas sus piezas, superaron a Europa por primera vez en la historia de los premios. El olvido que seremos aspiró por Colombia, pero no resultó escogida.

A propósito de diversidad, ese parece ser el signo de esta versión del Óscar, ya que además se espera la primera postulación de una mujer de raíces afro en la categoría de mejor director, entre otras expectativas.

Los miembros de la Academia votarán entre el 5 y el 9 de marzo, y las nominaciones se darán a conocer el 15 de ese mismo mes.