La jauría, de Andrés Ramírez Pulido, sigue a Eliú. El joven campesino paga una condena por un crimen, en un centro experimental en medio del bosque tropical.
'La jauría', de Andrés Ramírez Pulido, sigue a Eliú. El joven campesino paga una condena por un crimen, en un centro experimental en medio del bosque tropical. | Foto: Valiente Gracia Alta Rocca Films

CINE

Película colombiana ‘La jauría’ gana Gran Premio de la Semana de la Crítica en Cannes

Bajo la dirección de Andrés Ramírez Pulido, la violencia y la juventud son algunos de los pilares de este largometraje reconocido en la sección paralela de jóvenes talentos.

25 de mayo de 2022

La jauría, primera película del colombiano Andrés Ramírez Pulido, se alzó este miércoles -25 de mayo- con el Gran Premio de la Semana de la Crítica, una sección paralela del Festival de Cannes dedicada a los jóvenes talentos.

Ramírez Pulido, de 32 años, también recibió el premio SACD por el guion, por este filme sobre el círculo vicioso de la violencia en Colombia, a través de un grupo de jóvenes pandilleros en rehabilitación.

Es el primer largometraje de Ramírez Pulido, después de dos cortos, El Edén y Damiana, seleccionados y premiados en varios festivales internacionales.

Tanto La jauría como El varón, primera cinta de Fabián Hernández, han representado este año al cine colombiano en Cannes con una temática similar: el machismo y la violencia imperante entre los jóvenes.

Los jóvenes en La jauría están a las órdenes de un educador social, Álvaro, que pretende rehabilitarlos mediante una particular terapia de grupo y trabajos extenuantes, en una finca abandonada.

La selva colombiana, su humedad y el calor asfixiante dan un tono claustrofóbico a la película, en lugar de abrir puertas a la esperanza.

La figura del padre, por su presencia nociva, o por su ausencia, marca la vida de esos jóvenes. El personaje de Álvaro es clave en La jauría para mantener la cohesión del grupo, hasta que la entrada de un nuevo joven, El Mono, resquebraja esa supuesta unidad.

La figura del padre

“Los padres marcan la vida de los hijos, ya sea el abandono, o ya sea la violencia, o ya sea el amor o la protección”, dijo Ramírez Pulido. “Álvaro, creo que retrata una parte de mí, de todos nosotros”, añade.

“Quizás en la juventud no pensamos muy bien lo que hacemos y luego, cuando crecemos, somos conscientes de lo que quisiéramos no repetir”, explica el director, padre de un niño de dos años.

Ramírez Pulido vive en Ibagué, una pequeña ciudad colombiana, donde la violencia es un problema crónico y donde un director de cine que empieza y que no tiene mucho dinero, pero sí todo el tiempo necesario, puede hallar diamantes en bruto.

Los dos jóvenes protagonistas de La jauría, Eliú y El Mono, destacan por la fuerza de su interpretación. Salen de la calle, y Ramírez Pulido solo les pidió que actuaran tal y como eran. Pero la película también requirió semanas de ensayos, como otros tantos proyectos noveles que destacan en los certámenes paralelos de Cannes.

Ramírez Pulido deja también al paisaje ocupar su espacio en la película, pero sin ahogar a los personajes. “Creo que la emoción, más allá de la imagen estética, que puede ser bella, está en los chicos. Intenté en todos los procesos, en la escritura, en el montaje, el sonido, traer una mirada nueva y saber si emocionaba y conectaba”, explica.

En otra sección paralela del certamen, la Quincena de Realizadores, el colombiano Fabián Hernández retrata también la violencia en su país, pero de una forma más íntima.

En Un varón, Carlos es un joven que hace todo lo posible para ser aceptado por los otros, siguiendo al máximo los códigos del machismo en las calles, aunque él, en su interior, no querría ser así.

*Con información de la AFP.