Cine
‘Salo’, una película de 1975, es considerada la más pervertida del cine, ¿por qué?
Un largometraje italiano estrenado en la década de los setenta del siglo XX tiene fuertes escenas que fueron editadas en varios países.
En el mundo del cine se han abierto muchas polémicas en torno al contenido que puedan tener ciertas películas. Unas con contenido violento explícito, otras con escenas íntimas que suelen muy reales.
Esto ocurre con Salo, una película que se estrenó en 1975 y que fue dirigida por el controversial director italiano Pier Paolo Pasolini. Pasolini fue asesinado la noche del 1 al 2 de noviembre de 1975 en una playa de Ostia, cerca de Roma. Italia vivía los “años de plomo”. Terroristas rojos y terroristas negros perpetraban asesinatos y atentados.
Un joven prostituto de 17 años, Pino Pelosi, fue el único condenado al año siguiente por ese crimen. Sostuvo que se peleó con Pasolini porque rechazó sus insinuaciones sexuales. Años después cambió su versión, a la que nunca en Italia le dieron mucho crédito. ¿Delito de pandilleros aterrados o asesinato político-mafioso? Tal vez los dos a la vez. El enigma permanece intacto.
Pero su polémica no solo quedó en su fallecimiento. Sus obras cinematográficas, como Salo, trascendieron tanto que algunos conocedores del séptimo arte consideran esta película como un tabú y donde solo los especialistas pueden disfrutar de este tipo de cine.
“Salo o los 120 días de Gomorra”, es una libre adaptación del libro del Marqués de Sade, ambientada durante la Segunda Guerra Mundial y lanzada tres semanas después de su asesinato. La película es ambientada en el declive del fascismo italiano, donde seguidores de este controversial movimiento político reúnen a 18 personas para causarles daños psicológicos y sexual.
En algunas escenas se puede ver cómo mujeres son violentadas por los fascistas, donde incluso las ponen a comer comida para perro, la cual tiene clavos y puntillas en su interior. También se ven fuertes escenas homosexuales y orgías que para la época en la pantalla causaban escozor entre los más conservadores.
Algunos de estos fragmentos tuvieron que ser censurados en gran parte del mundo, incluyendo países como Australia e Inglaterra. Hoy, luego de 42 años, el largometraje sigue causando controversia por el manejo de su contenido explícito en una época en la que realizar este tipo de películas poco convencionales era toda una rareza.
El legado de Pasolini
Dirigió también El Evangelio según San Mateo (1964), gran premio del jurado en el Festival de Cine de Venecia; Teorema (1968); Medea (1969), con Maria Callas, y El Decamerón (1971), premiado en Berlín.
Sus novelas (Muchachos de la calle; Una vida violenta) hablan de su fascinación, su atracción por los jóvenes, por el particular lenguaje de los arrabales romanos que le recuerdan la lengua materna de la región del Friuli y sus inicios como poeta dialectal. En Teorema desmonta una familia burguesa, con lo que ofrece un ejemplo de todo lo que le aterraba.
Su ciclo de novelas termina con la inacabada Petróleo, cuyas revelaciones contenidas en un capítulo supuestamente perdido podrían haberle costado la muerte, según una de las tantas teorías. En su última entrevista, concedida en París a Philippe Bouvard, el 31 de octubre de 1975, Pasolini resume su credo: “Escandalizar es un derecho. Escandalizarse es un placer”.
Con información de AFP