El Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB), del 11 al 27 de marzo, trae 134 obras de sala de 32 países, 100 directores y 3.650 actores. Presenta a México como invitado de honor y a los países nórdicos como invitados extraordinarios, porque nunca tantas compañías de esa región habían visitado Colombia.Trae a un polémico director belga que crea arte con su propia sangre –Jan Fabre–; a dos directores alemanes considerados de los más grandes del teatro contemporáneo mundial –Peter Stein y Thomas Ostermeir–; a una actriz de 80 años, ‘la dama del teatro español’, que interpreta un monólogo de casi hora y media sobre una violación –Nuria Espert–. Exhibe baile, espectáculos circenses, al hijo del payaso más reconocido del planeta, a un cabaret francés y a un ballet folclórico mexicano. Estos son los imperdibles de esta larga lista.Para empezar está “el macroespectáculo surrealista” Afrodita y el juicio de Paris, que inaugura el festival el domingo 6 de marzo en el parque Simón Bolívar, con entrada gratuita. Un show de luces, acrobacias y baile, en el que varias víctimas del conflicto armado colombiano participarán como ayudantes y extras en el escenario. La puesta en escena corre por cuenta de la compañía La Fura dels Baus, un grupo tradicional catalán nacido en 1979 al que el director y actor Fabio Rubiano, curador del FITB, se refiere como “una gran empresa, una gran institución que se juega la vida, literalmente, en cada ‘show’”. Y ese es solo el abrebocas de 17 días de festival.Entre la avalancha que viene después, aparecen nueve obras de una región cuyo teatro es desconocido para los colombianos: los países nórdicos (Dinamarca, Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia, Islas Feroe) a los que el periodista cultural Diego León Giraldo califica de “la avanzada del teatro”, porque se atrevieron a “mezclar la antropología con lo contemporáneo y lo clásico, a derribar los códigos del teatro, a reescribir las obras”.De este grupo, el gran recomendado es Fanny y Alexander, del director sueco Linus Tunström: una versión del clásico de cine del mismo nombre creado por el legendario director Ingmar Bergman. De las tantas versiones teatrales de esta película, la de Tunström ha tenido un reconomiento especial porque “logramos mantener la esencia del filme, pero también acceder a otra capa de la historia, gracias a un tono juguetón que revela algunas cosas que estaban bajo la superficie”, le dijo el director a SEMANA. Y entre este grupo otro imperdible es The Tiger Lillies perform Hamlet, de Dinamarca: una versión contemporánea de la tragedia de Shakespeare, que este año cumple 400 años de muerto.De los 11 espectáculos que trae el país invitado de honor, sobresale la presencia del director Luis de Tavira: “El maestro del teatro mexicano. Ha hecho puestas en escena monumentales, en lo gestual, en el color”, dice Fabio Rubiano. Tavira viene a Colombia con El círculo de cal, un montaje de cuatro horas con actores que se comportan como marionetas, vestidos con ropas raídas y máscaras, en el que participan 52 personas. Otro recomendado de México es Misa fronteriza: una liturgia profana y, al mismo tiempo un acto de rechazo contra la guerra del narcotráfico y un homenaje a quienes cruzan ilegalmente las fronteras en busca de mejor vida. También Baños Roma, de la compañía Línea de Sombra, una radiografía de “la historia reciente de México en ese laberinto de la soledad que es Ciudad Juárez”, como reseña el festival. Jorge Hugo Marín, director de la compañía colombiana La maldita Vanidad (que estará en el FITB con Hoy envejecí diez años y La bailarina y la escopeta) resalta “el planteamiento estético y la dramaturgia sólida” de Baños Roma, y, además, incluye otra obra imperdible: Mendoza, del grupo Los Colochos; una versión “supermexicana”, violenta, fuerte, del Macbeth de Shakespeare.En algunos casos, los directores, por sí mismos, son una razón irrebatible para elegir un espectáculo. Es el caso del belga Jan Fabre, quien estuvo en el pasado en Colombia con sus obras provocadoras, sensoriales y, a veces, irresistibles para los espectadores, y esta vez viene con Attends, Attends, Attends... Pour Mon Père: el ruego desesperado de un hijo incomprendido a su padre moribundo. En este listado está también el esloveno Tomaz Pandur (Fausto) y los alemanes Thomas Ostermeier (El enemigo del pueblo) y Peter Stein (Borís Godunov). A este último, Rubiano lo califica como “uno de los grandes del teatro en el mundo, ‘un monstruo’, con un montaje garantizado por todos los lados: por los actores, porque su obra revive un clásico ruso”.Otros recomendados: Missing, del sudafricano John Kani, al mismo tiempo el dramaturgo, director y actor de esta historia de un exiliado sudafricano en Suecia, que sueña retornar a su pueblo. “Los sudafricanos han socializado a través del arte su conflicto. Ellos ya pasaron por lo que nosotros estamos viviendo y vienen a compartirnos sus lecciones”, dice el periodista Diego León Girando.También el público está a la expectativa del musical tipo Broadway Arrabal, dirigido por el colombiano Sergio Trujillo; de la compañía rusa Slava Polunin, que trae al heredero de la dinastía de payasos más reconocida internacionalmente con la obra Slava’s Snowshow; y del Cirque Éloize de Canadá que presentará iD, un espectáculo circense con danzas urbanas y música electrónica. Además, entre lo más esperado del festival, aparecen tres actores: la española Nuria Espert que a sus 80 años protagoniza el monólogo La violación de Lucrecia, en el que hace al mismo tiempo de víctima y victimario; la también española Ana Belén que protagoniza el clásico Medea, y el argentino Darío Grandinetti que interpreta Novecento, un monólogo creado por el escritor italiano Alessandro Baricco, sobre un pianista genial que descubre sus virtudes a bordo de un transatlántico.El anfitrión, Colombia, tendrá 173 espectáculos entre los que se destacan la aplaudida obra de Fabio Rubiano Labio de liebre; el estreno del teatro Matacandelas de Medellín con La casa grande; Corruptour ¡País de mierda! Caso Jaime Garzón, de La Barracuda Carmela; Antígona genealogía de un sacrificio, del Teatro Cenit, que revive esta tragedia griega en compañía de un grupo de cantaoras de alabaos de Condoto, Chocó; y Los cinco entierros de Pessoa, una coproducción del Teatro Tierra, el Julio Mario Santo Domingo y el FITB. Y esto, sin contar con los eventos gratuitos, de calle, que le darán a Bogotá 17 días de una fiesta con espacios para todos.