Cultura
Historia, arte y moda: una exposición única en el Museo Nacional
Son 48 piezas, entre prendas y accesorios pertenecientes a las colecciones del museo, y piezas creadas por el diseñador e historiador del arte Alejandro Crocker junto con diseñadores, ropavejeros, joyeros, y líderes sociales.
Desde el 7 de julio hasta el próximo 18 de septiembre, el Museo Nacional de Colombia se viste de moda y arte. En la Sala Talleres del Panóptico, en el primer piso de su sede en el centro de Bogotá, estará presente la exposición Moda con historias: laboratorio de reciclaje y creación textil.
Se trata de un montaje de 48 piezas entre prendas y accesorios pertenecientes a las colecciones del museo y piezas creadas por el diseñador e historiador del arte Alejandro Crocker, apoyado por el Bronx Distrito Creativo.
En tan emblemático lugar, actores locales como diseñadores, ropavejeros, joyeros y líderes sociales trabajaron en la cocreación y diseño textil a partir del reciclaje para elaborar estas obras.
Lo más leído
En la inauguración de esta muestra, el museo se vistió de creatividad, lujo e historia para deleitar a los fashionistas y amantes de la cultura con una exposición cargada de magia y dinamismo. Prendas y accesorios exhibidos como obras de arte dignas de un escenario como el emblemático recinto capitalino.
La velada comenzó con un lobby de bienvenida, al cual asistió un grupo selecto de invitados especiales, como celebridades y empresarios, entre ellos, Alejandra Azcárate, Franklin Ramos, Simón Vargas del grupo Morat, Juan Daniel Oviedo, director del Dane, y algunos medios de comunicación, periodistas especializados, personajes socialité y la revista SEMANA estuvieron presentes en el Museo Nacional.
El evento de apertura
Entre risas, música y un choque de copas, los invitados apreciaron después de unos minutos cómo las luces se enfocaron en una pared virgen, como el primer lienzo y abrebocas de Arte en vivo, donde artistas vestidos de uniformes blancos de estilo obrero comenzaron a pintar con una destreza inigualable.
Luego, la sala quedó en silencio para recibir las primeras palabras de los autores de esta creación, entre ellos el diseñador Alejandro Crocker, quien presentó juntos a sus colaboradores lo que sería la primera muestra simbólica de historia plasmada en prendas de vestir, fabricadas con materiales reciclados y confeccionadas en un proceso de intercambio y cocreación en el que participaron líderes sociales, joyeros, diseñadores y ropavejeros.
Tras la presentación, al entrar a la Sala Talleres del Panóptico, en el primer piso del museo, se abren las puertas de lo que sería Moda con historias, un taller que invita a reflexionar sobre las estrategias de reutilización y reciclaje de la ropa y de los accesorios que se utilizan diariamente. Un incentivo para darle valor a las prendas que son desechadas por las grandes marcas y algunas que están olvidadas en el clóset, que pueden tener una nueva oportunidad de vida y pueden ser puestas nuevamente en circulación, alimentando procesos de solidaridad, sostenibilidad y comercialización.
Un espacio lleno de luz donde en cada rincón se respira creatividad. Prendas expuestas en maniquíes a cada costado del lugar, con su historia y significado contado igual a las muestras de arte, donde por medio de una marquilla se explica la obra en cuestión.
En esta cocreación también está presente la marca Falabella: “Estamos comprometidos con la sostenibilidad. Es por eso, que en el marco de nuestro pilar + Verde, trabajamos todos los días no solo para mitigar el impacto de nuestra operación y tener marcas más conscientes, sino también, para promover la economía circular, y así motivar un consumo más consciente, sostenible y amable con el medio ambiente”, afirmó la gerente de Expansión y Desarrollo de esa empresa, Alejandra Zapata.
“Esta alianza es un esfuerzo más por sensibilizar a las personas sobre el aprovechamiento que se puede tener de diferentes insumos para minimizar su impacto ambiental e inspirar a la creación de prendas únicas a partir de lo existente”, agregó Zapata.
Falabella indica que, en su compromiso de tener una operación cada vez más sostenible, recibieron la certificación de Icontec de carbono neutro bajo los alcances 1 y 2 del GHG Protocol por tercer año consecutivo.
De esta manera, tanto Falabella como los distintos artistas involucrados parecen reafirmar su compromiso con la moda sostenible, trabajando por la generación de espacios de intercambio y cocreación que fomentan el cuidado del planeta.
Cabe resaltar que cada prenda contiene un universo lleno de leyenda y sofisticación, letras escritas en mangas y pliegues, incluso fotos e imágenes que tiene toda una vida detrás, cambios culturales del país y del mundo contemporáneo y al estilo patchwork (tejido hecho por la unión de pequeñas piezas de tejido cosidas por los bordes entre sí), las más alucinantes piezas hechas por talento colombiano.
Por si fuera poco, en la mitad de la sala se posa una mesa llena de cortes de telas, materiales, accesorios, agujas, una máquina de coser y un libro entretejido y hecho a mano, que narra la historia del secuestro en Colombia, las historias detrás de líderes sociales y la huella que ha dejado la violencia en el país.
Al finalizar el recorrido, se puede sentir como la memoria de cada uno de los espectadores vuelve a entrar en juego, como se conmueve y estremece el corazón. Resuena nuevamente lo que se ha convertido en la huella inherente de la historia colombiana. Piezas que evocan diferentes acontecimientos, afectos y experiencias, expresando lo que cada uno lleva a cuestas y lo que ha servido para conectar a las personas desde tiempos inmemorables.