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“El cine que funciona en taquilla usualmente es de muy baja calidad”

A propósito del estreno de la película 'Malcriados', Semana.com habló con la actriz Cristina Umañana y puso a reflexionar a su director Felipe Martínez sobre la realidad del cine colombiano.

14 de abril de 2016
| Foto: Cortesía Dynamo

La instrucción que la productora Dynamo le dio al director de cine Felipe Martínez, cuando lo invitó a hacer parte de su nuevo filme que bautizarían Malcriados, fue: “queremos una película muy comercial pero con unos valores de producción muy altos”. Y eso hizo Martínez: bogotano, graduado de cine y televisión en la Escuela Superior de Artes de Espectáculos de Madrid, director de series como Tiempo Final de Fox, y director de Bluff, su primer largometraje.

Malcriados, que se estrena este 14 de abril en las salas de Cinecolombia, es el segundo remake del éxito en taquilla mexicano Nosotros los nobles (el primero fue argentino). La historia es así: Manuel Rico (interpretado por Víctor Mallarino) es un hombre viudo, millonario, trabajador incansable, papá ausente de Javi, Bárbara y Charly (tres jóvenes consentidos y derrochadores); que decide darles una lección a sus hijos y un día se declara en bancarrota. Lo único que tienen en la vida –les dice– es una vieja casa en el barrio Las Nieves de Bogotá, donde tendrán que sobrevivir en la escasez, trabajar por primera vez y comenzar de ceros.

Semana.com habló con Felipe Martínez sobre Malcriados (que está protagonizada, además, por Julieth Restrepo, Juan Fernando Sánchez y José Restrepo), pero también sobre el futuro del cine colombiano después de El abrazo de la serpiente, la primera producción nacional nominada a los premios Óscar.

Semana.com.: ¿Cuál es el  problema más grande del cine colombiano?

F. M.: La distribución y la falta de público. Las películas colombianas llegan a los cines con una desventaja enorme comparadas con los blockbusters norteamericanos, que tienen un presupuesto de publicidad mucho más grande que el presupuesto completo de una película colombiana. Además, los exhibidores no cuidan nuestras producciones y si no funcionan en el primer fin de semana, las quitan o le reducen la cantidad de salas. Por esto es muy difícil para un productor colombiano recuperar la inversión.

Semana.com.: ¿Y qué destacaría?

F. M.: La libertad creativa. Extrañamente en Colombia se hace menos cine comercial que de autor, por lo que los contenidos son muy interesantes y arriesgados.

Semana.com.: El cine en Colombia se hace para públicos diferentes… Es decir, las películas del 25 de diciembre tienen un público muy definido y lo mismo las alternativas. ¿Malcriados es para qué tipo de público?

F. M.: Es una película masiva y comercial hecha para todo público, para las personas que buscan divertirse en las salas. La diferencia está en la factura y calidad. Malcriados es una película muy bien hecha, con muy buenas actuaciones y con unos valores de producción muy elevados.

Semana.com.: ¿Cómo fue el proceso de “colombianización” del guión original de Malcriados?

F. M.: Yo recibí el guión argentino de la película, que fue el que adapté, pero me devolví un poco a la original. Revisé la película que inspiró a la mexicana Nosotros los Nobles (llamada El Gran Calavera, dirigida por Buñuel). Traté de tomar lo que funcionaba de ellas, y de complementarlas con nuevos desarrollos de los personajes y de las tramas, donde sentía que fallaba la original y el guión argentino. La nuestra es una película más irónica y emocional.

Semana.com.: ¿Qué diferencia a Malcriados de otras comedias y dramas?

F. M.: Su combinación de ser una película muy comercial pero muy bien hecha y contada.

Semana.com.: Usted está trabajando ahora en una serie futurista. ¿En Colombia contamos con la tecnología y los medios para realizar una serie de este género verosímil?

F. M.: Absolutamente. 2091 es la serie más poderosa visual y argumentalmente que se ha hecho en Latinoamérica. Tenemos a los mejores profesionales, la tecnología y la habilidad para que esté al nivel de cualquier serie norteamericana o europea.

Semana.com.: ¿Qué viene después del boom de El Abrazo de la serpiente para el cine colombiano?

F. M.: Lo sucedido con El Abrazo es lo más importante que ha logrado nuestro cine. Gracias a esta película, Colombia logró darse a conocer como un país que está empezando a tener una cinematografía interesante, y donde se pueden producir películas de muy buena calidad no sólo colombianas sino de cualquier parte del mundo.

Semana.com.: ¿Hacía donde deberían apuntar los proyectos de los nuevos directores colombianos?

F. M.: Debería haber más equilibrio entre el cine comercial y el de autor. Colombia produce primordialmente cine de autor, que no interesa a un público masivo, y el comercial, que funciona en taquilla, usualmente es de muy baja calidad.

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