Música
“Colombia está en el mapa musical del mundo”: consejos para que artistas emergentes potencien sus sonidos en el mercado global
Consuelo Arbeláez, fundadora de CA Música, expuso cómo ha venido evolucionando la receptividad de la música colombiana en el mercado europeo.
Dedicarse a la música es una elección que, en ocasiones, puede generar algo de resistencia. ‘¿De qué va a vivir?’ es la pregunta tóxica que se les hace a quienes desean encaminar su vida por el sendero del arte. Si bien es cierto que el camino no es fácil, lograr el éxito a partir de un proyecto musical tampoco es imposible.
Actualmente, los músicos cuentan con oportunidades que no tenían los precursores de la industria varios años atrás. Las plataformas digitales han servido como catapulta, así mismo, se han diseñado programas especiales para que los artistas puedan mostrar sus proyectos al mismo tiempo que se forman en distintas áreas relacionadas con este negocio.
El Bogotá Music Market, por ejemplo, es un espacio donde músicos, compositores, productores y demás personas involucradas en la música pueden descubrir nuevas oportunidades de negocio y aprender sobre las últimas tendencias en la industria. En el marco de la reciente edición del Bogotá Music Market (BOmm), SEMANA conversó con Consuelo Arbeláez, fundadora de CA Música, una agencia especialista en la creación de estrategias para el desarrollo y representación internacional de artistas.
Durante el diálogo, Arbeláez expuso cómo han evolucionado las tendencias durante los últimos años, específicamente en la relación sonidos colombianos-mercado europeo. Además, compartió algunos consejos para que los músicos puedan estructurar sus proyectos de manera que, con el tiempo, resulten viables económicamente.
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SEMANA: Basándonos en su experiencia, ¿qué percepción tiene el mercado europeo frente a la música que surge en Colombia?, ¿qué propuestas llaman más la atención?
CONSUELO ARBELÁEZ (C. A.): Yo no trabajo con artistas de la escena pop o rock. Trabajo más en esa sombrilla conocida como la world music. Esa sombrilla sigue creciendo. Ha habido un cambio generacional y en Europa también ha venido cambiando la visión de las músicas que tienen un pie en la raíz y que también son fusión.
Hay mucho interés —y es el ámbito en que yo trabajo— en nuestras músicas colombianas por la diversidad. Las músicas que más se conocen de Colombia son de la Costa Atlántica y la Costa Pacífica, pero con mercados como el BOom, muchos profesionales se dan cuenta de que es un abanico de colores muy grande donde hay muchas otras posibilidades.
En Europa ha habido un cliché sobre lo que es la música de Colombia. La ven como música para bailar, por eso es que la música del Pacífico no se conocía. Se desconoce que tenemos montañas y músicas andinas, músicas amazónicas. Toda esta selva de colores y sonidos diferentes han atraído y se han dado a conocer. Eso es lo que hace diferente la música de Colombia.
También hay una cantidad de músicos formados en academia, que se relacionan con los músicos tradicionales, los maestros y las maestras. Hace unos 25 años, nuestros músicos se dieron cuenta de que en su casa tenían un patio…, ya no lo iban a dejar solo. Muchos músicos se iban a estudiar jazz y otras cosas en otros lugares del mundo, esos músicos volvieron acá y empezaron a darle valor a nuestras músicas tradicionales. Eso ha sido importante, el encuentro entre la tradición y el músico de academia.
El mundo y la industria ha cambiado mucho, evolucionado y es muy cambiante. Hay muchos músicos y todos los días encuentras propuestas nuevas.
SEMANA: ¿Cómo ha sido ese cambio en las tendencias y el modo de promover artistas en los últimos años?
C. A.: Europa ha conocido más de la música de Colombia (...). En los últimos años, hemos tenido diferentes grupos, bandas o artistas que hacen fusiones donde antes no era muy bien visto. Esto puntualmente en el mercado europeo.
A los grandes festivales no les agradaba mucho tener un artista que tuviera fusión. Eso ha cambiado mucho. En mi opinión, ha cambiado por dos motivos: primero, un cambio generacional en programadores, curadores, directores artísticos de las salas de concierto de los festivales. Hay una generación joven programando.
El segundo motivo: no es que haya cambiado el gusto, sino que se dio más apertura. En los grandes mercados tenemos unos espacios donde han llegado nuevos países que antes no participaban.
SEMANA: ¿Colombia es visto como un epicentro de música potencialmente exitosa para el mercado europeo?
C. A.: Absolutamente sí. Colombia está en el mapa musical del mundo. Creo que han sido muy importantes fenómenos como Shakira y el reguetón que se produce en Colombia. La gente escucha y sabe de Colombia a través de estos artistas.
Colombia, hoy en día, es uno de los países más interesantes, y no solo en Europa, sino en el mundo. Eso no sucedía hace 25 años, no con la fuerza que tiene hoy la música de Colombia.
SEMANA: Estos fenómenos que usted menciona abren puertas...
C. A.: Tenemos tanta diversidad de músicas. Vi propuestas muy interesantes en el BOmm. Los músicos y las bandas tienen mayor formación, tienen más información, por ejemplo, en temas de derechos de autor, todo el tema digital, eso ha permitido un crecimiento exponencial (...). Pero aún hay muchas barreras para llevar estas músicas que no son mainstream.
SEMANA: ¿Qué barreras?
C. A.: No tener una oficina de exportación de la música en Colombia. Existe mucho en Europa, la mayor parte de países lo tiene. Son organizaciones que facilitan la circulación y la movilidad de los artistas, y el apoyo. Los artistas independientes necesitan siempre un apoyo para poder cruzar el charco.
Sigue siendo un obstáculo el costo de los tiquetes aéreos para salir de Colombia a Europa. También los visados. Son solo algunos de los obstáculos.
SEMANA: Una vitrina importante en Colombia es el BOmm, ¿qué consejos le da a los artistas para que aprovechen estos espacios?
C. A.: El consejo que les doy es que sigan el clúster de la música que tiene la Cámara de Comercio de Bogotá. Hacen una labor maravillosa. Los artistas, managers y gestores no siempre aprovechan estas oportunidades.
También ofrecen buenos programas, invitan especialistas muy duros que pueden ayudar en la orientación de estos proyectos. El artista debe estar enterado de los derechos de autor, de cómo registrar sus composiciones. La Cámara de Comercio tiene muchos programas gratuitos en este aspecto.
SEMANA: Es cierto que el artista sigue su pasión, pero también espera vivir de ella, ¿qué recomendación hace para que los proyectos musicales sean comercialmente visibles y logren ser rentables?
C.A.: Creo que un proyecto se hace comercialmente visible porque un artista verdaderamente hace lo que siente, hace lo que le gusta, compone lo que siente y no lo que está buscando que ‘se parezca a…'.
Creo que todos los artistas tienen una fuente de inspiración. Algo los inspira y eso es muy importante, pero luego debe escudriñar qué es lo que quiere. Cuando se siente seguro, debe buscar los caminos para formarse y aprender de otros artistas que ya han hecho ese recorrido.
SEMANA: En resumen, seguir el propio camino y no colgarse de lo que está pegando.
C. A.: Colgarse a sonidos que están pegados puede ser un error. Hay artistas que me han dicho que quieren llegar a estar al nivel de un artista de hiphop como en Estado Unidos, si es tu visión, camina sobre esa. Si es tu visión comercial, seguir. No hay que pensar “lo mío es muy de nicho”. Siempre habrá modo de exponerlo.
También es clave trabajar en una identidad diferenciada. Luego, comenzar a construir una trayectoria nacional, no puedes pensar en ir al exterior si no has construido una trayectoria nacional.
Otros puntos importantes son cuidar la puesta en escena, tener una voz importante, cuidarla. Todo desde el principio. Hay que reconocer las cualidades y demostrarlas al público, destacar lo que es fuerte. Si hay virtuosismo instrumental, hay que mostrarlo; si hay talento en las composiciones, hay que escribir.