Las paredes del Teatro Jorge Eliécer Gaitán retumbarán por las melodías y sinfonías del célebre pianista y compositor italiano Ludovico Einaudi. Se presentará el 28 de marzo en la capital del país.
Páramo Presenta, la organizadora del evento, señaló que las personas “serán capaces de evocar sentimientos intensos que aportarán una innegable dosis de magia al concierto”. Asimismo, afirmaron que la música del italiano es capaz de mezclar estilos como el pop, rock o folk, creando sonidos nunca antes escuchados para el oído y llevando al público a interiorizarla “hasta el alma” y ser testigos de su talento, el cual lo ha llevado por todo el mundo e ir atrayendo con el pasar de los años a más público.
“Muy emocionado de venir a Sudamérica para algunos conciertos este próximo marzo. Las entradas estarán a la venta a partir del 20 de enero a https://ludovicoeinaudi.com/concerts/”, indicó en su cuenta de Twitter Einaudi, quien se mostró contento por presentarse en el continente. Además de presentarse en Bogotá, también lo hará el 17 de marzo en Río de Janeiro, el 19 de marzo en São Paulo. Luego viajará a Santiago de Chile para presentarse el 22 de marzo, seguirá en Buenos Aires el 25 de marzo y cerrará (luego del evento en el Jorge Eliécer Gaitán) su gira por Latinoamérica en Monterrey el 31 de marzo.
Al hablar de Ludovico Einaudi, se menciona a uno de los pianistas más célebres e influenciadores del último tiempo. Nació en Turín, en una familia de intelectuales y editores. Su padre fue Guilio Einaudi y su abuelo fue Luigi Einaudi, expresidente de la República italiana. Desde niño, desarrolló una pasión prácticamente innata con la música, dado que por sus oídos pasaba la magia que componía su madre en un piano. Fue ella quien le fue pintando el camino, enseñándole a cómo tratar al piano, instrumento que hasta hoy día parece otra extremidad de su cuerpo.
Con el pasar de los años, su familia se trasladó a Milán, ciudad donde se diplomó en composición gracias al Conservatorio de Música Guiseppe Verdi. También tuvo el honor de recibir una beca para el Festival de Tanglewood, cuando conoció y estuvo en contacto durante su estudio con el compositor Luciano Berio.
Su pasión y habilidad con las teclas del piano le fueron despertando una sensación que, aunque estuvo oculta, siempre hizo parte de su ser: la curiosidad. En la década de los 80, se arriesgó a experimentar con otros géneros, para tener una puesta sonora más pulida. Esto le dio la oportunidad de componer para danzas y trabajos multimedia. Su habilidad lo llevó a mezclar las tonalidades vanguardistas con las melodías ancestrales y la música contemporánea.
Escuchar un poco de sus piezas es suficiente para saber que son de él, debido a que en todo lo que hace deja su sello e insignia. Le gusta que lo llamen minimalista, el cual es la categoría que más lo representa. En 2007, fue el único artista de música clásica que participó en la primera edición del iTunes Festival. También ha actuado en el Royal Albert Hall, en el teatro Barbican, en el bulevar Olympia de París, en el Teatro de la Ópera de Kiev, en la Orquesta Filarmónica de Berlín y San Petesburgo, entre otras. Su experiencia y atención al detalle, la sutileza y lo experimental lo ha hecho deslumbrar frente a los ojos y, en especial a los oídos, del público alrededor del planeta.
Ha compuesto para diferentes producciones audiovisuales, tanto de televisión como de cine. Por ejemplo, hizo parte de la banda sonora de Normadland, The Father, Samba, Los intocables, Alexandria, Acquario y en el documental de Mussolini, Churchill e cartoline. La mejor descripción que se puede hacer de él es que ha sido un pianista que ha sabido desempeñarse en el mundo moderno, yendo a la par de las corrientes actuales y sin perder la esencia de lo que implica producir música clásica.