Homenaje
Omar Geles, el artista más completo del vallenato que se volvió exitoso en Latinoamérica cantándole a su mamá
Fue acordeonero, compositor y cantante con más de 30 años de carrera. Uno de los artistas más influyentes del género colombiano partió en las últimas horas tras un paro cardiorrespiratorio.
Mayo pareciera ser un mes premonitorio para el vallenato. Un 26 de mayo de 1957 nació Diomedes Díaz, quien murió de un infarto; y ahora, el 21 de mayo de 2024, se fue Omar Geles, uno de los más grandes compositores, acordeoneros y cantantes de la música vallenata que partió a los 57 años de manera inesperada.
Fueron más de 30 años de carrera que marcaron a distintas generaciones con canciones que cruzaron fronteras, no solo en el país, sino en toda Latinoamérica. Geles tiene en su palmarés el orgullo de haber compuesto una de las canciones más famosas del continente: Los caminos de la vida, que grabó junto al icónico grupo Los Diablitos en 1993 y que cuenta con más de 34 versiones de distintos géneros, entre ellas la de Vicentico, el cantante de Los Fabulosos Cadillacs. Su partida fue lamentada por artistas de todo el continente.
Esa canción se hizo famosa porque tocó el corazón, porque le cantó a lo más esencial de la vida: a su madre, algo que hasta ese momento pocos se habían atrevido a hacer. Doña Hilda Suárez fue la inspiración para ese clásico del vallenato que miles de colombianos y personas en el mundo le han dedicado a sus madres en distintos momentos, pero que también tiene frases en las que recuerda lo difícil y complicado que puede llegar a ser la vida.
“Los caminos de la vida
Tendencias
No son lo que yo pensaba
No son lo que yo creía
No son lo que imaginaba”...
“Por ella lucharé hasta que me muera
Y por ella no me quiero morir
Tampoco que se me muera mi vieja
Pero que va si el destino es así”.
Pero Omar Geles se murió. Y lo más triste, doña Hilda, lo tendrá que enterrar en los próximos días. Como él mismo decía en esa composición: “el destino es así”. Inesperado, como lo fue su muerte.
Precisamente, el pasado segundo domingo de mayo -otra vez mayo- le dedicó a doña Hilda una nueva canción de Día de la Madre. “Usted es una berraquera. Le voy a hacer un regalo de una canción nueva, del Día de las Madres, le voy a hacer un regalo”, compartía Geles junto a su madre sonriente mientras la llevaba al estudio de grabación.
No fue el último show que hizo. Geles, siempre vigente en el vallenato, quien compuso canciones para varios de los artistas del género más importantes, salió el pasado sábado en el estadio El Campín en Bogotá para acompañar a una de las voces más importantes que más interpretó sus letras: Silvestre Dangond, el primer artista en llenar el estadio de la capital. Cantaron A blanco y negro, tal vez la canción más insignia del urumitero, compuesta nada más y nada menos que por Geles. Como homenaje, Omar fue el primero en salir a la tarima en el verso que arranca la composición y en la que lo siguieron una decena de artistas más vestidos de blanco, mientras Silvestre estaba de negro agachado llorando de la emoción.
“Ay, quiero aprender a volar,
y si tú me besas yo toco las nubes.
Ay, quiero aprender a cantar
y si me acaricias le gano a Diomedes”.
En ese momento, Silvestre, sorprendido, voltea y lo abraza, un momento que quedará inmortalizado no solo en ellos dos, sino en los más de 40.000 espectadores que presenciaron esa escena. “Media carrera mía está en tus manos, negro, ¡te adoro, mi negro!”, le dijo Dangond a Geles cuanto terminaron de interpretar ese ya clásico del vallenato. Omar, demostrando su destreza, le contestó con un verso improvisado, sin saber que sería el último que interpretaría.
Durante años, Geles no solo compuso canciones como Hoja en blanco, junto a Los Diablitos, la agrupación insignia que lo lanzó al estrellato junto a Miguel Morales, papá de Kaleth Morales, o como Cómo le pago mi Dios; sino que también es el creador de Tarde lo conocí, una canción que tuvo que ser adaptada para el desamor de una mujer y que inmortalizó con su voz Patricia Teherán, quien ahora espera a Geles en la otra vida junto a Diomedes y otros tantos artistas vallenatos más que también han partido. Geles también compuso la canción más insignia de Pipe Peláez, El amor más grande del planeta. A Silvestre también le compuso: Me gusta, me gusta, la que lo lanzó al estrellato. Y a Peter Manjares le dio Te dejé. Y así, todo un repertorio de clásicos más que decenas de artistas grabaron con su voz.
Geles podría tener un repertorio completo no solo de canciones sino de anécdotas. Con ‘el Cacique’, por ejemplo, hay una icónica que seguramente todo acordeonero ha recordado: “toque el acordeón” le insistía Diomedes a Geles en una presentación subidos de tono. Omar ofuscado, termina de interpretar, deja el acordeón en el piso y se va.
Y es que como si fuera poco, Geles también era un gran acordeonero. Fue rey vallenato del Festival de Valledupar en 1989. También fue actor junto a Carlos Vives, interpretando al acordeonero del artista en la novela Escalona.
Valledupar nuevamente está de luto. Como si la tierra del vallenato no se hubiera podido recuperar de la muerte de ‘mamá Vila’, la mamá de Diomedes Díaz el pasado 14 de mayo, -otra vez mayo- esta vez de nuevo se tiene que congregar a despedir a una nueva leyenda. Poco a poco ya empiezan a llegar artistas, mánager, periodistas y todos los actores del folclor en el que Geles fue un estandarte y al que se le deben más de 30 años de esencia y evolución del vallenato. Pero nada que hacer, así son los caminos de la vida.