FÚTBOL COLOMBIANO
Algunas 'perlas' del fútbol colombiano
Amenazas, escandalosos fallos arbitrales, asesinatos y sobornos son algunos de los hechos que han sido parte de la historia del fútbol colombiano.
El anuncio del presidente de Millonarios de estudiar la posibilidad de que el equipo embajador renuncie a los títulos de 1987 y 1988 por los comprobados nexos entre el extinto capo del narcotráfico Gonzalo Rodríguez Gacha y el club azul recuerda algunos sucesos que han manchado al fútbol colombiano.
El caso de Andrés Escobar
Poco después de terminado el mundial de fútbol de Estados Unidos 1994, en el que el zaguero central hizo un autogol frente al equipo anfitrión y que a la postre significaría la eliminación de la Selección Colombia del certamen, Andrés Escobar fue acribillado en el estacionamiento de una discoteca en las afueras de Medellín tras una discusión con unos supuestos apostadores el 2 de julio del mismo año.
Por el crimen fue condenado como autor material Humberto Muñoz Castro, quien era guardaespaldas de los hermanos Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, reconocidos empresarios que fueron vinculados con el negocio de las apuestas y con el crimen de Escobar, pero que fueron absueltos en el caso.
Asesinato del arbitro Álvaro Ortega
Tras un partido disputado entre el Deportivo Independiente Medellín y el América de Cali en el estadio Atanasio Giradot el 15 de noviembre de 1989, el árbitro Álvaro Ortega fue baleado ese mismo día, donde había fungido como juez central. El encuentro terminó empatado sin goles. Pero días antes Ortega había sido juez de línea en un partido de los mismos equipos disputado en Cali, donde invalidó por fuera de lugar un gol del DIM.
John Jairo Velásquez, alias 'Popeye' y mano derecha del jefe del cartel de Medellín, relató en el documental ‘Los dos Escobar’ cómo Pablo Escobar ordenó el asesinato del juez. "Ese día yo estaba al lado del patrón y América de Cali le ganó al Medellín con la mano del árbitro. Pablo quedó muy ofendido y le ordenó a 'Choco' que buscara al árbitro para matarlo”.
El suceso desencadenó que por primera vez en la historia se suspendiera el campeonato colombiano.
Los dólares de Hernán Botero
El mundo futbolístico se asombró al ver la imagen del entonces presidente del Atlético Nacional, Hernán Botero, agitando un manojo de dólares en la edición del clásico antioqueño disputada el 11 de octubre de 1981.
La expulsión de cuatro jugadores del conjunto verdolaga frente a uno del Deportivo Independiente Medellín fue lo que motivó el accionar del directivo.
Botero declaró en aquel entonces que “fue una forma de protestar por al actuación del árbitro”, aunque luego rectificó y dijo que fue algo que hizo sin pensar por “el entusiasmo y el amor a una divisa”.
Botero tiempo después se convirtió en el primer colombiano en ser extraditado a los Estados Unidos acusado de lavado de activos.
El gol fantasma
El árbitro Manuel Castro en el torneo de 1989 en un partido entre Santa Fe y Pereira concedió como gol una jugada en la que el balón apenas atravesó la línea de las 5 con 50. Pese a las protestas de los hinchas de ambos equipos el juez mantuvo su decisión.
Años más tarde el arbitró confesó en la revista Soho que un mes antes de ese partido había sido sometido a una operación por una fractura de la base ocular (el pómulo y el tabique nasal), y aún en convalecencia fue llamado para dirigir el encuentro.
“Freddy Rincón envió un pelotazo hacia arriba desde mitad de cancha. Corrí intentando seguir el balón pero sentí la garganta reseca y me quedé parado cerca de él. La pelota llegó al área del Pereira, hubo unos rebotes y la recibió Héctor 'Rambo' Sosa. Esquivó al arquero y desde una posición muy sesgada remató al arco. Desde el centro de la cancha vi la línea de gol unida con la línea de 5, 50 y pensé que el balón había entrado”.
Hasta que llegue el empate
En un partido entre Santa Fe y Quindío por el torneo de 1988 en el estadio Centenario de Armenia, tuvo lugar uno de los momentos más absurdos en la historia del fútbol colombiano. El arbitro Luis Fernando Gil dio por finalizado el segundo tiempo solo hasta que el equipo capitalino empató el partido, 13 minutos después de cumplido el tiempo reglamentario, más exactamente al minuto 58, luego de un tanto de Sergio “Checho” Angulo.
Años más tarde cobró fuerza la hipótesis de que detrás del ‘alargue’ habría una gran apuesta en juego. El partido como era de esperarse fue suspendido por que los aficionados del equipo ‘cafetero’ invadieron el campo ofendidos por la decisión arbitral.
Secuestro a un árbitro
En noviembre de 1988, una banda de secuestradores que decía representar a seis equipos del rentado colombiano, retuvo por 20 horas al arbitró Armando Pérez. Al momento de su liberación el colegiado llegó con un mensaje de para todos los árbitros: "árbitro que pite mal será borrado". Aunque nunca se supo quiénes estuvieron detrás del secuestro, siempre se señaló a las mafias de apostadores.
Repetición del partido Nacional – Vasco Da Gamma
Para el compromiso por la Copa Libertadores de 1990, la confederación sudamericana designó una terna uruguaya encabezada por Daniel Cardellino. El partido se disputaría el 29 de agosto, pero los colegiados que llegaron el día anterior al país en horas de la tarde recibieron una llamada que fue contestada por Cardellino. El árbitro, luego de colgar, se dirigió a una cafetería cercana al hotel donde se hospedaba la terna.
Dos días más tarde la terna entregó un informe a la Conmebol donde señaló que habían pitado el partido bajo amenaza de muerte, el partido había terminado 2-0 a favor del equipo colombiano.
El arbitro contó cómo fue abordado por seis hombres en la cafetería de y cómo uno de ellos le había ofreció 20 mil dólares para influir en el resultado del partido.
La Confederación Suramericana de Fútbol decidió repetir el partido en cancha neutral, en Santiago de Chile, donde el equipo verde también se impuso por 1-0.
Tiroteo en el Pascual
En un juego de la Libertadores de 1988 entre América de Cali y el Universitario de Perú se desató una balacera en uno de los palcos del Pascual, tres sujetos llegaron hasta el área de los palcos y comenzaron a disparar contra las personas.
El partido lo ganó el América con un gol agónico a los 88 minutos, recién terminado el encuentro y en medio de la celebración, se desató el tiroteo que dejó cuatro heridos, la policía capturó esa misma noche a las tres personas involucradas, sin embargo, nunca se conoció el motivo del hecho.
¡Cuatro goles en siete minutos!
El sábado 27 de noviembre del 2004, el Real Cartagena se enfrentaba al Valledupar FC en un partido que otorgaba un cupo para la final de la primera B, el Real ganaba el partido 1-0, pero el Cucuta vencía 3-1 al Alianza Petrolera, resultado que dejaba por fuera de la final a los cartageneros.
Para la sorpresa de los asistentes al estadio de Valledupar, faltando cinco minutos para terminar el partido, el Real Cartagena hizo cuatro anotaciones en solo 7 minutos, los dirigidos por Hernán Darío Herrera de forma casi milagrosa conseguían una diferencia suficiente para llegar a la final.
En el 2007 se conoció otra cara de la historia cuando SEMANA reveló las conversaciones entre el conocido jefe paramilitar 'Jorge 40' y un supuesto directivo del Valledupar FC. En la grabación, 'Jorge 40' le informa que tiene disponibles varios jugadores del América y del Real Cartagena para reforzar ese equipo y al final recalcaba que "ellos (los del Real Cartagena) conmigo tienen cierta gratitud".
Penalti ‘mal cobrado’
En 1987 en el clásico capitalino Santa Fe necesitaba ganar para coronarse campeón, en el desarrollo del partido que hasta el momento no tenía goles se dio un penal que fue cobrado por el jugador Jorge Alberto Taverna que fue atajado por el arquero embajador Rubén Cousillas.
Lo extraño de la historia es que Taverna que era un experimentado cobrador de penales cobró el penal tan suave que Cousillas no tuvo ni que estirarse. El partido culminó 1-0 a favor de los azules. Nunca se pudo comprobar nada, pero se dice que el delantero de Santa Fe fue sobornado para que fallara el cobro.
El polémico arbitraje del chileno Silva
El 26 de abril de 1989 en un partido entre Atlético Nacional y Millonarios por la Copa Libertadores nació una de las rivalidades más encarnizadas entre dos equipos que no son de la misma ciudad.
El motivo fue un controvertido arbitraje del chileno Hernán Silva. Nacional con un empate pasaba a la siguiente ronda del torneo continental.
Al minuto 67 hubo un penalti claro de Higuita sobre Iguarán que el chileno no sancionó.
Luego del suceso el partido se le salió de las manos a Silva.
Al final el réferi Hernán Silva fue buscado por los jugadores del equipo embajador que tenían la intención de agredirlo.
'Barrabas' Gómez en el Mundial del 94
El miércoles 23 de junio de 1994, según versiones de El País de Cali, a pocas horas del comienzo del partido entre Colombia y Estados Unidos, se conoció que Francisco ‘Pacho’ Maturana y Hernán Darío recibieron un mensaje desde Colombia. "Oiga, Maturana, escuche bien y anote: Para el miércoles ante Estados Unidos saque a ‘Barrabás’ Gómez y ponga en su lugar al Pitufo De Ávila. Si no lo hace, es hombre muerto".
Maturana al volver de la frustrada experiencia colombiana en el mundial de Estados Unidos renunció al puesto de director técnico de la selección nacional.
Penalti sin entrar al área
El 8 de diciembre de 1988 Millonarios y Santa Fe disputaban una nueva edición del clásico capitalino en la definición del torneo de ese año. Los rojos se fueron arriba con gol de Freddy Rincón, y Millos empató gracias a un tanto en evidente fuera de juego de Arnoldo Iguarán.
En el último minuto del partido se presenta un contragolpe para los embajadores: Rubén Darío Hernández recibe el balón y es derribado por Wilmer Cabrera varios metros afuera del área. El árbitro, Ramiro Rivera, se dirige al lugar de la falta, observa el terreno y, ante la incredulidad de los miles de aficionados, decreta tiro penal. Cobra Mario Vanemerak para darle el 2-1 a favor de Millonarios, que a la postre se consagra campeón de ese año y obtiene su estrella 13, hoy puesta en tela de juicio por los propios directivos de ese club.