Tres décadas después del mítico enfrentamiento entre Garry Kasparov y Anatoli Karpov, el Campeonato Mundial de Ajedrez vuelve a ser noticia. La razón es sencilla y tiene nombre propio: Magnus Carlsen, la nueva superestrella del deporte. El noruego de 22 años, que gana 1 millón de dólares al año y tiene varios contratos de publicidad con marcas de lujo, está disputando en este momento el campeonato contra el campeón reinante y anfitrión, el indio Viswanathan Anand, de 43 años.
El torneo, que empezó el 7 de noviembre y terminará el 28, se está jugando en Chennai, en el sur de India. Los contrincantes disputarán 12 partidas y en caso de tablas jugarán una serie de enfrentamientos rápidos para determinar el vencedor. Al cierre de esta edición, Anand y Carlsen se habían enfrentado cuatro veces y habían empatado en todas las ocasiones. Los pronósticos apuntan a que el ganador será Carlsen, a quien muchos ven como uno de los jugadores más sólidos de la historia.
La relación entre Carlsen y el ajedrez empezó en 1998, cuando el noruego tenía 8 años. Entonces sus padres notaron que su hijo tenía una memoria impresionante: podía recitar sin problemas todos las provincias, las capitales y las poblaciones de Noruega.
Tenía la capacidad de concentrarse en algo por horas y memorizarlo para siempre. Un día vio que su hermana mayor jugaba ajedrez y le pidió que le enseñara. Motivado por el deseo de superarla, empezó a estudiar el juego y en pocos días ya la vencía sin siquiera mirar el tablero, una habilidad usual entre los mejores.
Su nombre empezó a sonar en 2004, cuando se convirtió en gran maestro (la categoría más alta del ajedrez) con apenas 13 años: el más joven de la historia. Ese año Carlsen también logró empatar una partida con Kasparov, el número uno del mundo entre 1986 y 2005.
Desde entonces la carrera del escandinavo tomó vuelo de forma meteórica. Empezó a ser invitado a los torneos más prestigiosos y poco a poco derrotó a los mejores jugadores de la época, incluido Anand, a quien venció por primera vez en 2006. Su precisión, capacidad de análisis y talento natural –casi nunca entrena– lo volvieron en pocos años una fuerza arrolladora y en la imagen de la nueva generación del ajedrez.
“Con su capacidad de ganar sin esfuerzo, su inmenso talento y su espíritu de guerrero, solo le falta entrenar hasta no poder más para asegurar un lugar en la historia”, comentó Kasparov sobre la joven promesa, a quien asesoró unos meses en 2009.
En enero del año siguiente, Carlsen se convirtió en el número uno más joven de todos los tiempos y unos meses más tarde superó la barrera del ranking impuesta por su antiguo profesor, un logro que nadie consideraba posible.
Hoy todos le tienen miedo a Carlsen, menos Anand, uno de los pocos jugadores que todavía tiene un récord positivo contra él. De 33 enfrentamientos, el indio ha ganado seis partidas mientras que el noruego apenas tres. Anand empezó a jugar ajedrez a los seis años. Poco después se mudó con su familia a Filipinas por un tiempo.
Allí vio un programa de televisión de ajedrez que le pedía a los espectadores que enviaran respuestas para ciertos problemas. Al cabo de unos meses Anand había solucionado tantos que recibió una llamada de la cadena para que dejara de enviar las respuestas.
Durante los noventa, el indio se convirtió en el rival principal de Kasparov y rozó varias veces el campeonato mundial. Finalmente logró su sueño en 2000, pero el título solo le duró dos años. Luego, en 2007 le arrebató la corona al ruso Vladimir Kramnik, quien unos años antes había destronado a Kasparov. Desde entonces Anand defendió su título con éxito en tres ocasiones. Ahora el indio busca mantener su corona por cuarta vez consecutiva. Pero enfrenta al reto más duro de su vida: vencer al genial Carlsen.
Las grandes batallas de la historia
La historia del ajedrez ha estado marcada por grandes rivalidades. Estas son algunas de ellas.
Alekhine contra Capablanca (1927)
Para sorpresa de todos, el ruso Aleksandr Alekhine se convirtió en el campeón del mundo al vencer al cubano Raúl Capablanca, ese momento considerado el mejor.
Botvinik contra Tal (1960)
El padre de la escuela soviética de ajedrez, Mijaíl Botvinik, perdió por un año la corona a manos del extrovertido y agresivo Mijaíl Tal.
Spassky contra Fischer (1972)
En plena Guerra Fría, el soviético Boris Spassky y el estadounidense Bobby Fischer y jugaron ‘la partida del siglo’. Fischer ganó y no volvió a jugar en 20 años.
Kasparov contra Karpov (1984-1990)
En los ochenta,Garry Kasparov y Anatoli Karpov (las dos K) se enfrentaron cinco veces. La primera fue interrumpida y en las otras ganó Kasparov.
Kasparov contra Deep Blue (1997)
En “el más espectacular duelo de la historia” la computadora de IBM le ganó por un margen mínimo al campeón del mundo.
LAS PROMESAS COLOMBIANAS
Según el presidente de la Federación Colombiana de Ajedrez, Luis Ramón Pérez Carrillo, estas son las tres esperanzas más grandes del ajedrez del país.
Paula Rodríguez (17 años)
La cadete de Fusagasugá pertenece a la liga de las Fuerzas Armadas. Ha ganado tres campeonatos nacionales, dos panamericanos y quedó en el sexto lugar en el Mundial sub-20, en Turquía.
Joshua Ruíz (16 años)
Hijo de un ajedrecista, el joven bogotano está a punto de convertirse en gran maestro, la categoría más alta del ajedrez. El año pasado ganó el Campeonato Centroamericano sub-20.
Laura Domínguez (14 años)
La joven, nacida en Palmira, es maestra Fide, el tercer rango más alto. En su repisa de trofeos ya tiene dos campeonatos panamericanos sub-14 y dos nacionales, uno sub-14 y el otro sub -16.