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Así Pelé pasó de ser lustrabotas a rey del fútbol mundial

Este 29 de diciembre falleció en una clínica en Sao Paulo a la edad de 82 años.

30 de diciembre de 2022
En imágenes : La leyenda del fútbol brasileño Pelé
En 2000, la Fifa proclamó a Pelé como el futbolista del siglo XX. | Foto: AP

Todo comenzó a 500 kilómetros de esta ciudad portuaria, en Bauru. Fue allí, en esta ciudad del interior del estado de Sao Paulo, donde creció Edson Arantes do Nascimento, nacido el 23 de octubre de 1940 en Tres Corazones, en el vecino estado de Minas Gerais.

Pelé fue educado por doña Celeste y Dondinho, un exfutbolista que abandonó muy joven el profesionalismo por una lesión en la rodilla.

Mientras ello, fue moldeando y puliendo su técnica en clubes más o menos informales durante “peladas”, aquellos partidos en un terreno baldío o en la calle donde echan raíces la alegría del juego y el arte del ‘futebol’. Allí, en estas calles fue donde el mismo Pelé sacrificó sus horas de partidos callejeros para dedicarse como lustrabotas y así ayudar económicamente a su familia.

El nacimiento del rey

Cuenta la leyenda, es decir, el “Rey” mismo, que vio a llorar a su padre el día del Maracanazo cuando Uruguay ganó la Copa del Mundo de 1950 derrotando a Brasil (2-1) en Río de Janeiro, y para consolarlo el pequeño ‘Dico’, como le decían a Pelé, le prometió ganar un Mundial.

Sin embargo, tiempo después, el 8 de agosto de 1956, siendo solo un niño tímido y enfermizo de 15 años, llegó a Santos. Poco menos de dos años después, Pelé le regaló a Brasil su primera Copa del Mundo y empezó su coronación como ‘Rey’. El mito nació en la adolescencia.

Pelé resplandece, al extremo: para su primer partido con el equipo de Radiun, anotó ocho goles que emocionaron a la Liga de Fútbol Amateur de la ciudad. Como cuenta el periodista Luiz Carlos Cordeiro en su libro “Pelé de Bauru” (1997), la Liga le prohibió ir más allá de la línea media... ¡para no matar el torneo!

El Bauru AC (BAC), el gran club de la ciudad, incorporó al prodigio en su equipo juvenil, el “Baquinho”, que con su goleador compulsivo se paseaba en las competiciones durante varios años. El preadolescente aparece en los periódicos locales.

De frágil porte en su juventud, el ‘Rey’ se estrenó en La selección brasileña frente a Argentina por la Copa Roca, en 1957, jugado en el mítico Maracaná de Río de Janeiro. En el segundo tiempo dejó el banco y anotó un gol, pero sin evitar la derrota 2-1.

Y luego vino el Mundial de 1958, en el que cumplió un sueño y una promesa de niño. “En la final de la Copa del 50, Brasil perdió ante Uruguay y mi padre quedó muy afligido. Cuando lo vi en lágrimas le pedí que no llorara más, porque yo iba a ganar una Copa del Mundo para él”, solía contar.

Su figura se proyectó también en la conquista del bicampeonato, en Chile-1962. Aunque aquella vez, por una lesión, cedió el estrellato al espectacular Garrincha.

Ocho años más tarde tendría su revancha en México, Brasil fue eliminado en la primera ronda en Inglaterra-1966, donde Pelé fue molido a golpes, cuando la que se considera la mejor selección de fútbol de la historia se consagró tricampeona.

Allí, en el estadio Azteca, junto a astros como Rivellino, Jairzinho o Tostao, Pelé hizo definitiva su corona de rey a fuerza de goles y lujos.

El 19 de noviembre de 1969, en el Maracaná, ‘O Rei’ marcó de penal ante el Vasco da Gama su celebrado milésimo gol, una cifra cuestionada porque incluye anotaciones en juegos no oficiales.

Ya en 1981 el periódico deportivo francés L’Equipe le había concedido el título de Atleta del Siglo, ratificado también en 1999 por el Comité Olímpico Internacional (COI).

En 2000, la Fifa lo proclamó futbolista del siglo XX basado en la opinión de especialistas y federaciones. Otra votación popular, impulsada también por el máximo rector del fútbol, proclamó al argentino Diego Armando Maradona.

*Con información de AFP.