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Barcelona no aprovechó el favoritismo ante el Galatasaray en la Europa League
El equipo español dejó abierta la llave ante los turcos en el certamen internacional.
Durante la presente semana, los partidos de ida de los octavos de final de la Europa League han llamado la atención del mundo del fútbol y, sin ninguna duda, la presencia del Barcelona en la competencia hace aún más atractiva la disputa de la parte decisiva del campeonato que consagrará un campeón a final del temporada.
En la tarde de Colombia y noche de España, durante este jueves (10 de marzo), el siempre favorito Barcelona recibía la visita de su rival turco, Galatasaray, ambos con la firme intención de sacar ventaja en el primer juego de la llave y siendo el local en el Camp Nou, el llamado a realizar una tarea destacada por los jugadores que mantiene en su plantilla.
Un marco de noche muy futbolera se vivió en Europa, con dos equipos que intentaron ser propositivos desde su planteamiento de juego, pero que terminaron quedándose cortos con las acciones puntuales de peligro sobre el arco rival, sentenciando así un resultado que deja abierta la serie para el próximo jueves 17 de marzo, en donde ambas escuadras deberán dar algo más de su potencial y así sacar la ventaja que les permita convertirse en uno de los ocho equipos clasificados a los cuartos de final.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona) March 10, 2022
El FC Barcelona empató con el Galatasaray (0-0) en el duelo de ida de los octavos de final de la Liga Europa, en un duelo sin chispa en el Camp Nou pese a dominar a un equipo turco en el que brilló su portero, un Iñaki Peña cedido por el Barça y que reivindicó el ser la competencia de Ter Stegen la siguiente temporada, dejando todo abierto para la vuelta en Estambul.
El Barça no estuvo muy acertado, pero todo disparo que fue entre los tres palos se topó con un enorme Iñaki Peña, seguro muy motivado y para nada superado por una posible presión extra. Y tuvo el Barça uno que otro gol en sus acciones, anuladas por el meta rival.
Con este empate sin goles, todo queda abierto para la vuelta en el Ali Sami Yen. En este duelo de ida, el Barça se fue de cara con un exceso de euforia que se olía en la previa por el buen momento del equipo, juntado con el pésimo momento del rival en su liga turca y con el haber eliminado al Nápoles con buen juego. De todo ello, a un juego más bien tosco, gris, para empatar.
No habrá partido de relajación en Turquía. No habrá lugar a grandes rotaciones. El Barça tendrá que ir a ganar a feudo rival para seguir vivo y pasar a cuartos de esta Europa League. Y es que en el primer encuentro nada salió bien. Fue valiente Xavi, no paró de modificar esquemas, pero ni el ‘efecto Luuk De Jong’ se activó esta vez. El frontón se quedó en eso, en un Galatasaray sacando bien el agua que le entraba.
No le gustó la primera parte a Xavi y el de Terrassa decidió ser valiente, apostando por un triple cambio. Visto que Mohamed flotaba a Araujo y cubría a Eric García para dificultar la salida de balón del Barça, Piqué entró por el uruguayo para tener dos centrales con toques y desarmar ese ‘truco’ de un Domènec Torrent que demostró conocer el ‘ADN Barça’.
También entraron Ousmane Dembélé, para enloquecer el encuentro y mirar si la ruleta rusa que suele ser su juego era positiva, y un Sergio Busquets para dar juego y control a un centro del campo que, como todo el Barça, estuvo demasiado plano, demasiado previsible, sin encontrar una vía directa a una meta, bien defendida, por Iñaki Peña.
Los cambios hicieron efecto, pero no el suficiente. El Barça mejoró tras el descanso, siguió poniendo a prueba a Iñaki Peña y estuvo más activo, más incisivo, sobre todo desde una banda derecha donde Adama Traoré fue el mejor. Sorprendió su cambio, dando entrada a Luuk De Jong, cuando quedaban 10 minutos para intentar poner más balones al área. Xavi, cuanto menos, no se quedó quieto y miró de mil maneras distintas acabar con una resistencia otomana que fue infinita.
*Con información de EuropaPress.