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Barcelona, Real Madrid y Juventus no desisten de la Superliga y denuncian “amenazas” de UEFA
En la víspera, el organismo anunció una serie de sanciones contra clubes que intentaron crear la Superliga europea.
El Barcelona, el Real Madrid y la Juventus defendieron este sábado la puesta en marcha de la Superliga, denunciando las “amenazas” de la UEFA, que el viernes sancionó a los otros nueve clubes en el origen de este proyecto que se opone a la Liga de Campeones.
Tras la retirada de los otros clubes, Barcelona, Real Madrid y Juventus “perseveran en la búsqueda de soluciones adecuadas, a pesar de las inaceptables presiones y de las amenazas por parte de la UEFA”, según un comunicado publicado por los tres clubes.
El baile de comunicados intimidantes se ha reanudado menos de tres semanas después de que comenzara la guerra abierta entre la confederación europea y los doce clubes secesionistas, que aspiran a lanzar una competición con grandes ingresos económicos para sus miembros, la ‘realeza’ del fútbol europeo.
‘Postura incoherente e inconsistente’
Unas 48 horas después de su lanzamiento, que provocó una ola de indignación entre directivos, políticos y aficionados, nueve clubes se bajaron del barco, por lo que se consideró que el proyecto había sido fallido.
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“Lamentamos profundamente que nuestros amigos y socios fundadores del proyecto de la Superliga se encuentren inmersos en una postura incoherente –e inconsistente– tras asumir en el día de ayer ciertos compromisos con UEFA”, añadieron.
La UEFA anunció el viernes una serie de sanciones, principalmente económicas, a los nueve clubes que anunciaron su retirada (Tottenham, Arsenal, Manchester City, Manchester United, Chelsea, Liverpool, Atlético Madrid, Inter de Milán y AC Milán), tras un acuerdo en el que se “disculparon” y reconocieron “un error”.
Los nueve clubes ‘arrepentidos’ deberán, principalmente, renunciar al 5 % de los ingresos por su participación en las competiciones europeas durante una temporada, además de hacer una donación “agregada” de 15 millones de euros (18,2 millones de dólares) para las “comunidades locales” del fútbol europeo.
Aceptan también el pago de una multa de 100 millones de euros (121,5 millones de dólares) si algún día buscan disputar una competición “no autorizada” y una multa de 50 millones de euros (60,8 millones de dólares) por toda otra ruptura de sus compromisos.
Estos nueve clubes se unirán de nuevo a la Asociación Europea de Clubes (ECA), que abandonaron en el momento de la ‘rebelión’, a la vez que deben “tomar todas las medidas” para romper con sus antiguos socios de la Superliga europea en lo referente a ese proyecto.
“Esos clubes reconocieron sus errores rápidamente y tomaron medidas para demostrar su ‘contrición’ y su compromiso con el fútbol europeo”, señaló el presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin, en un comunicado.
Se trata de las primeras sanciones oficiales contra los clubes secesionistas, que incendiaron el fútbol europeo el 19 de abril al anunciar su proyecto de Superliga casi cerrada. Ante el gran rechazo social, político y deportivo, el proyecto se vino abajo apenas dos días después, motivando una cascada de renuncias de la mayoría de clubes impulsores del proyecto.
La confederación europea añadió que se reserva “el derecho de tomar todas las medidas que considere apropiadas contra los clubes que han rechazado hasta el momento renunciar” a su proyecto privado, refiriéndose a Real Madrid, Barcelona y Juventus.
Los tribunales
En su comunicado de este sábado, estos tres clubes estiman que están en su derecho de lanzar la competición afirmando que “los tribunales ya se han pronunciado a favor del proyecto de Superliga”.
Los clubes se referían al Tribunal de Comercio de Madrid, que ordenó a FIFA y UEFA en un procedimiento de urgencia del 20 de abril “abstenerse de adoptar toda medida o acción” que perturbara la preparación de la nueva competición, “prohibiendo que tomaran medidas disciplinarias u otras sanciones”.
Comunicado Oficial.#RealMadrid
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) May 8, 2021
En el fondo, los tres clubes defienden el objetivo de su iniciativa, que no es otro que “aportar soluciones a la situación insostenible que atraviesa actualmente la familia del fútbol”, por lo que “reformas estructurales son indispensables”.
Reconocen ser “plenamente conscientes de la diversidad de reacciones, en muy diversos ámbitos, que ha producido la iniciativa de la Superliga y, en consecuencia, de la necesidad de reflexionar sobre los motivos que han generado dichas reacciones y reconsiderar el planteamiento propuesto en lo que resulte necesario”.
“Sin embargo, incurriríamos en una grave irresponsabilidad si, siendo conscientes de las necesidades y crisis sistémica del sector del fútbol, circunstancia que nos llevó a anunciar la Superliga, abandonáramos nuestra misión de aportar soluciones eficaces y sostenibles”, añadieron en un extenso comunicado.
Finalmente, reiteraron su disponibilidad para “debatir” con las instancias dirigentes, “en el respeto y sin presiones intolerables”.