Brutal golpiza de varios futbolistas a un árbitro en Colombia

“Sentir que podés perder la vida en cuestión de segundos es una cosa loca”, el relato de Pablo Ramos, árbitro afiliado a AVAF, Asociación Vallecaucana de Árbitros, es la muestra de la salvaje agresión que sufrió por parte de varios futbolistas y el cuerpo técnico del equipo Inmoventas que el pasado domingo enfrentó a Macondo en la primera fecha de los cuadrangulares de la Liga de Fútbol Aficionado en la Cancha La Troja Vía Pance, Santiago de Cali, Valle del Cauca.

Según relató el periodista Juan Cortés del medio Tiempo de Hincha, el juego lo ganaba Inmoventas 1-0 con gol de tiro penal. Posteriormente, empató Macondo con jugada de pelota quieta y en un rebote que terminó en gol.

“Desde ahí hubo las primeras recriminaciones acompañadas de insultos al juez de línea. Es el inicio de lo que después estallaría”, relató en un hilo en sus redes el comunicador, quien ese día oficiaba como fotógrafo del partido.

“90 + 1: Un remate largo que le hace un extraño al arquero, queda la duda si el balón ingresa o no. El todo es que el juez de línea levanta la bandera para señalar el gol que desató la ira desmedida de los jugadores de Inmoventas, que sin medir detalles, atacan al juez de línea Giovany Posada. Patadas, puños en su humanidad. Los jueces de las otras canchas de La Troja, intentan auxiliar a su compañero. En la foto, el juez Luis Erazo recibe una brutal golpiza de más de 6 integrantes del equipo Inmoventas”, describe con fotos en el post.

El juez de línea salvajemente atacado recibió el respaldo de colegas como Pablo Ramos, quien fue el que soportó la peor parte. Según Juan Cortés, recibió una masiva golpiza. “El juez Pablo Ramos fue el más afectado, con fractura de mandíbula y a la espera de intervención quirúrgica producto de los golpes, pisotones y patadas que recibió en su mayoría estando en el piso”, puso en su Twitter oficial.

SEMANA intentó contactar al profesional del arbitraje que aún espera ser intervenido quirúrgicamente, pero no fue posible, pues está en un centro médico cumpliendo exámenes médicos y en constante revisión para descartar mayores lesiones.

Sin embargo, SEMANA habló con Julián Ayala, presidente de la Liga de Fútbol Aficionado, quién relató lo sucedido el pasado fin de semana. “Este domingo en la primera fecha de los cuadrangulares finales tuvimos un enfrentamiento en la cancha y hubo una jugada dudosa en el 90+1 porque no se sabe si entró o no y el línea determina que es gol, lo que puso el partido a favor de Macondo. El arquero del equipo que estaba en desventaja reclama de manera un poco violenta y empezó el problema”, relató.

El presidente de la Liga de Fútbol Aficionado, quien mostró su solidaridad con el árbitro afectado y desde la entidad emitieron un comunicado, ha estado pendiente de su salud y se refirió a los momentos de tensión que se generaron durante la pelea que, incluso, causaron desmayo al juez.

“El comisario de campo trata de evitar la agresión física, lo mismo el juez central, y se acaloraron más los ánimos, cuerpo técnico y jugadores se meten a la pelea y Pablo recibe un golpe en la cara tan fuerte que se desmaya. Los paramédicos prestan los primeros auxilios para recuperar la conciencia y es trasladado a un centro médico”, recordó, y agregó que “tiene que ser operado a la espera de que se programe la cirugía, mientras tanto está en exámenes médicos para revisar que no tenga más lesiones producto de las patadas”.

La AVAF, Asociación Vallecaucana de Árbitros y la Liga de Fútbol Aficionado mantienen las mejores relaciones y desde la liga se están tomando las medidas disciplinarias con fuertes sanciones a Inmoventas. Respaldan a la terna arbitral.

“Al equipo que agredió al árbitro, ya nos reunimos los directivos de la liga para con el comité disciplinario tomar ciertas medidas y determinamos expulsar al equipo del campeonato y a los jugadores y cuerpo técnico tienen una sanción de cinco años y el club como tal tiene una sanción de tres años, ni usar el nombre del equipo en las competiciones afiliadas a la liga”, confesó a SEMANA.

Mensaje de Pablo Ramos en redes sociales

Mientras espera por la cirugía, el árbitro salvajemente agredido relató a través de su Facebook lo vivido: “Para los que me conocen y para los que no, lastimosamente si ese arbitro que sale en camilla soy yo, sentir que podés perder la vida en cuestión de segundos es una cosa loca. Al momento sentí que me cortaron las alas, que me frenaron un proceso que este año venía en alza y me venía destacando después de tantos años. Los que me conocen saben como amo yo estar en un campo de fútbol con el silbato y las tarjetas. A los que me han llamado tengo movilidad reducida en la mandíbula, ya que como no me han podido operar debo reducir al máximo el esfuerzo de hablar y hasta lo que más me gusta en la vida que es comer. Voy a volver, sí. Voy a volver más fuerte y aunque ahora siento más que rabia una frustración muy grande, voy a volver porque mi fuerza de voluntad nadie me la quita y mi alegría va a aumentar a un 200 %. A los que me han llamado y no les he podido contestar espero me entiendan y tengan un poco de paciencia, ya que no puedo hablar, y como me preguntó alguien: ¿volvería a arbitrar? Mi respuesta es: el arbitraje es una pasión que pocos entienden”.

La Liga de Fútbol Aficionado se creó hace dos años para fomentar espacios a nivel competitivo. En Cali tienen como objetivo la categoría élite y la categoría B, que es el torneo de ascenso. Cada años descienden dos clubes y suben dos más. El torneo tiene una duración de 6 meses, con competencia cada fin de semana.