PERFIL
Cinco carreras inolvidables de Supermán López, el colombiano que brilla en el Tour
¿Por qué el único colombiano que permanece en el top 5 del Tour de Francia es uno de los mejores ciclistas del país? Estos episodios demuestran que sus victorias son tan espectaculares como su apodo.
Cuando se estaba enfrentando en su bicicleta a los últimos tres kilómetros de la etapa 17 del Tour de Francia 2020, es probable que Miguel Ángel López haya pensado en alguna de las subidas de su tierra. El Everest, El Crucero... o cualquiera de esas subidas que llegan hasta las montañas que rodean el lago de Tota y que en puntos específicos tienen pendientes que superan el 20 por ciento –igual que en el Col de la Loze, en los Alpes franceses– eran suficientes para olvidarse de que detrás de él, a 30 metros, venían Roglič y Pogačar, esos dos ciclistas eslovenos que parecían invencibles.
El final fue como coronar uno de esos puertos. Sintió alivio. Porque solo se puede sentir eso después de pedalear durante más de cuatro horas seguidas. Y emoción. Porque era su primera etapa en un Tour de Francia, era la etapa reina –que subía a una estación de esquí a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar– y la lograba en su primera participación en la ‘gran vuelta’ más importante del mundo.
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Por eso, cuando se bajó de la bicicleta y le pusieron la cámara de televisión, quedó al borde de las lágrimas: “Dos mil metros (de altitud) es como estar en casa”, dijo conteniéndose. “Hemos estado de inicio a fin ahí, en la lucha, y la verdad nos lo merecemos”.
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Miguel Ángel López, de 26 años, nacido en Pesca –un pueblito de Boyacá a media hora en carro de Tota y Sogamoso–, está acostumbrado a las emociones extremas: mientras todos los ciclistas miran sus potenciómetros para controlar su fuerza, él busca la manera de pararse en pedales y marcar una diferencia que ponga a temblar el pelotón.
También tiene la suficiente sangre fría como para buscar segundos en los descensos. En una entrevista, en mayo de este año, el comentarista de ESPN Mario Sabato le dijo que él era un ciclista de los setenta que había nacido en la época equivocada, y López le contestó que sí: “Me gusta ponerle picantico al ciclismo, la emoción. Porque se está perdiendo: todos los corredores vamos con los computadorcitos, y no damos el cien por cien en los ataques”.
Esa intensidad contrasta con sus raíces: antes de ser ciclista, López se dedicaba a dos cosas, estudiar en Pesca y trabajar en la tierra que tenía su familia. Aprendió la vida en el campo de su papá y por eso sabe cómo cuidar un cultivo de hortalizas y cómo ordeñar una vaca. Todavía disfruta del campo y por eso no es extraño que en su Instagram aparezcan fotos de sus caminatas a lugares recónditos en el páramo.
Le dicen Supermán porque antes de su primera carrera “seria”, la Vuelta a la Juventud 2011, se enfrentó a dos atracadores en Sogamoso que querían quitarle su bicicleta. Tenía 17 años. Y aunque logró quitarle el arma a uno, el otro lo apuñaló dos veces en una pierna. No le robaron la cicla y a los veinte días ya estaba participando en fugas de montaña. Quedó en el puesto 15 de la general, un desempeño tan sobresaliente para un novato en recuperación que le comenzaron a decir “Supermán”.
Casi diez años después, con su uniforme azul celeste, el del Astana, Supermán puede decir que ha sido el protagonista de algunos de los momentos inolvidables del ciclismo colombiano.
1. Tres en uno: el Tour de l’Avenir 2014
Tenía 20 años, era su primera visita a Europa y se quedó con el Tour, la etapa reina y la clasificación de montaña. López consiguió el liderato en la cuarta etapa, justo cuando comenzó la montaña, en los Alpes, y mantuvo la camiseta amarilla durante tres días. Los resultados hablan por sí solos: Supermán consiguió siempre buenos lugares en la clasificación de la montaña, estuvo siempre al frente cuidándose de sus rivales y, en la última etapa, atacó al final y se quedó con la victoria en un embalaje. Quería quedarse con todo, y lo logró: unas semanas después firmó con el Astana. Entonces comenzó su carrera internacional.
2. Sin dientes: la Vuelta a España 2016
La primera ‘gran vuelta’ de López lo recibió como un favorito: en 2016 –el año en que estuvieron en el podio Nairo Quintana y Esteban Chaves– ya era él uno de los jefes del Astana. En la etapa 3, justo antes del primer puerto de alta montaña, tuvo un accidente en el que perdió algunos dientes; sin embargo, siguió pedaleando y pudo resistir hasta la etapa 6.
No ha sido el único accidente de Supermán: antes de llegar a Europa tuvo lesiones que lo llevaron incluso a pensar en abandonar el ciclismo. Luego, en el Tour de Suiza de 2017 se fracturó una mano en una caída y volvió a perder algunos dientes. Todo eso por no hablar del susto que tuvo en la etapa 2 del Tour de Francia 2020, cuando en un descenso perdió el control por el pavimento húmedo y se estrelló contra una señal de tránsito, sin consecuencias más graves que la decisión de no intentar ninguna fuga. El dolor, como para cualquier ciclista, forma parte de la carrera de López: “Cuando trabajas en el campo desde niño, como nosotros, el dolor es una cosa chiquita de todos los días”, le dijo López al escritor de ciclismo Matt Rendell en su libro Colombia es pasión. “Si experimentas lo peor cuando eres pequeño, te cortas con un machete, te patea una vaca, aprendes que la vida es dura y dejas de preocuparte por eso”.
3. Su primera etapa en una ‘grande’
Fueron 1,5 km de pelea. Por un lado, Supermán López. Por el otro, el inmenso Chris Froome. Supermán había trabajado con Contador y Froome para alcanzar la cabeza de carrera, donde iba Esteban Chaves, antes de la meta de la etapa 11 de la Vuelta a España en el Observatorio de Calar Alto, un lugar a 2.100 metros de altitud en las montañas de Andalucía. Y cuando lo alcanzaron, siguieron de largo. Supermán aprovechó que Nibali intentó atacar para lanzar un pique demoledor que dejó plantado a Froome. En el video, Froome se ve sufriendo, López se distancia en medio de la niebla y termina sacándole 15 segundos de ventaja al inglés, que en ese momento era campeón del Tour de Francia.
4. Su firma en las clásicas
¿Cómo olvidar el pulso entre Miguel Ángel López y Michael Woods en la última subida de la Milan-Turín en 2016? Supermán venía de ganar el Tour de Suiza –y de haber perdido sus dientes en La Vuelta– y quería terminar la temporada con un golpe de autoridad. Entre él y Woods había bastante diferencia, pero López logró escaparse del pelotón sin arrastrar a nadie, alcanzó a Woods en las rampas de 14 por ciento del Superga y le puso el ritmo. Cada vez que el canadiense atacaba, López se quedaba unos metros, aceleraba para alcanzarlo e imponía el paso. Hasta que faltando 700 metros para la meta, López lo dejó ilusionarse y después de la última curva lo dejó plantado. Fue como un baile. Y lo hizo ver fácil.
5. El mejor año de su carrera... hasta ahora
La etapa 20 del Giro de Italia 2018 fue el principio del mejor año de López. Ese día comenzó cuarto en la general, pero fue el Astana, equipo que aprovechó la debilidad de Thibaud Pinot –el tercero en la general– para imponer un ritmo fuerte que lo sacara del juego y, luego, en la escalada final, Supermán resistió los demoledores ataques que le hizo Richard Carapaz para quitarle la camiseta blanca del mejor joven. Fue su primer podio en una gran vuelta y el inicio de un gran año: tres meses después, en Madrid, también estuvo en el tercer puesto de la Vuelta a España.
Con el triunfo del miércoles en el Tour, Supermán se acerca a un título que lo haría entrar en un selecto grupo de ciclistas que han logrado ocupar el podio de las tres grandes. Es muy probable que lo logre: tiene todo para defender el tercer puesto o, incluso, para disputar un segundo lugar.