Mundial Femenino 2023: Federación de Fútbol acusa de "discriminación" a la Fifa

La semana pasada, Colombia recibió la peor calificación de las tres candidaturas dentro de la evaluación realizada por la Fifa para organizar la Copa Mundial femenina de 2023. La federación informó el miércoles que la candidatura conjunta de Australia y Nueva Zelanda obtuvo la mejor calificación.

La candidatura oceánica registró 4,1 puntos de un máximo de cinco, al evaluar su proyecto para el primer Mundial femenino con 32 equipos. Japón recibió un 3,8 y Colombia quedó con 2,8, aunque podrá seguir bajo a consideración del Consejo de la Fifa, que seleccionará la sede el 25 de junio. Cada uno de los votos de los 37 miembros del panel se hará público.

Una semana después, la Federación Colombiana de Fútbol y la Conmebol respondieron duramente con una carta al ente rector del fútbol mundial en la que señalan que hubo discriminación en esta evaluación del Comité Técnico.

“El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, le enviaron una carta a los miembros del Consejo de la Fifa, en referencia a la elección de la sede de la Copa Mundial Femenina de 2023”, dice el comunicado.

El documento dice que "el día 10 de junio de 2020 hemos recibido con sorpresa el informe técnico cuyo prefacio está suscrito por Fatma Samoura, secretaria general de la Fifa. En el documento, la administración de la Fifa saca algunas conclusiones erradas y discriminatorias sobre tres aspectos de vital importancia para la puntuación de nuestra candidatura".

De acuerdo con los autores, esta misiva “busca poner a consideración de todos ustedes los errores de concepto que contiene el informe y demostrar que Colombia no solo está lista para recibir este evento, sino que además es el lugar ideal para realizarlo con miras a catapultar definitivamente el fútbol femenino a nivel global".

En el texto se refutan varios aspectos de la evaluación de Colombia como la seguridad, la infraestructura y los aspectos comerciales en donde sus contendores tuvieron mejor calificación.

Seguridad:

"Si bien el terrorismo nacional se ha reducido considerablemente, sigue existiendo preocupación respecto a los posibles efectos de la criminalidad en las partes implicadas en el torneo", señalaba la evaluación.

Frente a esta afirmación, la carta dice que se "trata de una afirmación dolorosa para colombianos y sudamericanos, ya que solo se apoya en arraigados prejuicios que desconocen los procesos de paz, que ya llevan muchos años avalados por múltiples organismos internacionales".

Además, la comunicación asegura que se refleja "ignorancia en relación con la situación de Colombia y también desinterés por realizar al menos una mínima búsqueda de la situación actual en la que se encuentra este país".

Salud, servicios médicos y control de dopaje:

En el reporte del comité organizador dice que "los hospitales colombianos por lo general no prestan unos servicios de urgencias conformes con los servicios sanitarios internacionales, por lo que los pacientes con cuadros graves podrán tener que ser evacuados a otro país".

A lo que se responde: “Esta afirmación es ofensiva. Los mejores hospitales de Bogotá, Medellín y Cali se encuentran entre los más avanzados de Sudamérica”.

Además, el comunicado de la Conmebol y la Federación señala que Colombia debería ser sede porque “el torneo femenino es uno de los más exitosos del continente, con 20.600 jugadoras y una media de asistencia de 28.000 espectadores”.

En este punto, la información no podría ser tan certera teniendo en cuenta que las jugadoras se han quejado de la falta de apoyo y la edición del torneo femenino de este año está en veremos.

En la evaluación, Colombia cumplió con los requisitos mínimos de la Fifa, pero advirtió que su proyecto precisa “inversiones significativas y apoyo de los grupos de interés nacionales” para estar a la par de las otras dos candidaturas al faltar apenas tres años para el torneo.

“A partir de los datos entregados no está claro si se proporcionará ese nivel de inversión”, añadió el informe de la Fifa. “Existiría un riesgo claro de que las mejoras necesarias no se lleven a cabo”.

El gran problema de Colombia fue su infraestructura, sobre todo a nivel de estadios, en los que solo recibió un puntaje de 2,5. Uno de los problemas fue que Bogotá, que sería la sede de la inauguración y de la final, apenas tiene capacidad para 38.000 personas y el mínimo establecido por la Fifa para un evento de esta magnitud es de 55.000.

Además, los estadios de Colombia se rajaron en las instalaciones para jugadores y árbitros con calificación de 2,8.