Copa Libertadores| Ângelo Gabriel rompió el récord del jugador más joven en marcar

Un bigote incipiente asoma encima de los labios de Ângelo Gabriel, que suelen estar abiertos para exhibir una sonrisa contagiosa. A diario sus compañeros del Santos le juegan bromas, pero él logra encajarlas con el mismo desparpajo que lo convirtió el martes en el anotador más joven de la Copa Libertadores.

Además de acercar al subcampeón a la fase de grupos, el gol quebró un registro de casi seis décadas. El camisa 27 envió a la red un rebote del portero José Devecchi y sentenció el 3-1 del ‘Peixe’ en su visita a San Lorenzo en Argentina. Fue su primer tanto como profesional.

Con 16 años y 106 días, aún lejos de alcanzar la edad para votar en Brasil, el novel artillero desbancó el récord del argentino Juan Carlos Cárdenas (16 años y 217 días), ídolo de Racing de Avellaneda, al anotarle al uruguayo Nacional en 1962 con 16 años y 217 días.

“¡Vamos por más!” advirtió el brasileño, en respuesta a la felicitación este miércoles de su DT, Ariel Holan, a través de un mensaje en Twitter.

El 9 de marzo, en la victoria 2-1 contra Deportivo Lara de Venezuela, en la primera fase, Ângelo ya se había convertido en el jugador de menos edad en vestir la casaca albinegra en la Libertadores. Destronó a Rodrygo, hoy jugador del Real Madrid y quien en 2018 debutó con 17 años, un mes y 20 días.

“Desde que era niño siempre imaginé jugar en alto nivel, pero nunca imaginé que ocurriera tan rápido. Siempre imaginé cosas grandes, pero no de esta magnitud”, dijo el atacante antes del duelo en una entrevista con su club.

En aquella ocasión, como la mayoría de veces que aparece en las cámaras, estaba sonriendo. De sus orejas no colgaban las candongas doradas que suele usar, pero sí sobresalían los frenillos de sus dientes, marca registrada de la adolescencia.

Aunque nació en Brasilia, desde chico se transformó en un ‘Menino da Vila’, como se conoce a los jugadores surgidos de la cantera del Santos, famosa por moldear a Pelé y Neymar.

Con apenas 15 años, su habilidad y técnica lo llevaron a firmar, en octubre pasado, un precontrato con el equipo paulista. El documento le aseguraba un vínculo con el once profesional una vez cumpliera 16, edad legal para formalizar un acuerdo.

Dos días después de estampar su sello en el papel, el 25 de octubre de 2020 debutó con el Santos en la derrota 3-1 ante Fluminense en el mítico Maracaná.

Aquel domingo superó a Pelé, por once días, como el segundo futbolista más joven en jugar con el Santos. El único tricampeón mundial lo hizo con 15 años, 10 meses y 15 días en septiembre de 1956.

El mejor socio de O Rei en el ‘Peixe’, Coutinho, defiende el primer puesto desde el 17 de mayo de 1958: 14 años, 11 meses y 6 días.

“Sin ánimo de compararme con él, porque el Rey es incomparable, es un honor batir su récord”, dijo Ângelo entonces.

El atacante, que ya ajusta 15 partidos como profesional, se ha abierto campo en el equipo no solo por sus dotes futbolísticas.

Los más experimentados suelen hacerle bromas: le cortaron el pelo para bautizarlo como jugador y se ríen cuando llega a los entrenamientos con un bigote apenas visible. Él les responde que le tienen envidia porque es “bonito” y ellos “feos”.

“Me gusta molestar bastante con los jugadores más veteranos. Soy así en el día a día, feliz con la vida. Jugar pelota es lo que más amo en el mundo, entonces no tengo forma de estar triste aquí”, señala.

Lo apodaron “Promessa” –promesa en portugués– luego de que escucharan a un directivo decir que era la nueva perla del club, asfixiado por deudas.

“Aún no me veo como una promesa. Sé que necesito evolucionar mucho, oír a los más experimentados e ir creciendo de a poco. Voy a trabajar bastante para conquistar muchas cosas”, advierte.

Con información de la AFP.