RIO DE JANEIRO, BRAZIL - JUNE 23: Neymar Jr of Brazil competes for the ball with Wilmar Barrios and Luis Diaz of Colombia during the match between Brazil and Colombia as part of Conmebol Copa America Brazil 2021 at Estadio Olímpico Nilton Santos on June 23, 2021 in Rio de Janeiro, Brazil. (Photo by MB Media/Getty Images)
Faltando apenas siete minutos para el final, Anthony causó el retumbante “Uyyyyy” en Barranquilla y los cánticos de agradecimiento al candado Ospina. (Photo by MB Media/Getty Images) | Foto: Getty Images

Catar 2022

¡Otra vez, la falta de definición; otra vez, Ospina!

Wilmar Barrios y David Ospina por Colombia, Alisson Becker por Brasil se erigieron como figuras. El partido terminó en medio de la polémica por una posible mano a favor del equipo de Rueda.

10 de octubre de 2021

El metropolitano era una caldera. Cerca de 40 grados subían el calor de los hinchas que alcanzaron boleta tras el 75 % del aforo habilitado para el Metropolitano —aunque el estadio parece llenarse al 90 %—. La emoción de los asistentes por volver a ver a la Selección con lo mejor de su fútbol, como sucedió aquella tarde de septiembre frente a Chile, estuvo acompañada de carné de vacunación, tapabocas, boleta y llenar las graderías que se pintaron de amarillo. Show previo con la KissCam, los enamorados, los pillados. Mucha música y ambiente positivo.

La cancha “como un tapetico”, esperaba las dos selecciones. Primero llegó Brasil y luego, Colombia. Al gramado, el primero en saltar fue Orlando Caicedo, psicólogo o coaching pránico de la Selección Colombia para ejercer una labor poco conocida: recorrer cada rincón del metro. El hombre que fortalece la mente de jugadores como Duván Zapata —tan atacado estos días— siente la cancha desde su energía, esa es su tarea: medir las vibraciones. Crear un ambiente favorable también juega.

Nóminas confirmadas. Colombia, con Juan Fernando Quintero, Jefferson Lerma y Roger Martínez como las principales novedades. En Brasil, Neymar se roba todas las miradas. Calentamiento con silbatina para Brasil y vítores para Colombia, especialmente para David Ospina y Falcao. Mientras se hacen desplazamientos, trabajo con balón, circulación y triangulaciones a un costado de la cancha, Juan Guillermo Cuadrado —inhabilitado para el juego— y Jhon Janer Lucumí —elegido para ir a la tribuna—, sentados en una pequeña nevera observan y animan a sus compañeros siempre acompañados de Mario Alberto Yepes.

Terminado el trabajo precompetitivo, la ola se apodera de las tribunas, al unísono se dice “Colombia” en repetidas ocasiones y salen los equipos a la cancha a los actos protocolarios. En el túnel, Roger Martínez tropezó con el balón; a la cancha, Falcao salió haciendo el salto de gran cabeceador, mientras que Gustavo Cuéllar se fue directo donde Tite.

Patricio Loustau dio la orden y Falcao salió a presionar. Al minuto de partido, cuando Brasil circulaba el balón en campo propio, Quintero robó la pelota y desencajó el primer remate. Dos minutos después, Barrios hizo un show de regates por el sector izquierdo y provocó la falta que el 10 centró sin efectividad. Avisaba Colombia.

Brasil adelantó líneas y a los cuatro minutos tocó la puerta de Ospina. Jugada elaborada por la derecha del campo que en los pies de Neymar terminó en remate para una espectacular atajada de David Ospina. El de más trabajo los primeros minutos fue Johan Mojica. Gabriel Jesús intentó ganarle la espalda sin éxito alguno; mientras tanto, Carlos Cuesta —con su habilidad de sacar al equipo— se asoció con el lateral izquierdo buscando la velocidad de Díaz.

Por el otro lado, Stefan Medina intentó una jugada individual que no finalizó. Falcao, después sería protagonista en terreno propio. Una salida con pase al centro de Johan al 9 tricolor dio para el error que aprovechó Paquetá que se fue desviado dentro del área. Milagro en la portería de Ospina.

El local —con chispazos— y Brasil encendido atacando por doquier. El bombero fue Wilmar Barrios, apagando con quites y sacando al equipo casi incursionado como lo hace en el Zenit en una línea de cinco. Más adelante se aplicaba lo de “la pelota siempre al 10″; en Quintero se descargaba el balón casi como el segundo pase para tocarla y abrir líneas del rival. JuanFer no encontró un buen socio en Roger Martínez de discreto juego y a Falcao poco la pelota le llegó.

La puerta de Alisson no se abrió y la de Ospina tampoco. El visitante intentó por el centro, y Mina y Cuesta estuvieron firmes. Al camerino, Brasil se fue dejando la sensación de superioridad.

Cayó la tarde en el metro casi al tiempo que Juan Fernando Quintero, quien desde el inicio del segundo tiempo recibió falta sobre falta. Patricio Loustau dejó pegar, y pegar al 10 son mostrar una sola tarjeta al equipo de Tite. Lo mismo no sucedió con Lerma, que en el primer intento de robar un balón a Neymar quedó amonestado y le dio una razón válida a Reinaldo Rueda para salir del terreno de juego junto a Roger Martínez de discreto partido. El recuerdo de Pitana en el mismo compromiso, pero por Copa América.

Adentro, Matheus y Borré le dieron nuevos pulmones de mitad de cancha hacia adelante a la Selección. Rafael fue una “máquina de sacrificio” con velocidad, acompañamiento, pero poca precisión. El delantero del Eintracht Frankfurt intentó las pequeñas sociedades que en el River campeón de la libertadores contra Boca en Madrid dejaron tantas alegrías a los seguidores de la banda cruzada. Uribe le exigió a Alisson y le inyectó a Colombia la confianza suficiente para atacar. El intento antes de salir junto al Tigre lo tuvo Juan Fernando. Otra atajada deslumbrante de Becker, otro grito ahogado en el Metropolitano.

Reinaldo cumplió y al minuto 73 Duván Zapata recibió su confianza junto a Luis Sinisterra. El Toro, como también se le conoce, recibió el apoyo de todo el estadio. El sistema no cambió y los primeros minutos del complemento el marcador tampoco. Tite sacó a Gabi, Gabriel Jesus, Militao y les dio tiempo a Rafinha, Anthony y Tiago Silva. El jugador del París Saint-Germain le dio la opción más clara al minuto 75 a su equipo; Ospina respondió.

Últimos 10 minutos al todo o nada. Faltando apenas siete minutos para el final, Anthony causó el retumbante “Uyyyyy” en Barranquilla y los cánticos de agradecimiento al candado Ospina. Duván tuvo dos opciones sin claridad que no concretó, ningún cerrojo se abrió y el sin sabor de sumar dos puntos en la tabla nuevamente quedó.