Cúcuta Deportivo ya tendría DT para su regreso al fútbol colombiano | ¿Quién sería?

La horrible noche está a punto de cesar para un histórico club del fútbol colombiano. El Cúcuta Deportivo desde hace algunos meses ha dado pasos agigantados en su deseo por regresar a la competencia de manera oficial, dejando la puerta abierta para ver nuevamente al equipo de la ciudad fronteriza y participar así en los torneos organizados por la Dimayor en Colombia.

Con esas buenas nuevas, tal parece que los directivos del cuadro motilón se estarían tomando muy en serio la oportunidad y desde ya estarían trabajando en lo que sería el proyecto deportivo del club, una vez se solucionen los temas legales que aún se llevan con los organismos del Estado.

Según el periodista Carlos Humberto Ortega, en los últimos días hubo una reunión en la ciudad de Cúcuta entre José Augusto Cadena y Aquivaldo Mosquera, exjugador de la Selección Colombia, quien sería el candidato para dirigir el nuevo proyecto. Sin embargo, aún sin ninguna oficialidad sobre el tema, el registro de la conversación estuvo, pero faltan detalles como la afiliación del club a la Dimayor o el trámite del reconocimiento deportivo ante Ministerio del Deporte, que podría dar luces de lo que será el equipo una vez regrese a la competencia.

¿Cómo va el proceso del Cúcuta Deportivo?

Después de la noticia que recibió en enero el Cúcuta Deportivo Fútbol S. A., según la cual la Superintendencia de Sociedades le impartía una orden al presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, de levantar el embargo en contra del equipo de la frontera, ahora la misma entidad confirmó el Acuerdo de Reorganización en que entrará el club deportivo, lo que le permitirá reestructurar sus pasivos mientras continúa ejerciendo su objeto social.

Con la decisión, que fue anunciada el pasado miércoles (23 de febrero) luego de una audiencia pública, se busca preservar la empresa y el empleo que hay alrededor de ella.

Así las cosas, el proceso de reestructuración que hará el Cúcuta se hará bajo los preceptos de la Ley 1116 de 2006, también conocida como de insolvencia empresarial.

Las deudas del club que entrarán en acuerdos de pago con los acreedores ascienden a 13 mil millones de pesos. El proceso se llevará a cabo en un término de 13 años, según estableció la Supersociedades.

En ese lapso, la sociedad tendrá que atender los créditos sujetos al acuerdo, mientras continúa su operación normal, justamente, para obtener los ingresos necesarios que le permitan amortizar lo que debe y seguir funcionando.

Según señaló la Superintendencia, “este acuerdo de reorganización se aprobó en el marco del proceso de liquidación judicial”.

El anuncio de la Supersociedades, a través del cual confirma el proceso de reestructuración, se hace según los lineamientos exigidos en el artículo 66 de la Ley 1116, el cual señala que, una vez “aprobado el inventario valorado, la calificación y graduación de créditos y los derechos de voto, el liquidador o quienes representen no menos del 35 % de los derechos de voto admitidos, podrán proponer la celebración de un acuerdo de reorganización, para lo cual, el juez del concurso, convocará a una audiencia”.

La Supersociedades recordó que el proceso de reorganización empresarial del Cúcuta Deportivo, al igual que ocurre con las demás sociedades, tiene como objetivos ”la recuperación y conservación de la empresa como unidad de explotación económica y fuente generadora de empleo, preservar empresas viables, normalizar sus relaciones comerciales y crediticias mediante su reestructuración operacional, administrativa, de activos o de pasivos y la protección del crédito”.

Durante el proceso, la Supersociedades actuará como juez del concurso frente al pago de las acreencias reorganizadas, pero además “seguirá realizando la supervisión societaria del club deportivo, con el fin de velar para que la sociedad en su funcionamiento se ajuste a la ley y a los estatutos”.

Eso sí, la Superintendencia enfatizó en que, en el caso de un incumplimiento del acuerdo de reorganización, tendría que proceder a reiniciar el proceso de liquidación judicial que se había anunciado previo a la oficialización de la decisión de dar paso a la reorganización.