Deportes
Dani Alves ya se adaptó a la cárcel: jugó su primer partido de fútbol
El brasileño está en prisión provisional desde el pasado viernes 20 de enero por una grave acusación de abuso sexual.
Poco más de una semana después de su arresto, hay novedades sobre la vida de Dani Alves al interior de la prisión Brians 2, a la que fue trasladado con el objetivo de garantizar su seguridad y evitar filtraciones en el marco del caso que se adelanta en su contra por una presunta violación a una mujer de 23 años el pasado 30 de diciembre en una lujosa discoteca de Barcelona.
En un principio se dijo que al brasileño le habían costado las primeras horas al interior de la celda, con una actitud introvertida y que incluso había decidido comer poco a raiz del golpe que le generó ser enviado a prisión provisional. Pero con el paso de los días parece que se ha ido adaptando al entender que pasará un buen tiempo allí hasta conocer una sentencia por parte de la justicia española.
A mediados de esta semana se supo que Alves le firmó una camiseta del Barcelona a uno de los presos de la Brians 2. El hombre, que salió de la prisión luego de cumplir 14 años de condena, enseñó a los medios que aguardan fuera de la penitenciería una prenda con el mensaje “abrazo, con cariño” y la firma del famoso futbolista, reconocido por ser el jugador con más títulos ganados en la historia, por encima de Messi o Cristiano Ronaldo.
Pero la historia no termina ahí, porque el diario La Vanguardia revela este domingo que Alves hasta se animó a jugar un ‘picadito’ con otros internos el pasado jueves. “El futbolista se ha quedado fuera, y el Dani que está aquí es uno más”, habría dicho el propio brasileño a los guardias, de acuerdo a fuentes no reveladas por el medio español.
Lo más leído
Al margen del gran revuelo que causa su presencia entre los compañeros de patio, el exdefensor del Barcelona no recibe tratos excepcionales ni ningún tipo de beneficios por su nombre. En la celda, de hecho, está acompañado por otro compatriota llamado Coutinho, al que conoce por haber sido guardaespaldas de Ronaldinho durante su época en la capital catalana.
Mientras pasan los días y su grupo de abogados prepara la defensa, Alves se mantiene en una personalidad reservada y de pocas palabras, muy distinta a las excentricidades a las que tenía acostumbrados a sus seguidores en la larga trayectoria como futbolista que parece terminar de la manera más abrupta posible.
“Aceptaré lo que venga. Me fui de casa con apenas 15 años. He superado en mi vida situaciones muy difíciles y complicadas. Esta será una más que pasará. No me asusta nada”, fueron otras de las palabras presuntamente pronunciadas por Dani en su entrevista de ingreso al pabellón de agresores sexuales de la cárcel.
Drama en la familia
Lo que si ha sido poco es el contacto de Alves con el mundo exterior, más allá de las charlas con sus abogados. Las visitas han sido restringidas por cuenta de la intención de la justicia española por blindar lo máximo posible las partes del caso, al punto que todavía no se conoce el nombre de la denunciante, aunque su versión de los hechos ya se ha dado a conocer por todos los medios.
La familia del brasileño ya se encuentra en Barcelona al frente de la defensa, que espera presentar pronto una apelación a la prisión provisional del jugador, buscando que pueda salir con la promesa de permanecer en Barcelona hasta el momento del juicio.
Lúcia Alves, madre del futbolista, acudió a una reunión con el nuevo equipo de abogados que maneja el caso, encabezados por Cristóbal Martell, el mismo letrado que ayudó a Lionel Messi en su juicio por fraude fiscal hace unos años atrás.
Al salir de la oficina, acompañada de dos familiares, la madre del brasileño se mostró visiblemente afectada por la difícil situación y prefirió no mencionar palabra a una reportera de La Vanguardia que le hizo algunas preguntas al respecto de la denuncia. Cuando le cuestionó sobre la inocencia de Dani, la mujer se remitió a asentir con la cabeza, lo que corrobora que el entorno del acusado todavía confía en su inocencia.