Daniel Quintero anuncia que hinchada bogotana de Atlético Nacional no podrá ingresar al Atanasio Girardot en Medellín

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, anunció que la barra bogotana del club Atlético Nacional no tendrá permitido el ingreso al estadio Atanasio Girardot de la capital antioqueña para los próximos partidos de fútbol. Esta medida se tomó debido al mal comportamiento y desórdenes ocurridos en El Campín durante la noche de este martes en el encuentro disputado con Santa Fe.

“La barra de Nacional de Bogotá no podrá asistir al estadio de Medellín. Es una barra con la que hemos tenido problemas acá. Tiene que pasar por un proceso de conciliación”, anunció Daniel Quintero, quien además explicó que el espacio que ocupaban esos hinchas estará cerrado y habrá un proceso de identificación para evitar que ingresen al estadio Atanasio Girardot.

El alcalde de la capital antioqueña defendió el proceso de conciliación que han adelantado las autoridades locales en su ciudad con las barras de los principales clubes paisas: “El trabajo de la hinchada de Medellín y Nacional es coordinado, se ha construido por diez años, es muy positivo y un ejemplo en el país. Lo que pasó en Bogotá fue con la barra de allá”.

Las autoridades nacionales y bogotanas trabajan para identificar plenamente a quienes participaron en los desórdenes ocurridos en El Campín durante este martes. Además de las respectivas sanciones disciplinarias, a estas personas también les prohibirían permanentemente el ingreso al Atanasio Girardot, según Daniel Quintero.

El balance de las riñas en El Campín

La noche del martes 3 de agosto, miles de aficionados guardaban la esperanza de poder volver a ver en las canchas a sus equipos favoritos, los cuales no habían podido ver desde hace más de un año.

Sin embargo, el regreso del público a El Campín no fue el esperado y dejó una mancha negra en la historia del fútbol profesional colombiano y que ya abrió la puerta para fuertes sanciones a las dos hinchadas por su comportamiento.

Los enfrentamientos entre los hinchas de ambos equipos empezaron en la tribuna familiar, en presencia de menores de edad. Luego se trasladó a la cancha, que se convirtió en un campo de batalla mientras los jugadores descansaban del primer tiempo en el camerino.

El saldo de las riñas fue de tres aficionados heridos, quienes fueron trasladados a centros asistenciales, pero con un parte de tranquilidad porque se encuentran fuera de peligro.

Igualmente, el comandante de la Policía de Bogotá, el general Eliécer Camacho, indicó que cuatro uniformados resultaron heridos en medio de los desmanes y luego tratar de contener a la multitud enardecida.

En medio del caos, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) ingresó a las instalaciones del Campín para controlar a quienes estaban propagando actos de violencia mientras evacuaban a las personas atrapadas en los choques violentos.

Poco después, y para sorpresa de muchos, se reanudó el partido como si nada hubiera pasado, lo que generó críticas de diferentes usuarios en redes sociales.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, lanzó una advertencia a los organizadores de los eventos deportivos asegurando que, al tratarse de torneos de carácter privado, son ellos quienes deben mantener la seguridad y la convivencia en el estadio.

“El estadio es de todos. Los torneos de fútbol son privados. Sus organizadores se comprometen a usarlo cumpliendo condiciones de seguridad, logística y convivencia. A Bogotá le deben garantizar esas condiciones si lo quieren volver a usar. A Bogotá y a El Campin le deben cumplir”, dijo en su cuenta de Twitter.

La alcaldesa agregó que “afortunadamente los heridos están fuera de peligro. Pero es absolutamente inaceptable que haya un solo herido en un espectáculo que se supone es para exaltar el deporte y la convivencia. Los organizadores, equipos, barras y empresarios del fútbol deben cumplir los requerimientos”.