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De cancelar la liga a no ir al Mundial: las graves consecuencias que dejaría el golpe de la SIC al fútbol colombiano
La Superintendencia de Industria y Comercio ha provocado un sismo entre los clubes profesionales.
La Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol vivirán este viernes uno de los días más complicados en la historia de este deporte en el país, al punto de llamar a una asamblea extraordinaria en la que estarán presentes los 36 equipos miembros de la primera y segunda división.
Toda esta urgencia está centrada en la resolución de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), en la que formula un pliego de cargos y abre investigación en contra de varios clubes importantes por presuntas irregularidades en la contratación de jugadoras para la Liga femenina.
De acuerdo a la auditoría hecha por la SIC, desde comienzos de este 2023, que contiene contratos que datan de la fundación del campeonato femenino (2017), los clubes investigados “habrían desarrollado un sistema tendiente a limitar la libre competencia económica”.
En el documento revelado por la Superintendencia no solo aparecen las propias instituciones, sino también dirigentes de gran ascendencia en el fútbol colombiano como es el caso de Jorge Enrique Vélez, expresidente de Dimayor, su sucesor Fernando Jaramillo, hasta el presidente (Eduardo Méndez) y el máximo accionista (Diego Perdomo)de Independiente Santa Fe.
Bajo ese panorama, la Dimayor se reunirá este viernes a las 10:00 a. m. para discutir el paso a seguir, teniendo en cuenta que también está sobre la mesa la orden del Ministerio del Trabajo de negociar con Acolfutpro las mejoras en las condiciones laborales de los jugadores, tras una petición formal que quedó en veremos desde el 2019.
Lo más preocupante de esta intervención gubernamental es que podría desencadenar consecuencias graves para el fútbol colombiano y sus selecciones de fútbol, al estar completamente prohibido por la Fifa que las Federaciones tengan modificaciones hechas por orden del estado.
En caso de que eso suceda, los estatutos afirman que se procedería a la desafiliación, lo que implica que se tendrían que cancelar todos los campeonatos profesionales en el país y, de paso, ninguna de las selecciones podría competir en torneos organizados por la Fifa, entre ellos las eliminatorias y la propia Copa del Mundo.
“La Fifa no reconocerá a ningún órgano ni las decisiones tomadas por el mismo, de una federación miembro que no haya sido elegido o nombrado mediante elección o nombramiento interno. El incumplimiento de esta independencia puede llevar a la suspensión e incluso expulsión de la federación miembro de la Fifa, siempre a petición del Consejo del organismo”, reza el estatuto.
Afortunadamente, el presidente de la FCF, Ramón Jesurún, tiene una gran relación con el máximo dirigente de la Fifa, Gianni Infantino, por lo que esa eventual expulsión como miembro es un escenario lejano que solo se daría en caso de una flagrante intervención del Gobierno en las decisiones y la conformación de la Federación.
Por lo pronto, a través de la Dimayor, la FCF buscará mecanismos para demostrar la inocencia de los clubes en las acusaciones que formula la SIC y preparará conjuntamente una estrategia de defensa en nombre de las personas e instituciones mencionadas en la resolución.
¿De qué acusa la SIC al fútbol colombiano?
Para elaborar esa respuesta, los clubes miembros de la División Mayor discutirán en la asamblea de este viernes los cuatro factores por los que la Superintendencia decidió ponerle la lupa al FPC.
En primer lugar, la SIC señala las irregularidades en el modelo de contratación de las jugadoras profesionales en el sentido de los salarios y la duración de los vínculos desde 2017.
Segundo, la presunta elaboración de una tabla “según la cual, de acuerdo a la categoría en la que encajara la jugadora, se determinarían los topes salariales”.
Tercero, la respuesta negativa a recibir los fondos destinados por el Gobierno a la promoción del fútbol femenino, presuntamente porque “dichos fondos estarían sujetos a la vigilancia y auditoría de los entes de control”.
Por último, la SIC pretende investigar la concesión de los derechos de televisión, considerando que “habría perjudicado el desarrollo del fútbol femenino” y “se habría estipulado que únicamente se transmitiría un partido de la Liga que podría reemplazarse por otro partido, incluso de la Liga masculina”.