De entrenar con una raqueta de madera a ser becado en una academia de tenis en Estados Unidos

El 6 de junio de 2008, Thomas Cardona Herrera estaba perplejo frente al televisor viendo la final del tenis individual masculino de Wimbledon. En 4 horas y 48 minutos y con solo 4 años y medio, sintió lo que en 6 meses jugando fútbol no había logrado sentir. Roger Federer y Rafael Nadal lograron enamorar un pequeño en la vereda El Colorado, en Guarne Antioquia. Además, sin saberlo y a miles de kilómetros, le arrebataron un talento al balompié para entregárselo al deporte blanco.

Terminado el partido que para muchos es el mejor en la historia del tenis y en el que Nadal derrotó a Federer, a las afueras de su casa ubicada a 15 minutos de la autopista Medellín – Bogotá, Thomas empezó a imitar los movimientos que vio en el TV, sin raqueta ni pelota en mano.

Una raqueta de madera diseñada por un tío y una pelota fueron sus primeros implementos deportivos. Con ellos, Thomas entrenaba en su casa, a su estilo, peloteando en la pared. “Era un deporte demasiado costoso”, recordó en SEMANA el joven que el próximo 24 de enero llega a la mayoría de edad.

Sin embargo, con mucho esfuerzo, sus papás lo ingresaron a Comfama y allí empezó su historia. Su primer entrenamiento lo realizó con una raqueta prestada. Tenia un talento innato tan inverosímil, que su primer entrenador estaba convencido de que ya había recibido clases. “Nunca me sentí un principiante, sentía que tenía un talento y el profesor no nos creyó”.

Sin embargo mejoró con cada práctica y empezó a competir. Thomás ganó cada torneo infantil que enfrentó. Elkin Gutiérrez, entrenador en Antioquia creyó en él y ayudó en su proceso. Fue el mejor en los festivales de mini tenis, champions kids internacional, el torneo chiquitines en Pereira, los máster kids.

Cuando cumplió 10 años fue convocado a interligas para competir en los torneos de 12, logrando el tercer lugar. Al apoyo de su familia se unió el de la liga de Antioquia, la fundación ADA, el INDER de guarne que empujaron de una u otra manera a Thomás en los torneos nacionales para que buscara puntos para el ranking. Ganó campeonatos grado 1 y 2 y a los 12 años compitió en el suramericano de Santa Cruz (Bolivia) con Enrique Peña y Nicolás Niño, representando a Colombia por equipos. Allí se quedaron con el cuarto lugar.

Como en todo camino al éxito, las piedras que obstaculizan son el principal material para llegar a la cima.“He sido bajito en estatura y cuando cumplí 14 en las categorías en las que competí, no me fue nada bien. Los otros deportistas tenían más fuerza y no me sentía cómodo, entonces me enfoqué en lo mental, aprender a manejar la presión de los demás y la responsabilidad propia”, relató con orgullo Para.

En 201, gracias a Daniel Hernández, Ceo & founder H Sports Agency, Thomás hizo contacto con Francisco Montoya para llegar a la academia de deporte Mac Tennis Academy, en Boston, Estados Unidos. Solucionados los problemas de la visa, llegó a la casa de la familia Breuker, entrenaba y estudiaba a la par. Subió el nivel en el tenis y cuando volvió a Colombia cambió de Mauricio López se convirtió en su nuevo entrenador y juntos trabajaron para disputar torneos internacionales en Medellín, Cali y Barranquilla donde siempre salió ganador.

Su crecimiento no sólo ha sido en las canchas de superficie dura. Así como mejoró su revés, saque o remate, aprendió a defenderse en un país que no es el suyo.“Cuando llegué en 2018 hablaba cero inglés pero los Breuker me acogieron y me tuvieron paciencia para el día a día. En la academia, Ricardo Munar y Daniel Quiceno, entrenadores colombianos, me ayudaron al proceso tenístico y me traducían los ejercicios, fueron fundamentales para mi”, describió.

Como su deporte en individual, entendió que debía valerse por si solo. Por eso dejó el miedo y la pena y se arriesgó a hablar y a preguntar en inglés. “Cada que decía una frase larga pedía que me corrigieran y por mis ganas de aprender el idioma, fácil logré comunicarme solo”, relató Thomás.

Por su rendimiento deportivo y académico, hoy es uno de los deportistas que sin mucha bulla hace patria en Estados Unidos. Obtuvo una beca en Cameron University. Está estudiando ciencia del deporte en una institución educativa que financia su proceso mientras él los representa. “Somos 9 y competimos 6 contra otras universidades. Jugamos sencillos y dobles”, expresó.

Se fue del país buscando la oportunidad que a tan pocos se les da aquí, ingresar al profesionalismo. “El principal problema de Colombia y por lo que se pierden talento es falta del proceso y apoyo de las federaciones. Simplemente es así, el que no tenga dinero no puede viajar. Salir adelante en Colombia es muy difícil”, concluyó. Pese a eso, no competiría por otro país que no sea Colombia y otro departamento que no sea Antioquia.

Thomas se levanta todas las mañanas a las 7 a.m. de lunes a viernes y se va a clase de 8 a 12. Después de tomar el almuerzo se dirige a su entrenamiento a las 2 y hasta las 6 de la tarde. Allí practica tres horas de tenis y una hora de físico.

Vive en el campus de su universidad, hace tareas hasta la hora que le toque y sólo tiene sus fines de semana libres en los que trata de descansar, salir con el equipo a comer algo. “Salirse de la rutina también es importante”, dice.

Este joven que fue número uno del Ranking Nacional, representó a Colombia en eventos internacionales, y en noviembre del año anterior ganó el ITF J5 de Pereira y se perfila como uno de los grandes de nuestro país. Hará todo por lograrlo.