Wilder declaró al portal que el disfraz en forma de armadura con relieve, junto a su máscara completa, pesaban unas 40 libras (18 kg).

BOXEO

Deontay Wilder, perdedor de la pelea del año, culpa a disfraz de su derrota

El boxeador que perdió el título Mundial de la OMB con Tyson Fury dijo que la pesada vestimenta que usó para la presentación lo cansó para el combate. Ahora planea la revancha en una tercera pelea.

25 de febrero de 2020

El estadounidense Deontay Wilder anunció que planea activar su cláusula de revancha para una tercera pelea contra Tyson Fury, después de su derrota por nocaut técnico en el séptimo asalto frente al británico.

Yahoo Sports informó que Wilder consideró un error de cálculo llevar su disfraz pesado le costó la primera derrota de su carrera y por eso pretendía gestionar una revancha.

Wilder declaró al portal que el disfraz en forma de armadura con relieve, junto a su máscara completa, pesaban unas 40 libras (18 kg), y para cuando subía al ring en el MGM Grand Arena sus piernas ya sentían el desgaste.

Las entradas de los boxeadores se han convertido en todo un evento para mejorar el espectáculo pero muchas veces llegan a otro nivel que termina afectando su desempeño.

Fury también tuvo un ingreso espectacular, cargado en un trono por un grupo de mujeres haciendo alusión a su apodo de Gipsy King (el rey de los gitanos).

El británico derribó a Wilder en el tercer asalto con una derecha recta y el estadounidense, que perdió su cinturón de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), no volvió a estar bien después del golpe.

Wilder volvió a caer en el tercer round en lo que se calificó como un resbalón, y Fury lo derribó con un puñetazo en el quinto.

"El hecho simplemente es que mi uniforme era demasiado pesado para mí...No tenía piernas desde el comienzo de la pelea", explicó Wilder, para acotar que en el tercero ya no le respondían.

"Mucha gente me decía: ‘Parecía que algo andaba mal contigo‘. Algo sucedió, pero cuando estás en el ring, tienes que darlo todo", agregó Wilder, quien había dicho en sus comentarios inmediatos posteriores a la pelea que sus piernas estaban débiles" debido a otras cosas".

Fury estaba lanzando golpes casi a voluntad cuando el árbitro Kenny Bayless hizo un alto a instancias de un maltratado Wilder. Fue el entrenador asistente Mark Breland quien tiró la toalla, y Wilder sugirió a Yahoo que Breland ya no formará parte de su equipo en nuevas peleas.

Wilder no tenía base firme para lanzar su derecha con el poderío habitual y una hemorragia en la oreja del invicto pugilista generó pánico, la sangre emanaba copiosamente por lo que se creyó que el daño era devastador.

Wilder y Fury habían acabado en un dramático empate en diciembre de 2018- En esa ocasión, quien cayó a la lona fue el británico pero los jueces valoraron un empate en sus tarjetas.

Ahora si bien es muy tentadora una posible revancha, para Fury está también el atractivo de una pelea de unificación de peso pesado contra su compatriota Anthony Joshua, quien posee los títulos de la AMB, la FIB y la OMB después de ganar su revancha contra el mexicano Andy Ruiz Jr el año pasado.

La realeza de Arabia Saudita habrían hecho una oferta de 400 millones de libras (478 millones de euros) para que la revancha Wilder-Fury se dispute en ese país.

Cuatro miembros de la familia real, entre los que se encontraba el príncipe Khaled, estuvieron en el combate de incógnito en el MGM Grand Arena de Las Vegas y manifestaron su interés de desembolsar esa millonaria cifra.

Khaled, delegado por el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman ya ha llevado varios eventos deportivos a su país, incluyendo el debut de Fury en la WWE.

*Con información de AP.

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