Destapan el “gran problema” del arbitraje en Colombia; nadie se lo esperaba

Termina una semana completamente convulsionada en el fútbol colombiano, producto de las decisiones arbitrales que, nuevamente, fueron un dolor de cabeza para las directivas de los clubes. Uno de los casos que más causó malestar fue el vivido en el juego entre Millonarios y Junior en el estadio El Campín.

Quien terminó saliendo como el protagonista fue el juez Jorge Duarte, quien falló en múltiples ocasiones, afectando tanto a los locales como a los visitantes con sus determinaciones.

En primera instancia, erró al no pitar una falta en contra de los visitantes, que desencadenó un cobro de esquina con el que los bogotanos abrieron el marcador 1-0.

Dicha situación dio pie a ver el escenario inédito del parón en pleno partido por parte de los barranquilleros, quienes se negaban a seguir jugando si el central no cambiaba su decisión.

Luego, en la parte complementaria, el garante de justicia en el juego, aun con la herramienta de VAR a su disposición, hizo visible otro error al no expulsar a Carlos Bacca. El atacante, también en un balón parado, habría propiciado, sin balón, varias agresiones contra Andrés Llinás, entre ellas un puño claro sobre el abdomen del defensa azul.

Esta cadena de hechos negativos dio pie a que las críticas sobre el juez cayeran de manera abundante. Una de las que más se escuchó con fuerza fue la de un exjuez colombiano, Wílmer Barahona, quien cuenta con 15 años de experiencia y dos de ellos como árbitro Fifa.

Recordó que condenó que Duarte fuera seleccionado para un partido de tan alto calibre: “Tuve la oportunidad de decirlo antes. Cuando vi la designación manifesté que no era árbitro para este partido. Jorge Duarte lleva 10 años a nivel profesional, el año pasado en la fecha ocho tuvo muchos errores y estuvo parado todo el semestre”.

De las falencias que le ve el experimentado juez a su colega, señala el que tal vez pueda llegar a ser el más grave de todos: “es un árbitro con muchos errores de interpretación”.

“¿Duarte? Un desastre, pero quien lo nombró tenía que nombrar un árbitro de mayor frecuencia, de mayor experiencia”, señaló reiterando su malestar por poner un inexperto para un partido de dicha importancia.

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue que apuntó a los directos responsables de todo el caos que se viene viviendo en los últimos juegos: “A esos deberíamos caerles encima, a (Ímer) Machado y (Luis Fernando) Avendaño, ellos son el gran problema del arbitraje colombiano”.

Además, trajo a colación situaciones que vienen de tiempo atrás: “La culpa es primero de quien lo nombra y después del árbitro, el árbitro no se va en limpio. Después de ser sancionado el semestre anterior en la fecha 8 y volver a hacer esto...”.

“A mí me da pena, pero una persona así no puede ser árbitro de fútbol, no puede ser que un árbitro sea sancionado, quede parado y vuelva y la embarre como pasó en el Millonarios vs. Junior”, finalizó dando cuenta que los errores recientes solo fueron una continuidad de situaciones pasadas.