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¿El Barcelona de Messi podría quebrar? estas son las razones que tienen en jaque al club español
El equipo ha tenido pérdidas de 97 millones de euros en el último año.
La vuelta de Neymar, la renovación del Camp Nou, la deuda... pero, sobre todo, el futuro de Messi (libre en junio) marcan la carrera electoral en el Barça que empezó el pasado miércoles, con la publicación oficial de los comicios a la presidencia el 24 de enero.
Nueve precandidatos aspiran a recoger los votos de los 110.000 socios del Barça para ocupar el lugar que dejó vacante Josep Maria Bartomeu con su dimisión el 28 de octubre pasado, antes de afrontar una voto de censura.
Entre ellos figura Joan Laporta, presidente azulgrana entre 2003 y 2010 y arquitecto del equipo triunfal de Pep Guardiola (2008-2012), quien tiene como objetivo mantener a Lionel Messi.
Otro reto del nuevo presidente del club blaugrana será sanear las finanzas pues el equipo ha tenido importantes pérdidas en el último año con 97 millones de euros (114 millones de dólares) en la pasada campaña, en la que ingresó 855 millones de euros (1.000 millones de dólares), 203 menos de los previstos inicialmente, debido a la pandemia.
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“Para equilibrar el presupuesto, hemos de hacer esfuerzos de unos 300 millones de euros (364 millones de dólares)”, advertía a principios de noviembre, el presidente de la comisión gestora, Carles Tusquets, decidido a recortar gastos, especialmente en la masa salarial.
Recientemente, el club llegó a un acuerdo con los jugadores para un “ajuste del coste salarial de la temporada vigente, por un importe de 122 millones de retribuciones”.
A ello se unió un diferimiento durante tres años de “unos 50 millones de euros (59,7 millones de dólares)” en variables.
Un informe de El Confidencial reveló datos con la opinión de los especialistas mostró los factores claves para el mal momento que vive el equipo en sus arcas.
Marc Ciria i Rog, un economista especialista en banca de inversiones y hombre cercano al ex presidente y actual candidato Joan Laporta, dijo que todo lo sucedido con Neymar ocasionó la debacle financiera del club.
“El club se encuentra con una sola salida, un pago de cláusula de rescisión que le obliga a dejar ir al jugador. Para contrarrestar el efecto de su marcha, en lugar de apostar por un modelo deportivo, se apuesta por jugar a la Playstation. El Barça se empieza a cargar de deuda a corto plazo, más una serie de renovaciones a los cracks del equipo para subirles las cláusulas y que no vuelva a pasar lo de Neymar. Esto da lugar a una masa salarial desorbitada”, explicó Rog.
Tras la salida del astro brasileño se intentó suplirlo con varios jugadores, que hasta ahora no han dado resultado, pese ya haber tenido rendimiento destacado con otros equipos como Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho.
“El Barça se lanza a la compra de jugadores, tras la venta de Neymar, que no han dado el resultado esperado. Dembélé, Coutinho, Griezmann… Son 400 millones de euros en fichajes que no te están sirviendo, y parte de esos traspasos entran también en la deuda a corto plazo”, dijo el economista José María Gay de Liébana.
Los dirigentes fueron los principales señalados de lo sucedido con el equipo: “El mandato de los dos últimos presidentes, los de la última década, ni Rossell ni Bartomeu han estado a la altura, pero el gran declive ha venido de los cinco años de la última directiva. Todo se explica por los gastos, están fuera de control y han provocado un incremento de la deuda”, explicó el historiador de fútbol y economista David Valero Carreras.
“Los grandes clubes funcionan así. Gastan muchísimo dinero porque saben que tienen un flujo constante de ingresos. El problema es cuando ese flujo se detiene, como pudo pasar con el coronavirus o con otras circunstancias en menor medida, porque los equipos no tienen herramientas para recortar sus gastos, una gran parte de ellos son costes fijos. Entonces, cuando deja de entrar el chorro de dinero, la estructura se viene abajo rápido”, dijo sobre el tema Gay de Liébana.
Para las votaciones habrá 19 días, entre el 23 de diciembre y el 11 de enero para recabar las 2.257 firmas de apoyo por parte de los socios, necesarias para oficializar su candidatura.
Una vez recogidas y verificadas las rúbricas, se anunciarán los candidatos definitivos y la campaña electoral se extenderá una semana del 15 al 22 de enero, para culminar el 24 con las elecciones.
Una votación que, por primera vez, tendrá lugar en diez lugares en España y Andorra para respetar las normas sanitarias en plena pandemia y evitar aglomeraciones.