Juan Fernando Quintero, aquel “gordo, amigo de Maluma” que se hizo ídolo de River Plate

Cuando Juan Fernando Quintero llegó a River Plate fue recibido con escepticismo. Tras regresar del fútbol europeo había firmado un excelente año con el Deportivo Independiente Medellín, pese a ello eran muchas las dudas que se posaban sobre su profesionalismo. Los problemas para mantener su condición física, su gusto por la música, especialmente el reguetón, eclipsaban lo que hacía en la cancha. 

Pablo Carroza, periodista argentino, fue quizás el que recibió con mayor número de dardos al colombiano. Cuando se confirmó su fichaje por el quipo millonario se despachó en su cuenta de Twitter: “River trajo a Juan Fernando Quintero, un colombiano amigo de Maluma que tiene más noches que un sereno y hace unos meses quiso dejar el fútbol para dedicarse al reguetón”.

El periodista ni siquiera esperó a que Quintero demostrara sus condiciones en la cancha. Lo cuestionó por no jugar en la Selección y sus problemas para mantener el peso. “Les presento a Juan Fernando Quintero, el refuerzo de River que hace tiempo no juega y Pékerman borró de la selección de Colombia. Podrá ser un crack pero de arranque está más gordo que yo”.

Estas críticas no amilanaron a Quintero. El colombiano hizo gala de su buen humor para responderlas:  "No soy gordo, soy nalgon", dijo. 

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Once meses después, aquel "gordo, amigo de Maluma" alcanzó un lugar en el pedestal histórico de ídolos del River Plate, firmó una de las páginas más emotivas en el fútbol suramericano, pasará a la historia como el mejor jugador de la final de la Copa Libertadores 2018, quizás la más importante desde 1960, cuando comenzó el torneo continental más importante de clubes.  

El colombiano marcó el gol que le dio la victoria al equipo millonario y generó el que puso cifras definitivas, 3 a 1, en favor de su equipo. Había sido relegado al banco de suplentes, pero con el marcador en contra, ingresó en el minuto 58 y cambió el rumbo del partido. Le dio la precisión que le faltaba al equipo dirigido por Marcelo Gallardo y con su pierna izquierda lo condujo a levantar una nueva Copa Libertadores. 

En el tiempo suplementario, el colombiano aprovechó los espacios propiciados por la expulsión del cartagenero Wilmar Barrios, que dejó a Boca Juniors con 10 hombres. Quintero logró el gol más importante de su carrera con clubes con un tremendo zurdazo que entró de pica barra.

Cuando el juego estaba por terminar, Quintero resolvió un contragolpe con un taco que resultó en un ‘ocho‘ que abrió el espacio para que Pity Martínez sentenciara el triunfo.

Al final, el talentoso de la comuna 13 recibió el premio al mejor jugador del partido y se ha quedado con un lugar en el capítulo más importante de la historia de River Plate.

Pero el camino de Quintero hasta este punto no ha sido fácil. Pese a contar con un don extraordinario, tuvo que superar muchas dificultades para llegar hasta a este punto.

Cuando Quintero se perfilaba como uno de los mejores del país, su ascenso se vio frenado por asuntos de su vida personal, pues en un determinado momento de su carrera le dio prioridad a la música y a las amistades que a los goles, los tiros libres y las asistencias, sus especialidades.

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El Porto se fijó en el volante antioqueño cuando solo tenía 20 años y pagó 4,5 millones por el 50 por ciento de su pase para remplazar a James Rodríguez.  Pero en cinco años, el joven no logró consolidarse en Europa y debió regresar al país para darle oxígeno a su carrera.

En 2017, Quintero defendió los colores del Independiente Medellín donde calló bocas y pudo demostrar que tiene mucho para decir en el fútbol. Después de este buen paso con el Poderoso, River Plate decidió darle la oportunidad.

El 10 generó un impacto desde su arribo a Argentina y en la primera parte del año brilló con la camiseta de la banda cruzada. Gracias a estas buenas actuaciones, José Néstor Pékerman volvió a tenerlo en cuenta y lo llevó al Mundial de Rusia.

En el Mundial, Quintero debió asumir el papel de conductor de la selección por la ausencia por lesión de James Rodríguez y respondió con un gol de tiro libre en el primer encuentro frente a Japón. Se convirtió en el primer futbolista colombiano en anotar goles en dos mundiales.  

En el siguiente partido estuvieron juntos en la cancha y la Selección Colombia disputó uno de sus mejores partidos en copas del mundo, aquel 2-0 contra Polonia en el Kazán Arena. 

Estas buenas actuaciones hicieron que el Real Madrid se interesara por Quintero y la entidad blanca preguntó por el jugador. Todo quedó en rumores y nunca llegó una oferta oficial. 

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En el segundo semestre con River Plate, Juanfer tuvo altibajos. El muñeco Marcelo Gallardo decidió que no fuera titular y lo aprovechaba en los segundos tiempos. Pese a este rol, Quintero siguió marcando diferencia y otro golazo fue clave para que River superara la serie frente a Independiente para clasificar a las semifinales de la Copa Libertadores.

En esa instancia Gallardo dejó entrever qué tan importante era Quintero para su esquema cuando lo regañó y le pidió que se “hiciera cargo" cuando River no jugaba bien el partido de ida ante Gremio, el cual perdieron en Buenos Aires. 

En la final se notó la diferencia del equipo con y sin Quintero, y el colombiano le dio la vuelta a un encuentro en el que su equipo tenía todo en contra.

Ahora el reto de Juanfer es el Mundial de Clubes en el que existe la posibilidad de que se enfrente al Real Madrid, el equipo que ya preguntó por él y que podría sufrirlo de primera mano. De momento, ya sabe lo que es marcar en el Santiago Benabéu, uno de los goles más importantes en la vida de los hinchas de River Plate.