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El día en que Falcao marcó un gol para el Rayo Vallecano
Sucedió hace nueve años. Un gol que el colombiano le marcó al Villarreal condenó al submarino amarillo al descenso, y junto al ‘Tamudazo’ le dio la permanencia al equipo del madrileño barrio de Vallecas, que si caía a segunda división, estaba condenado a desparecer.
Aunque este jueves, Radamel Falcao García lució por primera vez la camiseta del Rayo Vallecano (noveno club de su carrera), el máximo goleador de la historia de la Selección Colombia ya se la había puesto en la temporada 2011/2012, cuando defendía los colores de uno de los dos equipos históricos de la capital española, el rojo y blanco del Atlético de Madrid.
Colores que, en una camiseta blanca atravesada por una franja roja en diagonal (como la de River Plate, donde Falcao jugó), coinciden con los del equipo del popular barrio madrileño de Vallecas, que históricamente ha deambulado entre segunda y primera división, que nunca ha jugado un torneo internacional, y que sus mayores logros son los asensos y las trece permanencias que ha conseguido en la que ha sido llamada la liga de las estrellas.
Aquella temporada, la primera de Radamel Falcao en España, el equipo colchonero alcanzó el modesto decimotercer lugar en la tabla de posiciones, pero el colombiano brilló con sus goles, 24 en total, que lo ubicaron en el tercer lugar de la tabla de artilleros, detrás de Lionel Messi (50 goles) y Cristiano Ronaldo (46).
A la última fecha de esa liga, el Atlético de Madrid llegó sin ninguna chance de pelear por la clasificación a la Europa League. Le correspondía visitar al Villarreal, que en cambio, se jugaba la permanencia en primera división y dependía de un empate para la salvación.
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A kilómetros de distancia, en el pequeño Estadio de Vallecas (en aquel entonces llamado Teresa Riveros, como la presidenta del club), y con capacidad para 10.000 espectadores, los jugadores e hinchas del Rayo Vallecano esperaban el milagro de una victoria colchonera para aspirar a la permanencia, la cual parecía imposible en la tarde de ese domingo 13 de mayo de 2012.
Minuto 88. Cuando el Rayo estaba condenado a la segunda división, Radamel Falcao marcó el gol de la victoria ante el Villarreal, que a pesar de la derrota, era el que conseguía la permanencia porque el Rayo Vallecano era incapaz de derrotar al Granada.
Pero al minuto 91, Raúl Tamudo marcó el gol del triunfo para el Rayo, quizás el más recordado en sus 97 años de historia (fue fundado en 1924). “Falcao hundió al Villarreal”, fue el titular del diario Marca de Madrid.
🎥 Se cumplen ocho años del 'Tamudazo' en Vallecas ⚡ pic.twitter.com/QCBFLWOez1
— Rayo Vallecano (@RayoVallecano) May 13, 2020
“En una temporada convulsa, el Rayo Vallecano llegaba a la última jornada de la temporada 2011/12 con opciones de permanecer en primera. El equipo entonces dirigido por Ramón Sandoval tenía una última bala para seguir en primera un año más.
Esa bala pasaba por ganar al Granada, que visitaba Vallecas en la última jornada. El conjunto nazarí también se encontraba en la zona de peligro, pero tenía más opciones que las del Rayo Vallecano.
El 13 de mayo de 2012, delante de aproximadamente 10.000 personas, el Rayo Vallecano conseguía algo que pasaría a la historia. Entrando desde el banquillo, Raúl Tamudo conseguía cabecear un balón que el larguero rechazaba. En el minuto 91 adelantaba en el marcador al Rayo Vallecano, dando los tres puntos y una permanencia histórica. Desde entonces ese partido nunca se recordó como el gol de Tamudo de la permanencia, pasó a ser conocido como El Tamudazo”, se lee en un artículo conmemorativo del suceso, publicado en el portal Unión Rayo.
No era salvar la categoría, era salvar al @RayoVallecano de la desaparición.
— Fútbol en Movistar+ (@MovistarFutbol) May 13, 2020
8 años del Tamudazo de Vallecas. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/BMQ92HXvPy
Pero aquel ‘Tamudazo de Vallecas’ no hubiera tenido ese significado sin el gol del colombiano Falcao, que en la temporada 2011/2012 ‘vistió’ los colores blanco y rojo, sin imaginar que nueve años después los iría a defender.