Carlos Paniagua
Carlos Paniagua, director técnico de la Selección colombiana femenina del fútbol Sub-17. Le dicen 'fututo'. | Foto: Federación Colombiana de Fútbol (FCF)

FÚTBOL

Él es Carlos Paniagua, el DT que llevó a Colombia a la final de un mundial de fútbol por primera vez en la historia

Le dicen Fututo, se desempeñó como futbolista y ahora su nombre es de los más mencionados al ser el que acompañó y guio a las jóvenes futbolistas de Colombia.

30 de octubre de 2022

Detrás del impecable trabajo que realizó el equipo de la Selección colombiana femenina de fútbol Sub-17 está un hombre que las dirige y guía en la comprometedora carrera como deportistas que tiene cada una de las jóvenes, quienes se enfrentaron este domingo contra España y resultaron siendo subcampeonas del Mundial de India.

La esperanza de los colombianos estuvo intacta y por eso le agradecen a las futbolistas, además de que fue la primera vez en la historia que este grupo, menor en la Selección, jugó una final de un mundial. Es por ello que el nombre del director técnico Carlos Paniagua, mejor conocido por su apellido, también es partícipe del triunfo de las colombianas al quedar de segundas.

Con 59 años y nacido en Medellín, el encargado de impartir su conocimiento a las jóvenes futbolistas se convirtió en uno de los más mencionados por la forma como la Selección de mujeres representó a todo un país.

A principios de la década de los 90, el antioqueño inició su profesión como entrenador, pero antes de eso integró el Independiente Deportivo Medellín a mitades de la década de los 80. En ese tiempo, Paniagua estuvo bajo la dirección técnica del uruguayo Julio Avelino Comesaña, aunque su vida como futbolista tuvo un cambio trascendental, ya que una lesión de rodilla trasformó su visión de fútbol.

Ya siendo entrenador, y al haber estudiado una carreta tecnológica en ciencias del deporte, Carlos Paniagua inició en la dirección con los deportivos de Itagüí y Bucaramanga. Después, se fue hasta Argentina para adoptar más conocimientos en el área deportiva y estuvo de 2005 a 2009 dirigiendo las selecciones Antioquia juveniles.

A partir de 2010, Paniagua llegó a la Selección Colombia e inició siendo el asistente técnico de la Sub-15 masculina. Años después, en 2015, Fututo ―como también lo llaman― fue incorporándose en el fútbol femenino.

Carlos Paniagua
Nació en Medellín y dirige la Selección femenina colombiana sub-17 y sub-20. Foto: FCF | Foto: Federación Colombiana de Fútbol (FCF)

Para 2018, el director técnico disputó su primera Liga Femenina con Envigado, después se apoderó con el Deportivo Independiente Medellín Femenino, a quien llevó a la final y lo clasificó a la Copa Libertadores.

Desde hace un año, a finales de 2021, Fututo tomó las riendas de las Selecciones Colombia Sub-17 y Sub-20.

Carlos Paniagua, como muchos exfutbolistas y futbolistas antioqueños, es un fiel devoto a la Virgen María Auxiliadora, su carácter es tranquilo y suele agradecer a cada club y liga que ha creído en su liderato en equipos femeninos.

Cada martes, el técnico de la selección Colombia femenina Sub-17 y Sub-20, le pide a la Virgen que bendiga a sus hijas en el fútbol y el camino que recorre con ellas. Lo hace desde hace cuatro décadas frente a la iglesia Santa Ana, en el Santuario de María Auxiliadora, de Sabaneta, Antioquia. “Trasladé esa fe al grupo y rezamos juntos la oración a la Virgen. Incluso ya se la aprendieron”, dijo Paniagua.

Se siente un papá mundialista y ellas lo reconocen así. Para lograr esa conexión con futbolistas mujeres tan jóvenes, las pilatunas que vivió en su infancia corriendo detrás de un balón han sido claves. “A todas les digo ‘hija’, antes del nombre”, reveló.

Fututo es del barrio La Floresta, el más futbolero de Medellín. Creció en las mismas calles que Francisco Maturana, Carlos Mario Hoyos, Juan José Peláez y Alexis García. Por último, de niño jugaba fútbol callejero y quebraba los vidrios de doña Ana. “Siempre tenía miedo de que saliera doña Ana y nos pillara. Un día ella simplemente me señaló y dijo ‘eso fue ese Fututo’”. Desde ahí le quedó el apodo para toda la vida.