DEPORTES
El polémico dirigente que ha fracasado en varios clubes del fútbol colombiano
José Augusto Cadena, presidente del recién descendido Cúcuta Deportivo, está en el ojo del huracán por su mala gestión. Muchos lo señalan de ser el culpable de los malos resultados del club y los antecedentes no lo favorecen.
El domingo 18 de octubre de 2015 fue un día amargo para los hinchas del Cúcuta Deportivo. El equipo motilón descendió nuevamente a la segunda división del fútbol profesional colombiano (FPC), tras un discreto paso por la máxima categoría a la que había vuelto con polémica en enero del mismo año gracias a un gol con la mano anotado por Marcos Lazaga.
Pero lo que terminó de concretarse la noche del domingo en el estadio Palogrande de Manizales, con la derrota del conjunto rojinegro por 1-0 ante el Once Caldas, era previsible por el bajo rendimiento que venía mostrando el equipo. Lo que llama la atención es que todos han señalado como gran responsable de los malos resultados al presidente del club, José Augusto Cadena Mora.
El directivo ha estado en el ojo del huracán desde hace varios meses, pues la salida prematura del entrenador Flabio Torres a mitad del actual torneo y las denuncias de varios jugadores como los experimentados Gerardo Bedoya y Gustavo Bolívar en contra de la dirigencia del club han dejado mal parado al hombre que dirige el club motilón desde diciembre de 2013, cuando acababa de descender a la B.
Cadena nació en Cúcuta pero creció en Bucaramanga. Es abogado pero se dedicó a los negocios y los inicios de su conglomerado económico fueron con la industria del papel y el cartón. Sin embargo, su vida como directivo de fútbol ha sido un rotundo fracaso.
Cuando compró al Atlético Bucaramanga hace aproximadamente una década, armó buenos equipos al principio de su gestión pero luego se endeudó y empezó a deberle dinero a muchos. Según el periodista santandereano Felipe Zarruk, en el caso del club leopardo hubo tantos problemas administrativos que perdió el bus institucional, la sede campestre, el campo de entrenamiento y terminaron jugando con las divisiones inferiores. Todo esto derivó en el descenso a la segunda división en 2008 del conjunto leopardo que desde entonces no participa en la primera A.
Tras su controvertible paso por Bucaramanga, Cadena aterrizó en Tunja en 2012 para ponerse al frente del Patriotas FC, equipo que ascendió a la primera categoría a finales de 2011. El conjunto boyacense estuvo a punto de descender en 2013 y el entrenador uruguayo Julio Avelino Comesaña, director técnico en ese entonces del club, declaró que si Cadena se iba del club le iba a hacer un bien, pues estaba bien que se fueran “todos aquellos que quieren sacarle provecho a este deporte”.
Precisamente la mayor crítica que se le ha hecho a Cadena es su forma de gestionar los clubes que ha manejado, pues él defiende a capa y espada que el fútbol es como cualquier otra empresa. Por eso ha comprado y vendido clubes durante su carrera a placer. “¡El fútbol es y debe ser un negocio! Nosotros compramos acciones. Miramos qué decisiones se deben tomar. Buenas o malas, pero nosotros somos los afectados o los beneficiados”, declaró en una entrevista para el diario El Tiempo.
Con el descenso del Cúcuta, Cadena suma otro fracaso más a su historial como dirigente en el balompié nacional. Se especula que algunos empresarios de la capital del Norte de Santander estarían interesados en comprar el club para levantarlo de la pesadilla de la B, que es nuevamente la cruda realidad del equipo y de los hinchas motilones.