Gracias David: Colombia le debe a su arquero el punto en San Cristóbal

Venezuela volvió a ser verdugo de Colombia en las eliminatorias. La vinotinto sorprendió al equipo de Pékerman que llegó a San Cristóbal con el objetivo de ganar los tres puntos pero al final termino con angustia para salvar un empate a cero en la ciudad fronteriza. La paridad, en buena parte, tuvo un responsable, David Ospina, que se vistió de santo en la capital del estado de Táchira con varias atajadas milagrosas con las que mantuvo el cero en el arco colombiano.

Otra vez Colombia no pudo acabar con el fucú que significa Venezuela. Los dirigidos por José Pékerman no pudieron alcanzar el premio mayor ante el rival más flojo de las eliminatorias, el colero de la tabla, que apenas sumó el séptimo punto en 15 fechas.

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El arranque fue muy trabado. Ninguno de los dos equipos podía dar más de tres pases seguidos y las figuras tácticas planteadas por Rafael Dudamel y Pékerman anularon las individualidades. En el arranque parecían medir fuerzas, como dos púgilistas que estudian sus golpes.  Los arqueros eran meros espectadores del juego que se desarrollaba en el centro del campo.

El equipo vinotinto presionó desde el último cuarto de cancha y no permitía que los colombianos pudieran salir tocando la pelota. Esta estrategia trajo buenos réditos a los locales que recuperaban la pelota rápidamente y fueron inclinando el partido hacía el arco de David Ospina.

La primera llegada clara de los venezolanos la protagonizó Josef Martínez. Un remate que se fue por encima del arco colombiano, en el minuto 14 del encuentro, fue el primer llamado de atención. 

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Poco a poco los colombianos se fueron sacudiendo de la presión de su rival y en los pases rápidos encontraron el camino para salir de la  adelantada línea de volantes venezolana. Saliendo por los costados fue donde más espacios surgieron para avanzar al área rival con peligro.

Precisamente, en una incursión por la banda llegó la mejor opción en el primer tiempo para Colombia. Cuando transcurrían 30 minutos, Frank Fabra llegó hasta la raya y envió un excelente centro que impactó Radamel Falcao García de tremendo golpe de cabeza. Cuando los miles de colombianos que hicieron sentir a Colombia en su casa, sacaban de sus gargantas el grito de gol, el otro héroe de la noche, el arquero venezolano Faríñez, voló para ahogarlos. Primer atajadón del golero patriota.  

Cuando el equipo de Pékerman se tomaba confianza a la hora de atacar, los venezolanos mostraron que no eran un equipo para tomar a la ligera pese a que son últimos de las eliminatorias. La respuesta vino con Josef Martínez que estremeció la portería de Ospina con un potente disparo que se estrelló contra  el travesaño. Minuto 38 y el partido se tormaba de ida y vuelta. 

No había pasado un minuto y Colombia tuvo una nueva oportunidad para abrir al marcador por intermedio de Carlos Sánchez, a quien le quedó el balón servido en el área después de un tiro de esquina, pero no tuvo la precisión de un goleador para mandar la pelota al fondo de las piolas. 

Dos minutos más tarde sería Yimmy Chará, debutante en eliminatorias, quien sacó ventaja por la banda derecha y sacó de su botín un potente remate cruzado. Faríñez, otra vez Faríñez, se vistió de héroe. No se rompíó el celofán y los equipos se marcharon al vestuario.

No iban 20 segundos de la segunda mitad cuando  Juan Guillermo Cuadrado tuvo una oportunidad clara de anotar. Fariñez, como si fuera una muralla, despejó el disparo. 

Esta acción fue el preludio de lo que serían los 45 minutos finales, un auténtico toma y dame.

Dos crasos errores de Cristian Zapata dejaron a los colombianos con el corazón en la mano. Primero, el defensor del Milán tuvo un rechazo defectuoso que lo obligó a cometer una falta de tarjeta amarilla. Luego le regaló una pelota a Salomón Rondón que dejo mano a mano al artillero venezolano con Ospina que empezó a ponerse la capa de héroe.

Durante el juego James Rodríguez, cumplió papel de motivador y desde el banco ofreció sugerencias sus compañeros en cancha. La ausencia del 10 en el campo se notó y se espera que esté habilitado contra Brasil.

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La mejor ocasión de Colombia llegó en el minuto 63. Una una tremenda cabalgata de Yimmi Chará, el jugador del Junior hizo varios amagues hasta quedar enfrente del arco con tres compañeros solos pero prefirió rematar a pasarla, dejando con el grito de gol en la garganta de los millones de colombianos atentos al partido.

En el minuto 70 Salomón Rondón tuvo la más clara del partido pero David Ospina con sus reflejos felinos se mandó una atajada que fue celebrada como un gol.

Giovanni Moreno, variante para el segundo tiempo, tuvo una última oportunidad para que Colombia logrará su cometido de obtener tres puntos. Un disparo de media distancia pero el arquero venezolano volvió a volar por los aires del Táchira para salvar a su equipo. Estad dos fueron las atajadas del partido. 

De esta forma terminó un partido que deja un sabor agridulce en el paladar pues este es uno de los rivales más debiles contra el que hay que sumar pero que teniendo en cuenta la situación actual de la tabla de posiciones sirve para seguir cerca de llegar a Rusia 2018.