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En fotos: así quedó el interior del Atanasio Girardot tras los disturbios de la barra de Atlético Nacional
La bochornosa situación dejó millonarias pérdidas materiales para la Alcaldía de Medellín.
El fútbol profesional colombiano amanece nuevamente en escándalo por lo sucedido este domingo en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. ‘Los del Sur’, principal barra organizada de Atlético Nacional, protagonizó violentos disturbios que, además de dejar más de 80 personas heridas entre policías y ciudadanos, provocó destrucción en las instalaciones del escenario deportivo.
La Alcaldía de Medellín informó que 89 personas fueron atendidas por los organismos de socorro en medio de la asonada que protagonizaron cientos de barristas como respuesta a la decisión de la junta directiva de cortar los “beneficios económicos” que recibían desde hace más de una década.
Aunque algunos funcionarios trataron de apagar las llamas entre las partes, los esfuerzos fueron insuficientes y los seguidores tomaron las vías de hecho. Ellos atacaron a los miembros de la fuerza pública y destrozaron los elementos que se encontraron en el camino.
Una vez las personas pretendieron ingresar a la cancha y se abalanzaron sobre los uniformados, el Escuadrón Móvil Antidisturbios -rebautizado como Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden- lanzó gases lacrimógenos para retomar el control.
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Después de lograr disipar a la multitud que intentaba invadir el campo de juego, la Policía le informó a los delegados de la Dimayor que no existían garantías para disputar el encuentro, razón por la que decidieron suspenderlo y desalojar el resto de las tribunas que ya se encontraban prácticamente vacías a raíz de los disturbios y la intensa lluvia que cayó sobre las 6:00 de la tarde en la capital antioqueña.
Mientras eso sucedía en las tribunas, en los camerinos se reunían miembros de ambos equipos para decidir el rumbo del partido acompañados de los representantes de la Dimayor, el árbitro central y Juan Pablo Ramírez, secretario de gobierno de la ciudad, que culpó directamente al club por los disturbios.
“Una noche muy desafortunada para el fútbol en la ciudad. Rechazamos la violencia, pero queremos que quede muy claro y que se establezca la responsabilidad de los directivos del club en estos destrozos, en las lesiones de los policías, jóvenes ensangrentados por la renuencia de un club de escuchar a su hinchada”, dijo Ramírez.
Y agregó: “El club Atlético Nacional debe darse cuenta que con esta actitud lo que ha generado es esto. Su responsabilidad es clara. Rechazo también la violencia de los hinchas y vamos a identificar quiénes causaron los destrozos”.
Por su parte, el presidente de Nacional, Mauricio Navarro, rechazó las afirmaciones del secretario de Gobierno y manifestó que en una reunión antes del partido se les planteó que ellos les volvieran a entregar 500 boletas gratis a la barra para que no se registraran disturbios, lo que rechazaron.
“Yo no comparto esa opinión. La solución era que reconsideráramos nuestra posición, que devolviéramos 500 entradas a la barras y ellos iban a estar tranquilos y que el partido se iba a jugar en paz y en calma”, expresó.
Lamentable como quedo el Estadio Atanasio Girardot en la tribuna sur.
— Juan Jose Largo F (@JuanJoLargo) April 17, 2023
En los baños fueron arrancados los separadores, las llaves, el sistema eléctrico y se quemaron las cámaras internas.
Ojo! Es un bien público para el aprovechamiento de la ciudad. Muy mal! pic.twitter.com/4pelUCxLv5
Daniel Quintero, alcalde de Medellín, también condenó los actos de violencia en el estadio y aseguró que por ahora no se lo prestarán más a Atlético Nacional. “No vamos a tolerar la violencia. Me toca poner hasta 800 policías por cada partido. No prestaremos el estadio a Nacional hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo. Prefiero a los policías cuidando a la gente en las calles”, escribió en su cuenta de Twitter.
Este lunes reiteró esa posición basado en el Código Nacional de Policía. “Tener que sacar 800 policías de la calle para ponerlos a cuidar un partido de Nacional que es un negocio privado es inaceptable. La ley es clara en que son las directivas las que deben contratar servicios de vigilancia privada”, sentenció.