“Es vergonzoso, los atletas merecemos respeto”: Lorena Arenas responde a la polémica entre Bernardo Baloyes y el presidente de la Federación de Atletismo

Inolvidable será para la prensa presente en la bienvenida de Sandra Lorena Arenas y Anthony Zambrano, la expresión en la cara de la medallista de plata en marcha, cuando se le preguntó por su opinión sobre Ramiro Varela y el altercado con Bernardo Baloyes, atleta que denunció humillaciones del dirigente pidiéndole devolver sus viáticos y hasta los uniformes tras no haber competido en las justas por una tendinitis en el tendón rotuliano.

Su cara fue de asombro y un poco de susto por tocar un tema tan neurálgico que lamentablemente hoy ocupa las primeras planas de los medios, a la par de las medallas del atletismo en marcha de 20 kilómetros gracias a su participación y lo conseguido por Anthony Zambrano en los 400 metros.

Después de mucho dudar y secretearse con Anthony, a quien tenía al lado en la mesa, tomó el micrófono y sin filtro respondió lo que sucedió con Bernardo Baloyes a los periodistas presentes en el evento de Revista SEMANA: “Nosotros, los deportistas merecemos respeto y ese tipo de cosas es muy vergonzoso por unos uniformes, que rueden en los medios de comunicación, más del presidente de nosotros. Respeto a los deportistas, este tipo de cosas no pueden pasar y más para unos Juegos Olímpicos, que son tan importantes”.

Minutos antes de su intervención, Anthony Zambrano respondió la pregunta de SEMANA confesando que la Federación de Atletismo quería quitarle los uniformes a unos deportistas para dárselos a otros para otras competencias.

En casa, Sandra Lorena Arenas también habló de su medalla, la preparación, su lesión y mucho más:

SEMANA: ¿Qué tanto le favoreció el aplazamiento de estas justas para su lesión?

Sandra Lorena Arenas (S. L. A.): Me favoreció bastante porque en el mundial de Doha tenía una lesión complicada. Cuando supimos que los Juegos se aplazaban por la pandemia, con el equipo disciplinario y entrenadores fuimos más allá para saber cómo recuperarnos. Un fisioterapeuta me hizo enfocar en ello. Cambiaron muchas cosas de mi vida y me entrenamiento.

SEMANA: ¿Qué falta para tener más medallistas como usted y Anthony Zambrano?

S. L. A.: Más que compromiso, me siento feliz de haber cumplido este sueño, y que más niños quieran seguir este camino y objetivo es mi sueño. No es fácil estar en unos Olímpicos, pero no es imposible, es un orgullo dar lo mejor de mí. Más que un compromiso, es una alegría poder hacerlo.

Debemos apoyar más, debe haber más entrenadores de escuela de iniciación. Hay mucho potencial, pero por falta de apoyo y recursos, que empiezan en casa, no se da porque no hay para los pasajes o la implementación. Si tuviéramos eso, seríamos potencia a nivel mundial. Si con poco lo somos, no me imagino con más apoyo en las escuelas de iniciación.

SEMANA: ¿Cómo logró mantener el equilibrio mental con sus competidoras que le pegaron, la insultaron e intentaron ganarle a toda costa la medalla?

S. L. A.: Es un trabajo de mucho tiempo, vengo trabajando con mi psicólogo. Venimos trabajando en cómo sería la competencia, lo que podía enfrentar. Saco más adversidades, con más berraquera. Me considero muy fuerte. En la competencia hubo alegatos, fue tenso y no me dio susto porque ellas me gritaban. Pensaba, en los momentos de crisis, que ellas no podían ser mejores que yo. Estaba tranquila y concentrada, sabía lo que tenía que hacer. Aunque antes de la carrera estaba demasiado asustada. Nunca había estado así. Yo trabajé con psicólogos, pero la que tomé las decisiones fui yo y lo llevé de la mano con lo físico.

SEMANA: ¿Qué piensa cuando los medios dicen que su medalla es una sorpresa, siente que se desconoce su trabajo de tantos años?

S. L. A.: De verdad que este tipo de cosas no me dan rabia, me da mucha tranquilidad que los medios presuman o presionen por una medalla sabiendo que nosotros sabemos cuando. Me gustan este tipo de cosas, que no me tengan en las cuentas. Cuando dicen sorpresa es más bonito. Porque los que saben mi proceso, que he venido ganando y haciendo es mejor así.

Para mí esta medalla es como si fuera un oro. Superé muchos obstáculos. Faltando tres días para la competencia no quería hacerlo. Para mí fue muy complicada la alimentación, no exijo una comida extraordinaria, pero al menos me tiene que gustar o tener buen aspecto, y en ese momento les confieso que no. El primer día yo decía: “¿Cómo voy a competir si no estoy comiendo bien?”. Ahí entró mi psicóloga, ¿por qué no?