DEPORTES
Esquiadora bielorrusa huyó a Polonia tras prohibición de ir a Olímpicos de Invierno
La joven esquiadora, de 17 años, fue vetada en enero para las competiciones internacionales, entre ellos los Juegos Olímpicos de Invierno que se disputan actualmente en Pekín.
Darya Dolidovich, una joven promesa bielorrusa del esquí de fondo, huyó a Polonia tras ver cómo le impedían competir por las opiniones políticas de su padre, anunció este último, en un momento de represión de la oposición bielorrusa.
“Nos hemos ido, pero volveremos”, declaró el martes en Facebook Sergei Dolidovich, exdeportista olímpico, padre y entrenador de Darya.
La joven esquiadora, de 17 años, fue vetada en enero para las competiciones internacionales, entre ellos los Juegos Olímpicos de Invierno que se disputan actualmente en Pekín.
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Sergei Dolidovich, de 48 años, estima que su hija fue castigada por sus opiniones y explicó que la familia reside ahora en Varsovia.
Acusado de derivas dictatoriales, el régimen bielorruso orquestó una represión sin tregua de la oposición desde el gran movimiento de protestas que estalló en 2020, tras la controvertida reelección de Lukashenko.
El deporte no ha sido ajeno a esa represión y varias decenas de deportistas han sido apartados de sus federaciones. Algunos fueron incluso encarcelados.
La fuga de la joven esquiadora recuerda el caso vivido durante los Juegos Olímpicos de Verano de Tokio, el pasado año, con la atleta Krystsina Tsimanuskaya, especialista en 100 y 200 metros.
Tras acusar a Bielorrusia de querer repatriarla a la fuerza, obtuvo ayuda del Comité Olímpico Internacional (COI) y protección policial cuando se encontraba en el aeropuerto de Tokio-Haneda.
China promociona una conflictiva región
La vasta región china de Xinjiang ha ocupado titulares como epicentro de supuestos abusos de los derechos humanos. Pero China busca que sea reconocida como un paraíso para practicar deportes de invierno.
Como organizadores de los Juegos Olímpicos de Invierno, las autoridades comunistas de China han declarado su intención de transformar su incipiente industria de deportes de invierno en un negocio de 157.000 millones de dólares y han otorgado a Xinjiang un papel estelar.
Esta aspiración choca con las acusaciones de grupos de derechos humanos conforme más de un millón de personas en esta región occidental, hogar de la minoría musulmana uigur, están detenidas en campos de internamiento y trabajos forzados.
Estados Unidos y algunos parlamentos occidentales acusan de “genocidio” a Pekín, que niega todas las acusaciones y reprocha a sus críticos la “politización” del deporte.
Mientras tanto, numerosos medios estatales publican informaciones de una “fiebre del esquí” en Xinjiang, acompañadas de imágenes de jóvenes urbanos adinerados tomándose selfis en ropa de esquí frente a las montañas nevadas de la región.
El número de estaciones de esquí en el país se ha cuadruplicado desde que la candidatura de Pekín ganó la asignación de los Juegos Olímpicos. Solo en Xinjiang se han erigido 72.
Los medios estatales publicaron múltiples reportajes con lugareños disfrutando en el hielo y ensalzando a jóvenes atletas de las minorías étnicas de la región.
En una publicación, un videobloguero de la minoría uigur visita “feliz e ilusionado” un nuevo parque de nieve en una desértica zona del sur de Xinjiang.
Incluso, una joven esquiadora de fondo uigur fue elegida como coprotagonista del último relevo de la antorcha en la ceremonia de apertura del viernes.
A nadie se le escapó el componente político de la elección de unas autoridades que coreografían minuciosamente su imagen en la escena internacional.
“La política de China de desarrollar con vigor los deportes de hielo y nieve y promover la salud de la población está beneficiando a gente de todos los grupos étnicos”, dijo esta semana el portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian.
“También muestra que los miembros de diferentes grupos étnicos son todos parte de una gran familia”, añadió.
Con información de la AFP.