¿Está perdido el Mundial de Catar para Colombia? No, según las cuentas de este experto

Por: Pablo Botero Londoño

El siguiente análisis asume que en las dos fechas restantes Ecuador y Uruguay van a asegurar los últimos dos cupos directos de las eliminatorias sudamericanas al mundial de Catar.

Una cosa es el juego actual de la selección, el cual es deficiente por decir lo menos. Colombia lleva siete partidos sin anotar gol, igualando así la peor racha sin marcar en toda la historia de las eliminatorias sudamericanas (la cual estaba en posesión exclusiva de Venezuela desde el año 2000). Otra bien distinta, las cuentas y posibilidades.

Sorprende que analistas y comentaristas no se ocupen de sumar y restar, desencadenando desafortunadas conclusiones sin fundamentos objetivos: “A Colombia solo le sirve ganar los 9 puntos restantes”, decían todos al unísono al faltar tres fechas. “Colombia debe ganarle a Perú en Barranquilla si quiere mantener vivas sus opciones de ir al mundial”. “El único resultado viable para Colombia es una victoria ante Argentina en Córdoba”. Una y otra vez lo repitieron propios y extraños. Nada más alejado de la realidad.

Hoy sabemos que el empate ante Perú hubiera sido un buen resultado. Colombia tendría 18 puntos y ganando sus últimos dos partidos llegaría a 24. Era muy factible que Perú no le ganara a Ecuador —el tercer mejor equipo de la eliminatoria por mucho—, como efectivamente sucedió, y que pierda con Uruguay en Montevideo en la próxima fecha. Con estos resultados, así le ganase a Paraguay de local en la última fecha, Perú llegaría a 24 puntos.

Incluso perdiendo con Argentina, de haber logrado Ecuador los tres puntos en Lima, resultado que se dio hasta faltando 20 minutos para que finalizara el partido, Colombia estaría en una posición aceptable. Ganando sus últimos dos partidos hubiera tenido que esperar a que Perú perdiera con Uruguay en Montevideo o no sumara más de tres puntos en las dos últimas fechas. De darse estos resultados y mantenerse la diferencia de gol, que incluso hoy favorece a Colombia, ambos quedarían con 23 puntos y Colombia le ganaría la posición.

¿Y Chile? A pesar de su notable resultado en La Paz ganándole de visitante a Bolivia, algo que solo Argentina y Ecuador habían logrado hasta ayer, lo más probable es que pierda con Brasil en el Mineirão en la próxima fecha; de local, Brasil no ha cedido un solo punto. Con este resultado, así le ganara a Uruguay en la última fecha, gesta nada fácil, solo llegaría a 22 puntos.

Dejando a un lado la comodidad del análisis con retrovisor, y regresando a la realidad: ¿Con los resultados de esta semana, estamos eliminados y no existe posibilidad alguna? ¡Falso!

Si en la próxima fecha Colombia le gana a Bolivia de local, Brasil le gana a Chile de local y Uruguay le gana a Perú de local, resultados posibles todos, Colombia tendría que ganarle a Venezuela en Maracaibo en la última fecha y esperar que Paraguay no perdiera con Perú en Lima. Improbable pero no imposible.

Aunque en conjunto es difícil que se den todos los resultados, si se analizan individualmente desde una óptica futbolística, todos son razonables o, por lo menos, factibles. Para poner un ejemplo, en ninguno se supone que un colero va a golear de visitante a Argentina o Brasil.

¿Si Colombia saca 4 puntos de 6 “ahí sí que no existe ninguna posibilidad”? Falso de nuevo. Muy difícil, pero, una vez más, no imposible. Si Colombia gana un partido y empata el otro, llegaría a 21 puntos y todavía se vale hacer cuentas.

Se tendría que esperar a que Chile perdiera con Brasil en el próximo partido y que no le ganara a Uruguay de local en la última fecha. Perdiendo con Brasil y empatándole a Uruguay, Chile quedaría con 20 puntos, uno menos que Colombia. Así mismo, Colombia tendría que esperar a que Perú perdiera sus dos últimos partidos con Uruguay de visitante y Paraguay de local, quedando igualado con Colombia en 21 puntos y perdiendo el quinto puesto por diferencia de gol favorable de los cafeteros.

¡Colombia iría al repechaje con 21 puntos!

Esa sí que sería una lección para dejar a un lado las frases fatalistas de cajón, a destiempo, y ¡animarnos a sumar y a restar!