CICLISMO
Esto es lo que se sabe de la investigación por dopaje en el Arkéa, el equipo de Nairo Quintana
Hay un proceso abierto en la fiscalía de Marsella después de que se encontraron elementos sospechosos en una jornada de registro durante el Tour de Francia.
El miércoles 16 de septiembre fue la etapa reina del Tour de Francia. Ese día, los ciclistas recorrieron 170 km y escalaron dos puertos fuera de categoría, desde Grenoble hasta una estación de esquí en el Col de la Loze. La clasificación general se hizo trizas: Supermán López ganó y entró temporalmente en el podio, Rigoberto Urán perdió dos minutos y quedó sexto, mientras que Nairo Quintana entró junto con su hermano Dayer casi media hora después de Supermán.
No fue lo único negativo que tuvo ese día para Nairo Quintana. Ese mismo miércoles, un grupo policial francés allanó el hotel donde él y su equipo, el Arkéa Samsic, se estaban hospedando. Entraron a las habitaciones de varios corredores, buscaron elementos sospechosos en el equipaje de los masajistas y de los médicos, y, finalmente, registraron varios vehículos del equipo. Pero nada se supo en ese momento: el Arkéa siguió compitiendo, sus corredores llegaron a París y un día después de que se acabó el Tour se conoció que la búsqueda estaba enmarcada en una investigación por posible dopaje que la fiscalía de Marsella, Francia, estaba adelantando contra “un pequeño grupo de ciclistas”.
Los primeros en publicar la información fueron los diarios Journal du Dimanche y L’Equipe. En sus artículos, que vieron la luz en la madrugada de Colombia, ambos explicaban que varios agentes de la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones al Medioambiente y a la Salud Pública (Oclaesp) habían llegado con una orden judicial al hotel del Arkéa. De acuerdo con Le Journal du Dimanche, las habitaciones donde se concentró la búsqueda fue la de los corredores colombianos: Nairo Quintana, Dáyer Quintana y Winner Anacona. Sin embargo, a medida que avanzó el día, se fue ampliando la información.
Primero, la agencia AFP publicó un comunicado de la fiscal de Marsella, Dominique Laurens, en el que la magistrada confirmaba la información: “La fiscalía de Marsella confirma que se encarga de una investigación diligenciada por la la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones al Medioambiente y a la Salud Pública (Oclaesp) por sospechas de dopaje contra una pequeña parte del equipo de ciclistas”, decía el comunicado citado por AFP.
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Más tarde, el diario Le Parisien informó que dos personas estaban siendo interrogadas por la justicia francesa: “Uno de los dos médicos que colaboraban con el equipo francés Arkéa Samsic y un fisioterapeuta español que trabaja con el líder del Arkéa, Nairo Quintana”. Aunque no se refiere por el nombre, el segundo, según el diario El País, sería Mikel Otero, un masajista que trabajó desde 2011 en el Movistar y que ha acompañado al ciclista colombiano durante toda su carrera en Europa.
La Oclaesp, la Fiscalía francesa y su presencia en el Tour
Desde 2009 el Tour de Francia comenzó a tener en sus concentraciones a un grupo de agentes de una unidad impronunciable. Su misión: ofrecer apoyo a investigaciones que tuvieran que ver con el dopaje y estar en contacto con el medio ciclístico para ser capaces de encontrar nuevas formas de hacer trampa. Se trataba de la Oclaesp, una división de la Gendarmería Francesa –el nombre oficial de la fuerza policial en ese país– que se encarga, a grandes rasgos, de todos los delitos médicos y ambientales. “La presencia en el Tour nos permite mantener una presión constante sobre los equipos y observar, ya sea que tengamos algo en la mira o no”, le dijo uno de los agentes a Ouest France en 2018, para un reportaje que el medio estaba haciendo sobre la fuerza de tarea.
En ese reportaje, Ouest France describe a la Oclaesp como un equipo de investigación mixto que incluye agentes policiales y agentes civiles. También explican que, para el caso del Tour, comenzó investigando el dopaje, pero han ofrecido apoyo para la recolección de pruebas judiciales en casos como el del fraude tecnológico, el supuesto motor escondido en los marcos de las bicicletas que estuvo presente en el campeonato mundial de ciclo-cross de 2016 y que despertó las alarmas en la ‘gran vuelta’ más importante del mundo del ciclismo.
El último arresto que la Oclaesp realizó durante el Tour ocurrió en 2012, cuando el ciclista Rémy Di Gregorio fue acusado de dopaje, un caso por el cual fue suspendido por cuatro años en 2018. Además, durante años, han sido protagonistas de otras investigaciones: el año pasado, por ejemplo, investigaron también a los corredores del Deceuninck, de Julian Alaphillipe y Elia Viviani, pero el caso fue cerrado posteriormente por falta de pruebas.
Según la Fiscalía de Marsella, durante la búsqueda en el hotel donde se estaban hospedando los ciclistas del equipo Arkéa, los agentes de la Oclaesp encontraron “muchos productos de salud, incluidos medicamentos en sus pertenencias personales, pero también y, sobre todo, un método que podría ser calificado de dopante”.
El diario Le Parisien también amplió esta información y dijo que según sus fuentes habían sido hallados “aproximadamente 100 ml de suero fisiológico y equipos para inyección en algunos equipajes personales". Según explica ese medio, “en varios casos recientes de dopaje las infusiones de sales fisiológicas han sido utilizadas para disminuir el nivel de hematocritos –el volumen de glóbulos rojos– en la sangre”.
De acuerdo con la AFP, los miembros del Arkéa involucrados en el presunto caso de dopaje podrían enfrentarse a tres cargos: administración y prescripción a un deportista, sin justificación médica, de sustancia o método prohibidos en el marco de una manifestación deportiva; ayuda a la utilización e incitación al uso de sustancia o método prohibido a los deportistas, y transporte y tenencia de sustancia o método prohibido para uso de un deportista sin justificación médica. Según la fiscal, los acusados, de ser encontrados culpables, podrían llegar a enfrentar penas de hasta cinco años de prisión y 75.000 euros de multa.
Respuestas de Nairo y del Arkéa
En la tarde del lunes, el Arkéa Samsic publicó un comunicado. Después de haber repetido en varias ocasiones que no deseaba referirse al tema, el gerente general del Arkéa, Emmanuel Hubert, decidió enviar un mensaje de WhatsApp a las redes de información del equipo y publicó un tuit con un comunicado: "[La búsqueda] se refería solo a un número muy limitado de corredores, así como a su séquito cercano, no empleado por el equipo”, dijo. Y agregó: “El equipo, su gerente general, así como su personal, no son cuestionados en absoluto y, en consecuencia, no se les mantiene informados de ningún elemento relacionado con el avance de la investigación”.
Communiqué de l’équipe Arkéa-Samsichttps://t.co/MrxC8Zazcx
— Team Arkéa Samsic (@Arkea_Samsic) September 21, 2020
De acuerdo con su comunicado, la investigación no está dirigida en contra del equipo, sino de algunas personas específicas. Y aunque tampoco quiso dar nombres, sí dejó claro que aunque apoyaba a sus corredores, no toleraría ningún caso de dopaje en sus filas: “Si resulta que al final de la investigación los elementos confirman la veracidad de las prácticas de dopaje, el equipo inmediatamente se desvinculará de tales actos y tomará las medidas que sean necesarias para poner fin a los lazos que podrían unirlos con métodos inaceptables”.
Por su parte, aunque ni Nairo Quintana ni los otros ciclistas del equipo se han pronunciado, su equipo de prensa en Colombia difundió en la mañana del lunes un comunicado en donde explica que el ciclista colombiano está “brindando la colaboración necesaria con las autoridades francesas”. De hecho, según reportó el medio especializado Cycling News y el diario inglés The Guardian, Nairo y Dáyer Quintana fueron interrogados por la Fiscalía.
El otro pronunciamiento fue el de la Unión Ciclista Internacional, la organización que rige todas las competencias profesionales de este deporte. Según ellos, su organización “le da la bienvenida y apoya las acciones de todas las partes involucradas” y dijo que “tomará las medidas apropiadas una vez se tome nota de la información obtenida por las autoridades legales francesas”.