Fabio Torres: de pisar una mina antipersonal a ser el abanderado del Comité Paralímpico Internacional en Tokio 2020

El 7 de mayo de 1976 nació en Nariño un joven destinado a dejar grandes huellas por su país. Desde siempre supo que servir era lo suyo, por eso se enfiló en el Ejército Nacional de Colombia, pero en 2008 la desgracia le explotó literalmente en sus pies en la región del Catatumbo, donde desafortunadamente pisó una mina antipersonal. Fabio perdió su pierna izquierda.

Sin embargo, la violencia no detuvo su trasegar. Su vida tomó un nuevo camino y fue el deporte el que le devolvió la esperanza, primero fue atleta del voleibol sentado y la para natación, pero como el hombre fuerte y resiliente que es, se quedó en el levantamiento de pesas y hoy registra en su historial un total de seis medallas ganadas en competencias internacionales. Tres de oro, dos de plata y dos de bronce, seis de ellas obtenidas en Copas Mundo y una en Juegos Parapanamericanos. Fabio cumplió su misión de no ser recordado como el hombre que perdió una pierna, sino el que ganó todo lo que se propuso como estar en el ranking de los mejores powerlifting siendo el #3 a nivel mundial.

FABIO, SINÓNIMO DE GRANDEZA

A las seis de la mañana de nuestro país, este martes 24 de agosto, Fabio le mostró al mundo que a los colombianos la violencia no nos define y por primera vez en la historia fue el encargado de llevar la bandera paralímpica durante la ceremonia de apertura de Tokio 2020, siendo el primer nacional en hacerlo en este tipo de justas en su debut en el olimpismo. Fabio hace parte de la delegación de 69 deportistas y como él, desfilaron en la inauguración un abanderado y una abanderada cafeteros, el pesista Francisco Palomeque y la atleta Érica Castaño.

“Torres, quien se ha destacado por su gran corazón y excelente labor ayudando a los niños de escasos recursos en su fundación, ‘Amor y vida’, demostró que sus valores van acordes con lo que busca representar el Comité Paralímpico Internacional. Por esa razón, Fabio fue elegido como el atleta que debería llevar la bandera en representación del paralimpismo a nivel Américas”, destacó el comité paralímpico colombiano.

El para powerlifter fue escogido para llevar la bandera del IPC en Tokio 2020, pues durante 12 años de carrera decidió crear una fundación llamada “Gestión, Amor y Vida”, cuyo objetivo ha sido ayudar a las personas con discapacidad, a los ancianos y a los niños de bajos recursos. Un auténtico ejemplo en el ámbito del deporte, la ética y en la superación personal.

SU FINAL EN EL EJÉRCITO, SUS INICIOS EN EL DEPORTE

Después de aceptar su nueva realidad en un doloroso proceso, llegó abril de 2009 y con él un nuevo comienzo. Fabio debutó como pesista en Fusagasugá, departamento de Cundinamarca, Colombia. En sus primeras competencias no lograba destacarse con disciplina y dedicación forjó lo que hoy es una exitosa carrera. Su familia ha sido su mayor motivación. A su esposa, Abelis Cantillo Villegas y sus hijos, Héctor Fabio y Rosalía, les debe la fortaleza mental y física. A sus padres Tomasa Silva y Merardo Torres -que falleció hace pocos meses- les debe la inspiración de salir adelante pese a las dificultades: “es un orgullo muy grande, me siento muy afortunado de llevar la bandera del IPC, significa no solo representar a mi país, es representar a todos los deportistas a nivel América” , dijo Fabio antes de la inauguración.

“Patria, Honor, Lealtad” fue el eslogan que aprendió en el ejército, valores a los que Fabio decidió sumar solidaridad y resiliencia. Hoy, es él uno de los principales candidatos a subirse al podio de Tokio 2020.