Deportes

¿Falsos intercambios? De qué se trata la nueva polémica que envuelve a la Juventus

El equipo de Turín es investigado por sus recientes fichajes.

2 de diciembre de 2021
Los jugadores Juventus previo al partido contra Atalanta por la Serie A italiana, el sábado 27 de noviembre de 2021. (Fabio Ferrari/LaPresse vía AP)
El club podría ser duramente sancionado. | Foto: AP/Fabio Ferrari/LaPresse

“Falsos intercambios” de jugadores a precios juzgados excesivos como astucia contable para asegurar los balances económicos. La investigación abierta contra la Juventus es la ocasión para que el fútbol italiano se cuestione una práctica demasiado habitual, comparada con el dopaje financiero.

¿Por qué una investigación?

La Juventus es objeto de una investigación sobre sus recientes fichajes y la manera en la que los resultados financieros fueron comunicados, entre 2019 y 2021.

El club con 36 ‘Scudetti’, que cotiza en bolsa, podría haber ofrecido información falsa a los inversores, creando facturas por transacciones inexistentes, según la fiscalía.

Los investigadores estudian un total de 282 millones de euros (319 millones de dólares) de plusvalías, según los medios.

Varios dirigentes, entre ellos el presidente Andrea Agnelli, son investigados y las oficinas del club fueron registradas durante el fin de semana.

El club colabora con los investigadores y está convencido de poder esclarecer los aspectos en cuestión”, aseguró el martes John Elkann, al frente del holding de la familia Agnelli, que controla la Juventus.

La Juventus es también objeto de otra investigación sobre fichajes dudosos, iniciada en octubre por la federación.

¿Qué son los ‘falsos intercambios’?

En el centro de esta investigación figura una práctica -legal- generalizada desde hace varios años: los “falsos intercambios”, ventas cruzadas de jugadores entre dos clubes, con poco o nada dinero pagado.

¿Un ejemplo claro? Los fichajes simultáneos de Arthur y Miralem Pjanic entre el Barcelona y la Juventus en 2020. A pesar de los precios anunciados (72 millones de euros por el primero, 60 por el segundo), poco dinero circuló. Pero el efecto en las cuentas de los clubes fue inmediato, gracias a la noción de plusvalía.

En un traspaso, el coste de la compra de un jugador se desglosa como amortización en la duración de su contrato. Pero una eventual plusvalía es inmediatamente añadida a las cuentas.

Con Pjanic la Juventus consiguió una plusvalía de 43 millones, la segunda más grande de su historia.

La Juventus, cuya masa salarial creció enormemente con la llegada de Cristiano Ronaldo en 2018, multiplicó este tipo de operaciones.

Otro ejemplo ocurrió a principios de 2021. Marley Ake fichó por la Juventus, por ocho millones de euros, y Franco Tongya llegó al Marsella. El club de Turín contabilizó una plusvalía de 7,8 millones de euros.

¿Qué riesgo corre la Juventus?

Numerosos expertos subrayan los abusos de este sistema de “falsos intercambios”, con precios de venta para los jugadores que no se corresponden con su estatus, permitiendo plusvalías importantes sin entrada de dinero.

“Es dopaje financiero, altera los equilibrios de mercado y falsea las competiciones”, señaló el miércoles en Le Corriere dello Sport el abogado Salvatore Scarfone.

“La dificultad es siempre probar la intención fraudulenta en el aumento de la valorización”, añadió.

Con respecto a la Juventus, la investigación se apoya principalmente en las escuchas telefónicas, según la prensa.

Más allá del campo jurídico, por el momento incierto, los elementos reunidos serán enviados a la federación, que puede sancionar deportivamente a un club que cometa fraude financiero. Según la gravedad, puede ir desde una multa a una exclusión del campeonato, pasando por una retirada de puntos.

El Chievo Verona perdió tres puntos en 2018 por haber realizado operaciones ficticias que le permitieron equilibrar sus cuentas para inscribirse en el campeonato. En 2008 el Inter y el Milan recibieron multas por plusvalías fraudulentas.

¿Cambiar las reglas?

Esta investigación implica a uno de los clubes más importantes de Italia, 15 años después del escándalo Calciopoli que le supuso el descenso a segunda por haber influido en los árbitros.

“Somos conscientes de nuestra incapacidad para reaccionar en este terreno un poco resbaladizo, pero sabemos que podemos, con algunas precauciones, adoptar medidas que pueden limitar el impacto del fenómeno”, declaró a finales de octubre el presidente de la Federación Italiana Gabriele Gravina, tras el inicio de la investigación.

La federación se plantea no tomar en cuenta las plusvalías cuando no hay flujo monetario en los traspasos, según el sitio Calcio e Finanza.

Con información de la AFP.