Fe y pasión: los pilares para la increíble recuperación de Luz Karime Garzón

Luz Karime Garzón es una múltiple campeona mundial de patinaje que a sus 25 años suma 13 títulos mundiales, además de un campeonato bolivariano y uno europeo. Su carrera inició a los seis años enfrentándose desde muy pequeña a lo selectivo que es su deporte.

Actualmente hace parte de la delegación colombiana que disputa en Ibagué el campeonato mundial de patinaje, una competencia que se dio por iniciada de manera oficial este sábado 6 de noviembre con las competencias que otorgan medalla en la categoría senior con la prueba combinada, que es punto más eliminación, y en velocidad con 1.000 metros y 500 metros.

El proceso para llegar a los campeonatos mundiales requiere una concentración de tres meses con todos los mejores del mundo donde como Luz Karime lo manifiesta, es importante mostrar todo el tiempo la mejor versión: “Es una preparación de tres meses donde debes mostrarte todos los días porque llevan cuatro deportistas y solo corren dos por país. Es todo el tiempo tu mejor versión, no solo en patines, sino que montamos cicla de tres a cuatro horas diarias, llegamos de la cicla nos montamos a los patines, son dos horas de entreno y luego nos toca hacer pesas”.

Con altos y bajos, y muchas dificultades tanto económicas como físicas “Luska” obtuvo este sábado la medalla de oro y repitió este domingo, pero esta vez en los 10.000 metros puntos/eliminación. Una presea llena de orgullo tras haber sufrido una hernia discal que empezó a manifestarse tras ser campeona en los Juegos Nacionales de 2019.

Los síntomas como calambres y corrientes desde la corona hasta la planta del pie se sumaban al miedo de las pocas recuperaciones positivas en otros deportistas que padecían el mismo diagnóstico.

Sin embargo, la perseverancia fue una de las claves para su recuperación: “Yo decía: tengo que buscar la manera y hacer lo posible para pasar esto porque aparte que tenía hernia, tenía una fisura en el disco y tengo un desgaste total en uno de los discos de la vértebra”. A esto se sumó su ángel guardián en todo este proceso enlazado por el Comité Olímpico Colombiano, Jorge Ramírez, uno de los mejores cirujanos de espalda y quien además operó a Óscar Figueroa, pesista colombiano: “Me dijeron Luska el cirujano te quiere ver porque quiere apoyarte y va a hacer lo posible por operarte en dos días, y así fue”.

Contra todo pronóstico su recuperación tardó solo dos semanas y no seis meses como es habitual en la mayoría de los casos, la rehabilitación con fisioterapia fue clave para empezar a patinar de a cinco minutos diarios después de la cirugía.

Otro de los puntos importantes en su proceso fue su equipo de trabajo conformado por el Comité Olímpico, su cirujano Jorge Ramírez, su entrenador, Elías del Valle, entre otros: “Éramos un grupo súper grande, todos concentrados en mi recuperación, estaba también el entrenador de educación física de Mariana Pajón”.

Un apoyo que se sumó a cuatro pilares básicos que ella tiene para salir adelante como deportista: “Lo más importante que siempre le resalto a todos (colegas) es tener la fe intacta, las ganas, la pasión y que siempre haya ese amor que ayuda a salir adelante. Si eso está uno va encontrando el camino y va impulsándose, Dios le va poniendo a uno las personas que te edifican y te ayudan”.

Su lesión no solo contribuyó para convertirla en una profesional más integra sino también para dejarle un mensaje a todos aquellos que como ella padecen de molestias físicas: “Se necesita hablar del tema, porque a veces para que el contrincante no se alegre preferimos tapar nuestros dolores y no buscar ayuda. En este caso yo puedo alzar mi voz para que el deportista que está sufriendo pueda llegar a este gran cirujano”.

En cuanto al por qué el patinaje no es un deporte olímpico, Luz Karime expone a SEMANA que es un tema más de organización de las potencias mundiales como lo son: Estados Unidos, Corea y China, o también porqué Colombia suele ser muy ganadora en este deporte: “No sé si es porque nosotros nos traemos 32 medallas de oro en campeonato mundial que de pronto no les interesa tampoco”.

Trabajar cada día para cumplir el sueño de que el patinaje sea un deporte olímpico se ve condensado en la exigencia y el espectáculo que se puede denotar en cada competencia: “Te invito mañana a que nos veas patinar, vas a ver que es un deporte con mucho espectáculo, con mucha exigencia y para mí es el mejor del mundo”.

Actualmente a Luska le quedan alrededor de cinco pruebas en el Mundial de Patinaje que espera culminar de manera exitosa y cumpliendo lo prometido en aquella entrevista: “Con el Comité Olímpico hablamos con SEMANA en abril cuando me hicieron la intervención, y quedó prometido. Vamos a ver cómo nos va en el mundial para poder decirles que todo valió la pena”.