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Fredy Guarín | “Él está en manos de profesionales y saldrá adelante”: Eduardo Lara, el padre
Eduardo Lara fue el primer entrenador que llevó a Fredy Guarín a una Selección Colombia, la sub 17 de 2003. Desde entonces, siempre lo tuvo en sus selecciones y también lo hizo debutar con el equipo de mayores.
Colombia entera bautizó cariñosamente ‘Guaro’ a Fredy Guarín la noche del miércoles 14 de mayo de 2003, cuando marcó el gol de la victoria frente a Brasil, en la fase final del suramericano sub 17 de Bolivia. Un ‘pepazo’ de más de 30 metros, fuera del área y desde la línea lateral, que hizo una comba de la forma de una banana hasta clavarse en la red. Gol a lo Roberto Carlos, aquel lateral izquierdo del Inter, Real Madrid y la Selección Brasil, y que les significó a los dirigidos por Eduardo Lara volver a llevar a Colombia a un mundial prejuvenil.
Los futboleros empezaron a indagar quién era el jugador de la camiseta número 13. Unos decían que el ‘Guaro’ era antioqueño, porque jugaba en Envigado. Otros que del Valle, pues se había probado en Tuluá. Y hasta se creyó que era del Tolima, ya que hizo parte de las selecciones infantiles del departamento.
“¿Boyacense?”. La sorpresa fue general. El departamento donde el guaro (el aguardiente) se llama Líder es más proclive para ciclistas que futbolistas: apenas doce han llegado al fútbol profesional.
Fredy Alejandro, el mayor de los cuatro hijos del matrimonio Guarín Vásquez (tres barones de nombre Fredy, como el papá, y la niña Luisa Fernanda), había nacido el 30 de junio de 1986 en Puerto Boyacá, en pleno corazón del Magdalena Medio. En la cancha de cemento del barrio Pueblo Nuevo, y bajo 40 grados centígrados de temperatura, dio sus primeras patadas a un balón.
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‘El profe’ Lara, a quien Guarín considera su padre, lo llevó de titular al mundial sub 17 que se disputó en Finlandia en agosto de 2003. La Selección alcanzó un histórico cuarto lugar. Ese mismo año, Reinaldo Rueda lo convocó a la selección sub 20 para el mundial de Emiratos Árabes, donde el equipo ocupó el tercer puesto, tras quedar eliminada por el campeón, España, en semifinales.
Pero fue el suramericano sub 20 del Eje Cafetero de 2005 donde terminó de ganarse el corazón de los colombianos. Zúñiga, Marrugo, Toja, Otálvaro, Wason, Dayro, Falcao, Rodallega y, claro, Guarín y Aguilar –como para brindar con aguardiente o cerveza- fueron algunos de los nombres propios del equipo que, dirigido por Lara, se coronó campeón por encima de la Argentina de Lionel Messi.
Meses después, en el mundial de Holanda, Messi tomaría revancha al eliminar a Colombia en octavos de final. El despecho por esa derrota se tomó con resignación: había nacido la segunda generación dorada del fútbol colombiano.
Lara nunca lo volvió a perder de vista y tuvo el atrevimiento de convocarlo a la Selección de mayores en once juegos de la eliminatoria al mundial de Suráfrica 2010.
“Fredy es un jugador muy inteligente. Te lee rápido el juego, se acomoda en cualquier posición, sabe acomodar a sus compañeros. En esa línea de volantes, es indispensable para cualquier equipo. Es diferente. Tiene buen juego aéreo, por su contextura. Muy buena pegada en el tiro libre. Es un jugador de excelentes condiciones”, lo definió Lara en diálogo con SEMANA.
Como persona, el actual entrenador del Once Caldas se refirió al futbolista de Puerto Boyacá de esta forma: “Es un ser humano espectacular, con excelentes valores, es un gran amigo. Es 100 puntos, lo considero como uno de mis hijos predilectos, siempre me llama ‘padre’”.
Eduardo Lara también le reveló a SEMANA que no ha dejado de hablar un solo día con el jugador desde el día del incidente, en Semana Santa cuando salió de la casa de sus papás acompañado por la Policía por presunta violencia intrafamiliar y ensangrentado. “Sé que pronto va a salir de esta situación, porque está en manos de verdaderos profesionales que le van a ayudar mucho”, aseguró.
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