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Gesto de jugador israelí en pleno partido desata escándalo mundial: lo acusan de “apoyo a la masacre”
Antalyaspor busca la manera de rescindir su contrato.
Si hay algo con lo que la Fifa ha tratado de luchar incansablemente es con el hecho de utilizar el fútbol para enviar mensajes políticos. El ente rector prohíbe que las selecciones y clubes hagan apologías sin tratarse de una campaña autorizada, mucho más si esas manifestaciones pueden herir susceptibilidades.
El conflicto entre Israel y Palestina es uno de esos hechos que la Fifa toma con ‘pinzas’ para evitar sentarse en alguna posición específica, dado el debate mundial que se ha creado entorno a los crímenes cometidos entre ambos bandos.
A pesar de las prohibiciones, este fin de semana se presentó un caso que le da la vuelta al mundo. Autoridades turcas acusaron el lunes al futbolista israelí Sagiv Jehezkel de incitar al odio después de que expresara su solidaridad con los rehenes en manos de la milicia Hamás durante un partido de primera división. Salió libre a la espera de juicio.
El jugador de Antalyaspor había sido detenido para un interrogatorio el domingo por la noche tras mostrar un vendaje en su muñeca con las palabras “100 días 7.10″, en referencia al 7 de octubre — el día que Hamás atacó Israel y los rehenes fueron capturados — junto a una estrella de David.
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El internacional israelí, de 28 años, dijo a la policía que sólo pedía el final de la guerra.
El ministro de Justicia, Yilmac Tunc, informó el domingo por la tarde que Jehezkel estaba bajo investigación por posibles cargos de “incitar abiertamente al público al odio y la hostilidad”. Tunc afirmó en un comunicado en X (antigua Twitter) que Jehezkel había hecho “un gesto feo en apoyo de la masacre israelí en Gaza”.
El gesto se interpretó como provocador en Turquía, donde hay una oposición pública generalizada a las acciones militares israelíes en Gaza y un apoyo abrumador a los palestinos.
Antalyaspor suspendió a Jehezkel del equipo y anunció que hablaba con los abogados del club sobre la posibilidad de dar por terminado su contrato.
Durante su interrogatorio por la policía, el jugador negó las acusaciones de que hubiera hecho un gesto provocador, según la agencia privada de noticias DHA. “No soy proguerra”, dijo a la policía, según citaron los medios turcos. “Quiero que este proceso de 100 días termine. Quiero que la guerra termine”, habría añadido.
El jugador apuntó que “nunca he participado en nada relacionado con la política desde que llegué. Nunca he faltado al respeto a nadie desde el día en que llegué. A lo que quería llamar la atención era a la (necesidad) de que termine la guerra”.
La federación turca de fútbol condenó lo que describió como un gesto que “perturbó la conciencia” del público turco.
En Israel, por otro lado, la detención del jugador, provocó indignación.
El ministro de Exteriores de ese país, Israel Katz, pidió a la comunidad internacional y organizaciones deportivas que tomaran medidas contra Turquía por su “uso político de la violencia y las amenazas contra deportistas”.
“Cualquiera que arreste a un futbolista por una muestra de solidaridad con 136 cautivos que llevan más de 100 días con los terroristas de una organización terrorista asesina representa una cultura de odio y asesinato”, afirmó.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, tacho la detención de Jehezkel de “escandalosa” y dijo, basado “en sus acciones”, que “Turquía sirve como la ‘rama ejecutiva’ de Hamás”, afirmó en X.
*Con información de Associated Press.