Aniversario
“Gloria a Dios, una expulsión nos hubiera perjudicado”: Gerardo Bedoya salió campeón de América y solo vio una tarjeta amarilla
El futbolista que según la FIFA es el jugador con más tarjetas rojas en la historia, tuvo un comportamiento ejemplar en la Copa América, donde además marcó uno de los goles más decisivos de aquella conquista, el que abrió el triunfo ante Honduras en la semifinal en Manizales.
Nació en el municipio antioqueño de Ebéjico, en 1975, y si algo marcó su carrera futbolística es que se convirtió en ídolo en la mayoría de clubes en los que jugó. Desde el Deportivo Pereira, donde debutó en 1995, a los 20 años. Se ganó el apodo de “General” en el Deportivo Cali (porque a finales de los 90 el comandante del Ejército era el general Harol Bedoya). En Avellaneda es un Dios para los hinchas de Racing, y en Colombia se ganó el respeto de aficiones con enconadas rivalidades, como Nacional, Millonarios y Santa Fe, donde salió campeón en los estertores de su carrera.
Fue precisamente tras su transferencia a Racing cuando Bedoya consiguió abrir las puerta de la selección Colombia. Cuando el fax de la convocatoria para la Copa América de 2001 llegó a la sede del club de Avellaneda confiesa que corrió y saltó como niño pequeño. Y cuando viajó al país para concentrarse, siempre tuvo en la mente que no dejaría escapar el tren de la historia, y ocupar un vagón en el primer título en la historia de la selección nacional.
Desde sus días en el grande matecaña, Bedoya se caracterizó por su temperamento, que si bien era una de sus virtudes, muchas veces lo traicionó. Hasta en 46 oportunidades en toda su carrera vio la tarjeta roja, estadística que llevó a la FIFA a considerarlo como el jugador con más expulsiones en la historia en todo el mundo.
Por eso, veinte años después del título de aquel plantel dirigido por Pacho Maturana, supone una grata sorpresa que, a pesar de la vehemencia con la que jugadores de su corte suelen afrontar partidos tan cruciales como los de una Copa América, no haya sido expulsado. Es más, estuvo a punto de terminar el campeonato sin ver una sola amonestación, pero precisamente en la final ante México vio una cartulina de ese color. “No me acordaba que me habían amonestado apenas en la final. Gloria a Dios, las expulsiones perjudican el objetivo de los equipos”, dice Bedoya.
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El lateral izquierdo antioqueño, sin embargo, fue protagonista estelar de aquella conquista, pues un gol suyo de media distancia fue el que destrabó uno de los partidos más difíciles que Colombia disputó en aquella Copa, la semifinal ante Honduras en Manizales.
Hace 2️⃣0️⃣ nos coronábamos campeones de América tras vencer 1️⃣-0️⃣ a 🇲🇽 en la final de la CONMEBOL Copa América 2001 🏆
— Selección Colombia (@FCFSeleccionCol) July 29, 2021
⚽️ Iván Ramiro Córdoba#VamosColombia🇨🇴 pic.twitter.com/F1nDgl5rGM
Cinco meses después, y como en una especie de deja vu, marcó un gol tras un fuerte disparo de media distancia, ante River Plate, que prácticamente le dio el título del campeonato argentino a Racing, con el que puso fin a una sequía sin títulos. Ha sido catalogado como el gol más importante de la historia reciente del equipo del cilindro. “Para que escoger uno de esos goles si me puedo quedar con los dos. En Colombia digo que el gol contra Honduras fue el mejor de mi carrera, pero en Argentina digo que fue el que hice con Racing”.
Tras la consagración en la Copa América, Bedoya se retiró en el 2015, a los 40 años, defendiendo la camiseta del Cúcuta Deportivo. Disputó 687 partidos oficiales en Colombia, Argentina y México, además de la selección. Marcó 60 goles, la mayoría de media distancia y de tiro libre. Debutó como técnico en el Campín, el estadio de su mayor consagración, dirigiendo en calidad de interino al Independiente Santa Fe. Veinte años después también es panelista en varios espacios deportivos radiales, y sueña con que su primo, Flabián Londoño, se consagre en el fútbol argentino, pues está a punto de debutar en primera división con la legendaria camiseta de River Plate.