Hinchas atacaron el bus de Gremio en Brasil; Jaminton Campaz sufrió heridas

La violencia de los hinchas en Brasil fue protagonista nuevamente. Este sábado, en la previa del clásico de Porto Alegre, el bus de Gremio, equipo donde milita el colombiano Jaminton Campaz, fue atacado con piedras que impactaron en los vidrios del colectivo.

El fuerte ataque dejó varios jugadores del equipo levemente heridos. El jugador más afectado fue el uruguayo Mathías Villasanti, que al momento del impacto sufrió cortaduras en su rostro que de inmediato fueron atendidas por el personal.

Ante este ataque, Gremio manifestó su rechazo rotundo a las acciones de los seguidores del equipo rojo, calificándolo como “cobarde”.

“Ante la cobarde y absurda agresión que sufrió nuestra delegación, ya comunicamos a la Federación Gaucha de Fútbol nuestra decisión de no jugar el clásico Grenal este sábado”, publicó el club que además compartió las imágenes del atentado.

“Nuestra atención en este momento está toda enfocada en la atención del atleta Villasanti, quien recibió un impacto de piedra en el rostro, y de los demás integrantes de la comitiva lesionados (...) Además del desequilibrio técnico generado por el hecho delictivo y la ausencia de un ambiente deportivo para el partido, la decisión de Gremio también es una manifestación de repudio a toda forma de violencia”, concluyó.

A los lesionados se sumó el colombiano Jaminton Campaz, quien por medio de su cuenta de Instagram, publicó el tamaño de la piedra que aterrizó al bus, además de mostrar las lesiones leves que dejaron las esquirlas de los vidrios en su rostro.

Este ataque se suma al ocurrido a mitad de semana en el que el equipo del colombiano Hugo Rodallega fue atacado con una bomba que impactó en el bus dejando heridos de más gravedad.

El relato de Rodallega

El delantero, de 36 años, relató en Vicky en SEMANA los dramáticos momentos que vivieron en la ciudad de Salvador de Bahía. “Fue un susto grande. Íbamos camino del hotel al estadio y, aproximándonos, un artefacto muy fuerte estalló, lo sentimos dentro del bus. Luego estallaron dos más. Empezó la gritería de los compañeros de la parte de atrás del bus. Había mucha sangre y hubo mucha preocupación. Fue un gran susto el que vivimos. Nuestro compañero Danilo, el arquero, estuvo muy cerca de perder el ojo. Fue un momento muy feo y terrible”, contó Rodallega.

Hugo, quien es el único colombiano en Bahía, iba en la mitad del bus y, por fortuna, no recibió ningún impacto tras la explosión. “Todo sucedió fue a mis espaldas, al lado derecho y en una de las últimas sillas. El primer impacto fue impresionante, el estruendo fue gravísimo y se iluminó como con un relámpago. Al segundo, fue el otro estallido y ahí es donde se perjudica uno de los compañeros. Al principio pedimos parar el bus, pero nos dimos cuenta que no era la mejor idea y seguimos avanzando”, narró.

De inmediato, Rodallega se dio cuenta que debían ayudar hasta llegar al escenario deportivo a estabilizar a sus compañeros y por eso corrió hacia atrás del vehículo, los auxilió junto a sus colegas con algunas toallas para contener la gran cantidad de sangre que salía del cuerpo y el rostro de los heridos. “Creo que este lamentable atentado fueron unas papas bombas”, describió.