Hugo Ibarra tuvo que retirarse de un entrenamiento de Boca Juniors y fue hospitalizado; esta fue la razón

El entrenador de Boca Juniors de Argentina, Hugo Ibarra, tuvo que pasar la noche del miércoles 15 de marzo hospitalizado luego de sufrir de un fuerte sangrado nasal debido, aparentemente, a un problema arterial. Aunque la hospitalización generó preocupación en todo el entorno del director técnico, el argentino pudo regresar este jueves a dirigir las prácticas del equipo argentino.

Según informó el hospital donde pasó la noche el argentino, el entrenador ingreso a la clínica en horas de la mañana del día miércoles por un sangrado nasal que no se detuvo durante tres horas. Por esto, fue atendido y se identificó una epitaxis nasal de origen arterial que, por suerte, horas después, fue controlada por un tratamiento especializado en el centro médico.

Aunque el entrenador de Sebastián Villa y Frank Fabra se encontraba estable durante las últimas horas, en el hospital se decidió que fuera internado para poder hacer un “adecuado seguimiento evolutivo” y tener completamente controlada la situación, con el fin de evitar que el sangrado volviera aparecer horas después.

Hugo Ibarra durante la noche fue sometido por la clínica a una batería de estudios para comprobar el estado de salud del entrenador, que para fortuna de él, indicó que todo estaba en perfecto estado y no había de qué preocuparse.

El director técnico llegó en horas de la mañana de este miércoles al entrenamiento de Boca Juniors, donde preparaba el próximo partido del equipo contra Instituto de Córdoba por la liga argentina. No obstante, mientras se llevaba a cabo la práctica, Ibarra empezó a sentir un fuerte dolor de cabeza e inició el prolongado sangrado en su nariz. Por lo que tuvo que retirarse con el cuerpo médico del equipo, que lo llevó directamente en una ambulancia al hospital más cercano.

Sebastián Villa, implicado en nuevo grave caso de indisciplina en Boca Juniors

Boca Juniors la pasa mal mientras Sebastián Villa disfruta de la vida nocturna: ese parece ser el resumen rápido de un nuevo capítulo oscuro del futbolista colombiano en el sur de continente. Esto luego de que se difundiera una grabación en redes sociales donde se le vio sumamente alegre en una discoteca bailando con algunos acompañantes y demostrando que su cuidado fuera de los terrenos de juego es algo que no termina de importarle por completo.

Las historias de Instagram del periodista Pablo Carrozza fueron el canal para que los aficionados del equipo xeneize y de todo el fútbol argentino se enteraran en qué andaba Villa horas antes de la séptima fecha del campeonato. Allí, de manera distante, pero clara, se ve por unos segundos al futbolista cafetero departiendo con algún amigo personal, frente a frente, ambos se ven bailando y bastante agradados por el momento que pasan.

Villa, en menos de 10 días pasó del reconocimiento de La Bombonera por sus 150 partidos, donde le fue entregada una camiseta conmemorativa, a las incesantes críticas por haber disfrutado de la vida nocturna en la previa del juego ante Banfield, donde lastimosamente y para hacer aún más grave todo, los ‘azul y oro’ perdieron 0-1 contra un equipo que hace más de 400 minutos no marcaba una anotación.

Así las cosas, en la noche del domingo Boca retrocedió y sufrió una nueva derrota, esta vez frente al modesto equipo verdiblanco, que estaba último en la tabla y celebró su primera victoria del campeonato, al superar por 1-0 a los ‘xeneizes’ con gol de Aarón Quirós (28).

El taladro fue ampliamente superior a Boca en el primer tiempo, e incluso podría haber anotado antes, pero el arquero Sergio ‘Chiquito’ Romero se lució al atajarle un penal a Andrés Chávez (22).

En la segunda mitad Boca inclinó la cancha, pero con más voluntad que claridad, y el dominio posicional no se tradujo en situaciones claras para llegar siquiera a un empate, en un partido menos que mediocre del equipo dirigido por Hugo Ibarra.

A la par de ese video indisciplinado del extremo colombiano, este tuvo la oportunidad, gracias a la confianza de su técnico, de ser titular en la derrota. Villa, que no había tenido el mejor arranque de año, terminó disputando 79 minutos con un total de dos remates, de los cuales uno fue parado por el arquero rival, mientras que el otro se fue cerca del arco; además, completó el 67 % de los pases y 33 % de los regates.