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James en Olympiacos: los ‘demonios’ que deberá dejar para volver a la cúspide del fútbol
En el club griego jugaron los también colombianos, Jorge Bermúdez, Juan Pablo Pino y Pipe Pardo.
James Rodríguez pasó de ser un jugador soñado en cualquier equipo a un mortal más en búsqueda de quién le ofrezca un mejor empleo. Muestra de ello es su afán de salir de Al-Rayyan, donde arribó en septiembre de 2021, dejando atrás la posibilidad de retomar su buen fútbol en el lugar indicado para hacerlo, Inglaterra. En ese entonces pesó más el dinero en sus bolsillos que la permanencia en la élite del balompié. Hoy, sus decisiones le pasan factura.
El ‘10′ tiene un nuevo salvadidas. Desde la mañana de este 14 de septiembre la prensa europea lo relacionó con el Olympiacos, donde han tenido paso otros cafeteros como Jorge Bermúdez, Juan Pablo Pino y Felipe Pardo. Y, aunque no es un equipo del calibre del Real Madrid, donde deslumbró luego de ser el goleador de la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014, es una oportunidad de volver a figurar en una liga competitiva. De llegar a concretarse su fichaje, podría disputar la segunda ronda de la Uefa Europa League con el club griego.
Como lo documenta el reconocido periodista Frabrizio Romano, el futuro de James dependerá exclusivamente de él, de lo que pueda hacer para regresar a la cúspide del fútbol, y para ello será necesario que deje sus ‘demonios’, los mismos que lo aterrizaron del espacio al firmamento cuando era una estrella.
La hinchada
Un futbolista no es nada sin la hinchada y James, por astro que haya sido, tiene que reconocerlo. De ahí que uno de los aspectos a trabar sea reconciliarse con sus fanáticos, tanto extranjeros como colombianos. En Everton, por ejemplo, le cuestionaron compartir una foto en avión privado rumbo a Colombia cuando su equipo se jugaba la participación en copas europeas en el cierre de la Premier League 2020/21; consideraron que los dejó abandonados en el mejor momento.
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En la Tricolor, los hinchas le reprocharon que los enfrentara tras salir abucheado en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez el pasado 28 de enero. Ese día, la selección casi que sentenció su posibilidad de clasificar al mundial de Catar, al caer 0-1 ante Perú, que se quedó con el quinto puesto.
Su relación con los técnicos
Aunque de la calidad de James nadie duda, lo cierto es que le ha costado adaptarse a los equipos, o mejor, a las solicitudes de sus directores técnicos. Le pasó con Claudio Ranieri, recién llegó al Mónaco, por no colaborar en defensa. Le siguió ocurriendo con Zinedine Zidane, en el Real Madrid, y con Rafa Benítez, tanto en la Casa Blanca como en el Everton.
Lo que es peor: tampoco le fue bien con Reinaldo Rueda, recién el estratega vallecaucano asumió la batuta de la selección Colombia. Como lo dejó en evidencia en una transmisión en vivo en sus redes sociales, a James Rodríguez le pareció una falta de respeto que el DT lo haya dejado fuera de la convocatoria para disputar la Copa América. No era para menos, no estaba en su mejor condición física.
Mejor preparación
Más allá de las polémicas, si algo opacó los dos últimos años de James Rodríguez dentro de las canchas fue la constancia de sus lesiones, por lo general en el músculo sóleo. Lo vivió en el Everton, donde no deslumbró por las molestias en su músculo soleo, y en Al-Rayyan, donde ha habido mayor incertidumbre sobre sus afecciones.
Lesionado o no, dio de qué hablar por sus vacaciones en Ibiza cuando jugó en los Everton, pese a las restricciones por la emergencia sanitaria.