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FÚTBOL

¿James Rodríguez debe despedirse del Real Madrid?

El colombiano juega en el equipo de sus sueños, pero está relegado. Esta semana tiene que decidir si se queda para ser suplente o apuesta por triunfar en otro grande del fútbol europeo.

20 de diciembre de 2016

Al reconocer que sus días en el Real Madrid pueden estar contados, James Rodríguez abrió la caja de Pandora. No pudo disimular más su disgusto por el papel de segundón al que está relegado, y lo hizo después de no disputar ni un minuto de la final del Mundial de Clubes frente al Kashima Antlers, a pesar de que hubo alargue y el técnico Zinedine Zidane hizo cuatro cambios. Hace dos años, cuando disfrutaba las mieles de sus tiempos de titular inamovible con Carlo Ancelotti, disputó los 90 de la final contra el San Lorenzo por el mismo torneo. Esos  tiempos parecen muy lejanos. James lo dijo sin estridencias, pero sus palabras igual no cayeron nada bien en el club merengue.

"No puedo asegurar que vaya a seguir. Tengo ofertas y tengo siete días para pensar. Estoy feliz en Madrid, pero quiero jugar más. Tengo un punto de amargura por no haber jugado en la final, pero estoy feliz por el título", fue todo lo que se le escuchó el domingo en Japón.

El inesperado goleador de Brasil 2014 está jugando en el equipo de sus sueños, y desde su entorno se ha dicho una y mil veces que no se piensa rendir. Zidane, por su parte, repite una y otra vez que el 10 colombiano es un jugador importante y tendrá sus oportunidades, pero estas no se materializan. Al menos no en los partidos realmente importantes. Es encomiable que James no quiera tirar la toalla, pero para demostrar su valía necesita tener minutos en las grandes citas, no en los irrelevantes partidos de la Copa del Rey. Por más declaraciones bondadosas que se produzcan de lado y lado, es innegable que ha perdido peso en el equipo. Y confianza. El mediapunta pasó de ser un potencial balón de oro, después de coronar una primera temporada de ensueño con el club blanco, a suplente de los jóvenes de la plantilla.

Ozil o Guti

James tiene dos espejos muy precisos en los cuales mirarse de cara a la gran pregunta sobre su futuro que debe contestar.

Uno es Guti, aquel mediapunta rubio y genial al que nadie le discute su calidad, pero que, puesto a competir con varias camadas de ‘galácticos’, nunca fue un titular indiscutible en el equipo merengue. Hoy es el entrenador de juveniles del club, y hace apenas unos días resumió su carrera en una entrevista con El País de España. Cuando le preguntaron porque no se marchó, contestó: “Pude hacerlo. Tuve ofertas. Pero decidí que para mí era más importante jugar 30 minutos en el Madrid que 90 en otro equipo”.

Como James, Guti tuvo que estar dispuesto a jugar en distintas posiciones, y ganó la Champions de 2002 sin disputar un solo minuto. Pero a diferencia del colombiano, es español y el Madrid era su hogar desde niño, allí pasó 15 temporadas en el primer equipo del club para probarse apenas un par de años en el fútbol turco, ya treintañero y muy cerca de su despedida. Nunca disputó un Mundial con España. 

El otro espejo en que se puede mirar James es el de Mesut Ozil, un zurdo exquisito como él. El mediapunta alemán llegó al Madrid de 22 años. Tuvo un arranque más que prometedor, llegó a ser la máximo asistidor de la liga pero la relación con el club se estropeó. A pesar de que compañeros como Cristiano Ronaldo trataron de evitarlo, acabó por marcharse después de apenas tres temporadas. Recaló en el Arsenal inglés, donde es figura indiscutible y lidera las estadísticas de pases gol de la Premier. Ciertamente no ha ganado las recientes Champions que el Madrid ha sumado a su palmarés, pero fue campeón mundial con Alemania y goza de gran cartel en Inglaterra.

Con apenas 25 años, y dos temporadas y media en España, James tiene todos los títulos de clubes que se pueden imaginar, desde el campeonato de la primera B con el Envigado hasta el Mundial de Clubes con el Real Madrid (en dos ocasiones). En total suma 15 trofeos, entre ellos ligas y copas locales, la Europa League (con el Porto) y la Champions (con el Real Madrid). Lo ha ganado prácticamente todo, de manera que dar una vuelta olímpica sin haber disputado la final ya no es su gran motivación. Debe decidir si opta por seguir compitiendo por un cupo en el once titular que hoy se ve remoto, o presiona un traspaso a otro club donde lo aprecien como la estrella en que se convirtió después de su deslumbrante Mundial.

Potencial destino

James todavía conserva su cartel, y no le faltan pretendientes. Según los abundantes rumores de la prensa deportiva europea, los principales clubes de Inglaterra, Italia y Francia cortejan sin pudor al capitán de la selección Colombia. Todos esos destinos tendrían puntos a favor y en contra.

Junto a la española, la Premier es la liga más glamorosa del mundo. Allí, tanto el Manchester United de José Mourinho como el Chelsea de Antonio Conte surgen recurrentemente como aspirantes a sus servicios. Y si bien los derechos de televisión hacen que le Premier tenga los bolsillos llenos, y se prepare para atraer grandes talentos en las próximas temporadas, también se adentra en un periodo de incertidumbre por cuenta de las consecuencias del Brexit, la salida británica de la Unión Europea, pues muchos anticipan que le quitará lustre.

En lo deportivo, la competitividad de la Premier es un arma de doble filo, pues el torneo es parejo, y así como cualquiera de los llamados ‘big four’ (los cuatro grandes, de los que hacen parte tanto Manchester United como Chelsea) pueden ganar la liga, también se pueden quedar por fuera de la Champions. Falcao, por ejemplo, fue víctima de la irregularidad del Chelsea, que venía de ser campeón y en su temporada vestido de azul no hizo más que dar tumbos.

La liga italiana, rezagada en los últimos años, le ofrece a James las opciones de Juventus e Inter de Milán. Esos dos pretendientes tienen diferencias marcadas. Mientras la vieja señora ha marcado una época de supremacía en el calcio, que aspira a rematar en algún momento con una nueva corona europea, el Inter busca echar a andar un nuevo proyecto deportivo después de varias temporadas opacas. Algunos rumores apuntan a que el ‘Cholo’ Simeone estaría dispuesto a dejar el Atlético de Madrid para liderar esa nueva etapa, y James sería de su agrado. En cualquier caso, hoy por hoy, la Serie A está un peldaño por debajo.

Por último, está el Paris Saint Germain, un proyecto millonario huérfano de una gran estrella desde la partida de Zlatan Ibrahimovic. Aunque la liga francesa también está un escalón por debajo, James ya la conoce desde sus días en el Mónaco, y el PSG, impulsado por el dinero catarí, cuenta con una nómina poderosa que no se conforma con el torneo local, pues busca alcanzar la gloria europea. James podría ser el Mesías que le permitiera al club de la capital francesa dar el salto de calidad definitivo para codearse con la aristocracia futbolística del continente.

James debe deshojar la margarita, como dijo en sus declaraciones desde Japón. Solo a él le corresponde escoger si prefiere jugar 30 minutos en el Real Madrid, como Guti, o 90 en otro club de la elite europea, como Ozil. Le queda está semana para pensarlo.