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James y un juego que podría ser su despedida del Bernabéu

Han pasado casi tres años desde que un estadio repleto de colombianos lo ovacionó durante su presentación como jugador del club merengue. La exigente afición lo ha aplaudido, lo ha silbado, y le podría decir adiós este domingo. Real Madrid recibe al Sevilla.

13 de mayo de 2017

El 22 de julio de 2014 fue la presentación oficial de James como jugador del Real Madrid. Entró al estadio Santiago Bernabéu repleto de colombianos, en cuya gradería el color amarillo superaba al blanco. Hizo algunas demostraciones con el balón y se ganó la ovación cuando un hincha con la camiseta de la Selección Colombia entró al césped y lo abrazó. El cuerpo de seguridad del estadio lo atrapó, James intervino para que no lo maltrataran y le regaló un balón.

"Hoy llega uno de esos hombres que seducen a los amantes del fútbol de calidad, un futbolista que ha liderado a una extraordinaria selección colombiana que ha sido una de las sensaciones en el mundial de Brasil. Hoy damos la bienvenida en el Real Madrid a James Rodrígez", dijo entonces Florentino Pérez, el presidente de la llamada Casa Blanca. Eran otros tiempos para el crack colombiano.

Acababa de recibir la bota de Oro que lo acreditaba como el goleador del Mundial, del que había sido la revelación. Y había deslumbrado al mundo al marcar el que fue considerado el mejor gol del campeonato, el que convirtió en los octavos de final contra Uruguay. Aún está grabado en la retina de millones de afionados, pase de Abel Aguilar, bajó el balón con el pecho y pateó de media volea. La bola picó en el larguero y se coló en el arco charrúa.

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Además, la hoja de vida de James registraba que en cada uno de sus equipos se había convertido en la estrella, en el centro del fútbol. Había brillado en Envigado, con el que ascendió a la primera división. Con 17 años fue la figura de Banfield en el única campeonato argentino que ha conquistado el pequeño equipo bonaerense. Luego Europa, primero el Porto, donde fue campeón local y de Europa League, un paso por el Mónaco y las selecciones Colombia sub 20 y de mayores. Con esos antecedentes, el crack llegó al Bernabéu a enfrentar su mayor reto. Un equipo al que todos sueñan llegar pero donde muy pocos pueden hacerlo, y entre los que llegan, son contados los que se consolidan.

En la primera temporada (2014 - 2015), bajo la dirección del italiano Carlo Ancelotti, James fue figura. Jugó 46 partidos en los que hizo 17 goles y 17 asistencias. El Bernabéu lo amó. Pero al año siguiente, con la llegada de Rafa Benitez al banquillo, su figuración disminuyó. Ya no era un titular indiscutido. En su segunda temporada, en la que también estuvo dirigido por Zinedine Zidane, disputó 32 partidos en los que hizo 8 goles y 10 asistencias. Real Madrid ganó la Champions League pero el colombiano vio pocos minutos durante el torneo.

Este año, luego de acaparar los titulares de la prensa deportiva por la supuesta animadversión del técnico galo frente al colombiano, James se decidió a recuperar el amor del Bernabéu. Y lo ha logrado hasta cierto punto. Al final de la temporada se ha convertido en una pieza clave para la liga, que están a punto de conquistar, aunque no juega la Champions. En 31 partidos disputados ha marcado 11 goles y ha hecho 12 asistencias, uno de los mejores promedios de efectividad en el fútbol español.

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Y esa leve reconciliación con la hinchada empezó precisamente contra el Sevilla, el pasado 4 de enero, cuando el club merengue ganó 3-0, en un duelo por la Copa del Rey en el que el colombiano marcó por partida doble. Al minuto 79 fue sustituido y el Bernabéu lo ovacionó. Mañana, de nuevo contra el Sevilla, pero ahora por la Liga, el colombiano podría jugar su último partido en ese estadio que lo ha visto celebrar golazos y también ha sido el escenario de muchas frustaciones, sobre todo desde el banco.

El presente de James es muy distinto al que vivía el 22 de julio de 2014, cuando pisó por primera vez la grama del Bernabéu con el dorsal 10 del Madrid. El talento del colombiano sigue vigente, pero su lugar en el club merengue es discutido. Tanto, que ya hay quienes lo ubican fuera del Real Madrid para la próxima temporada. Y entre los estadios que podrían alojarlo como su nueva casa, suena con fuerza el Old Trafford, el teatro de los sueños del Manchester United.