Jorge Palacio, juez colombiano de la Fifa, da la cara y destapa por qué suspendió a Luis Rubiales

La FIFA suspendió a Luis Rubiales para evitar que el ahora expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) manipulara los testigos de la investigación en su contra, dijo el ente rector en el veredicto escrito que explicó la decisión.

Rubiales fue suspendido por la Fifa el pasado 26 de agosto con el fin de salvaguardar la investigación por el comportamiento del dirigente en la final de la Copa del Mundo femenina, luego que le propinara un beso a la jugadora Jenni Hermoso en los labios durante la ceremonia de premiación.

La suspensión provisional fue ordenada “particularmente para que los posibles testimonios pudieran ser dados de manera libre y sin ningún tipo de presión, temor o represalias”, escribió el colombiano Jorge Palacio, juez disciplinario de la Fifa.

Para suspender a Rubiales durante la investigación, la Fifa nada más necesitaba cumplir con una de cuatro posibles razones. El juez encontró que se cumplían los cuatro criterios, según añade en el veredicto.

Los motivos fueron “asegurar la administración correcta de justicia”, preservar la disciplina deportiva, evitar un daño irreparable y razones de “seguridad”.

Cabe recordar que la Fifa no suspendió de inmediato al abrir un expediente el 24 de agosto a raíz de los incidentes ocurridos cuatro días antes en Sídney, Australia, sino que la decisión vino al momento en que estalló el escándalo y en la prensa salieron versiones de la molestia al interior del plantel de jugadoras.

El documento, de nueve páginas, indica que los otros incidentes que forman parte de la investigación incluyen el momento en el que Rubiales se tocó los genitales al celebrar la victoria de España por 1-0 ante Inglaterra y “cargar a la jugadora española Athenea del Castillo sobre su hombro durante los festejos post partido”.

Palacio removió a Rubiales de toda función en el fútbol por sus acciones y las de la Federación española entre el 25 y 26 de agosto, provocando que perdiera su sueldo, medios de transporte, comunicación y demás beneficios que tenía como principal cabeza del fútbol español.

Hermoso, por su parte, confesó que fue amenazada con ser demandada por la federación y a través de sus allegados recibió mensajes para hablar favorablemente sobre el incidente.

El 26 de agosto, la RFEF emitió un comunicado en el que manifestó que la “la señora Jennifer Hermoso miente en todas las afirmaciones que formula en contra del presidente”.

Semejante conducta “no podía ser tolerada y significa obstruir dicho procedimiento disciplinario”, escribió el juez colombiano perteneciente a la Fifa.

Hermoso, quien juega con el Pachuca de México, fue contactada por el organismo internacional para confirmar sus declaraciones públicas y lo hizo mediante un correo electrónico el mismo día, de acuerdo con el documento.

Rubiales no renunció a los cargos de presidente de la Federación y de vicepresidente de la Uefa hasta el pasado 10 de septiembre, asediado por el clamor por parte de las autoridades españolas y las jugadoras de la selección. Al día siguiente, la Uefa agradeció al dirigente español por sus servicios.

Rubiales es objeto de una investigación penal. Un juez de Madrid dictó una orden de alejamiento de Hermoso, pero, a través de su defensa, ha rechazado haber cometido algún delito e insiste en que todo hizo parte de un complot para sacarlo de su puesto.

“Está claro que me equivoqué, es evidente, y lo dije desde el principio. Fue un acto conjunto mutuo. Me cogió en el aire y, al bajar, estábamos muy emocionados. No hubo intención ni connotación sexual. Solo aprecio”, declaró luego de confirmar su renuncia.

“Un presidente no puede comportarse así en el podio. Puede dar un abrazo, pero tiene que actuar de forma más diplomática y fría. ¿soy un delincuente? Te contesto con mi cara, soy una buena persona. No se trata de pedir perdón: fue espontáneo, mutuo y consentido”, completó.

*Con información de Associated Press