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Juan Pablo Montoya se destapa y cuenta cómo era su verdadera rivalidad con Michael Schumacher: “era un cabrón”
Durante varios años se les vio al colombiano y al alemán en duros enfrentamientos.
El deporte colombiano entre 2001 y 2006 se convirtió en fiel seguidor del automovilismo gracias al papel que tenía Juan Pablo Montoya en las carreras del calendario de la Fórmula 1. El bogotano hizo que, por dicha época, se implantara un nuevo gusto a los aficionados nacionales.
Cada fin de semana, cuando se calentaban los motores en las diferentes ciudades del mundo donde se disputaban las competencias, en suelo nacional los televisores estaban prendidos para disfrutar de actuaciones ejemplares del nacional, quien en dos ocasiones, fue tercero (2002-2003).
De los rivales con quien más rivalidad tenía, estaba Michael Schumacher. Mientras el colombiano defendía los colores de Williams y McLaren, el alemán hacía lo propio con Ferrari; entre estos, varios capítulos memorables se dieron sobre las pistas, uno de los más sonoros, lo sucedido en el túnel de Mónaco en 2004.
Ahora, tras años de retiro de ambos de la competencia, muchos son los recuerdos de dichos momentos. El encargado de revivirlos durante las últimas horas fue Montoya, quien tuvo una conversación mano a mano con los medios oficiales de la Fórmula 1, a los que les reveló detalles de su rivalidad con el germano.
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En principio, se mostró molesto, como en su momento los demás competidores le demostraban el respeto al alemán y lo confundían con temor: “El único problema con Michael es que nadie le competía”, señaló.
😯"En la F1 no estás para hacer amigos"
— El VBAR CARACOL (@VBarCaracol) April 10, 2024
👀"En mis tiempos el ambiente era muy hostil"
🇨🇴Juan Pablo Montoya en una entrevista para los medios oficiales de la Fórmula 1
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Adicional a esto, dio a conocer conversaciones inéditas y expuso a los corredores con lo que se medían en aquella época: “Cuando Michael venía desde atrás, todos se corrían y lo dejaban pasar y eso me molestaba mucho. Eran como ‘es Michael no lo hagamos enfadar’”.
Utilizando una palabra fuerte, sentenció que su manera de llevar a fondo su máquina, lo hizo merecedor de muchas críticas: “Todo el mundo le tenía mucho respeto y yo era tan cabrón manejando y la gente pensaba que yo era un loco, que funcionaba”.
A pesar de que para muchos no era la forma de maniobrar su carro, Montoya no temía por los cuestionamientos e iba a tope: “Cuando les tiraba el carro, ellos sabían que yo no me iba a mover, entonces había dos opciones o te corrías o nos estrellábamos”.
Esa radical forma de ser, al piloto colombiano se le trasladaba fuera de la pista con Schumacher y todo sus rivales: “Nosotros casi no hablábamos porque ahora, con las redes sociales, los equipos son mejores amigos, salen juntos y van y juegan paddle (entre risas), pero en mi tiempo yo no hablaba con nadie. Yo venía con la mentalidad de no hacer amigos”.
Sobre eso que se está viviendo ahora en la máxima categoría del automovilismo, criticó: “Ahora todos son amigos y son buenas personas y es muy difícil ser un cabrón cuando eres buena persona. Es muy difícil atacar al otro y lanzarle el carro cuando te cae bien”.
“La única vez que hablé con Michael fue cuando yo corría en BMW y el seguía en Ferrari y nos invitaron a una fiesta después de la carrera. Estábamos Michael y Rubens y los tres nos emborrachamos”, cerró contando la única vez en la que compartió con quien en la cancha eran fuertes rivales.